¡La nariz de la presidenta! ¡Escándalo en Perú! Dina Boluarte, en medio de un secretismo digno de una novela de espías, se sometió a una cirugía estética nasal sin siquiera susurrarlo al Congreso. ¿Se imaginan? ¡La mandataria, bajo el bisturí, mientras la nación, ajena a todo, seguía su curso! ¿Vacío de poder? ¡Por supuesto! ¿Negligencia? ¡Indudablemente! ¿Preocupación por los problemas reales del país? ¡Ja! Parece que la vanidad presidencial no conoce límites.
Boluarte: ¿Reina de la belleza o dictadora en potencia?
Alberto Otárola, ex primer ministro y fiel escudero de Boluarte, intentó defender lo indefendible. Argumentó que la cirugía fue por un “problema respiratorio” y que la presidenta estuvo en contacto permanente con él. ¡Vamos, por favor! ¿A quién quieren engañar? Las fotos del antes y el después hablan por sí solas. ¡Es una rinoplastia de manual! ¿Y el Congreso? ¡Indignado! La oposición exige una investigación a fondo y hasta se habla de “causal de vacancia”. ¡Boluarte, al borde del abismo político por culpa de su propia nariz!
Pero este no es el primer escándalo estético de la presidenta. ¡No, señores! En septiembre, ya se la había acusado de ausentarse para someterse a otro procedimiento misterioso. ¡Boluarte, la reina de las cirugías secretas! ¿Será que el Palacio de Gobierno se ha convertido en un spa de lujo? ¿Acaso los contribuyentes peruanos están financiando los caprichos estéticos de la mandataria?
¿Perú sin presidenta? ¡El vacío de poder que nadie quiere ver!
La Constitución peruana es clara: en caso de “impedimento temporal” del presidente, asume el vicepresidente… ¡Ah, no! ¡Esperen! ¡Perú no tiene vicepresidente! ¡Increíble! Boluarte asumió tras el destituido Pedro Castillo y el puesto quedó vacante. ¿Y entonces quién manda? ¡Nadie lo sabe! ¡El país a la deriva, sin capitán al mando, mientras la presidenta se retocaba la nariz! ¡Un bochorno internacional!
Expertos constitucionalistas advierten: ¡Esto es grave! ¡Muy grave! Boluarte debió informar al Congreso, activar la “regla de sucesión” y evitar el vacío de poder. ¡Pero no lo hizo! ¿Por qué? ¿Temor a las críticas? ¿Desprecio por las leyes? ¿Ambición desmedida por una nariz perfecta? ¡Las preguntas se acumulan y las respuestas brillan por su ausencia!
La oposición ruge… ¡y el oficialismo tiembla!
Carlos Zeballos, congresista opositor, no se anda con chiquitas: “¡Hay causal de vacancia!”, sentencia. Juan Burgos, presidente de la comisión de Fiscalización, calcula que Perú estuvo sin presidenta durante ¡diez horas! ¡Diez largas horas en las que el destino de la nación pendía de un hilo… o mejor dicho, de un bisturí!
Mientras tanto, el oficialismo intenta minimizar el escándalo. Patricia Juárez, vicepresidenta del Congreso, lo califica de “tormenta en un vaso de agua”. ¡Claro, para ellos es fácil decirlo! No son sus carreras políticas las que están en juego. ¡Boluarte, acorralada por su vanidad y la furia de la oposición!
¿El fin del reinado de Boluarte? ¡El pueblo tiene la palabra!
Con una desaprobación del 95%, Boluarte se tambalea en el poder. La cirugía secreta, el vacío de poder, los escándalos de corrupción… ¡Todo se le viene encima! ¿Será este el fin de su reinado? ¿O logrará sobrevivir a la tormenta? Solo el tiempo lo dirá. ¡Pero una cosa es segura: el pueblo peruano no olvidará este episodio de vanidad presidencial! ¡La nariz de Boluarte quedará grabada en la historia como símbolo de la frivolidad y la irresponsabilidad política!
¡Manténganse en sintonía, queridos lectores! ¡El circo político peruano continúa! ¡Y Amarillo “Polémica” Pérez estará aquí para contárselo todo, con la crudeza y el sensacionalismo que ustedes merecen!