Edgardo Kueider, ex senador nacional, continúa dando batalla legal para revertir su expulsión del Senado, ocurrida en una sesión polémica presidida por la vicepresidenta Victoria Villarruel mientras el presidente Javier Milei se encontraba en el exterior. En una nueva presentación judicial, la defensa de Kueider ha incorporado un elemento inesperado: las propias declaraciones de Milei cuestionando la validez de la sesión.
La jugada de Kueider: usar las palabras de Milei en su contra
El argumento central de Kueider se basa en la interpretación del artículo 58 de la Constitución Nacional, que establece que en caso de ausencia del presidente, el vicepresidente asume la jefatura del Poder Ejecutivo. Milei, en una entrevista radial posterior a la sesión, criticó duramente a Villarruel por presidir el Senado durante su viaje a Italia, afirmando que la sesión era “inválida” por violar la división de poderes. Estas declaraciones, según la defensa de Kueider, constituyen una “confesión expresa extrajudicial” que invalida la decisión del Senado.
La estrategia legal de Kueider busca capitalizar la controversia generada por las declaraciones de Milei, presentándolas como una prueba irrefutable de la ilegitimidad de la sesión. El abogado Maximiliano Ruiz, representante de Kueider, amplió la medida cautelar inicial, incorporando las declaraciones de Milei y argumentando que la vicepresidenta no podía ejercer simultáneamente la presidencia del Senado y la presidencia interina del país.
El cuarto intermedio: un punto clave en la disputa legal
Otro de los argumentos presentados por la defensa de Kueider se centra en el cuarto intermedio que se realizó durante la sesión, previo a la votación sobre su expulsión. Según Ruiz, este cuarto intermedio “genera la suspensión de la asamblea y fracciona el iter de continuidad del acto”. Al retomarse la sesión, fue presidida por Bartolomé Abdala, presidente provisional del Senado, lo que para Kueider refuerza la idea de que Villarruel no estaba habilitada para continuar en la presidencia una vez que Milei salió del país.
La interpretación del cuarto intermedio como una ruptura en la continuidad de la sesión es crucial para la estrategia legal de Kueider. Si el juez considera válido este argumento, la votación posterior a dicho cuarto intermedio, incluyendo la expulsión de Kueider, podría ser declarada nula.
Implicaciones políticas y el futuro de Kueider
El caso Kueider ha generado un nuevo cortocircuito entre Milei y Villarruel, exponiendo las tensiones internas dentro del gobierno. Si bien Milei cuestionó la validez de la sesión, su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, insinuó que el gobierno no intervendrá para revertir la expulsión, dado el amplio margen con que se votó la destitución (60 votos a favor).
Más allá de la disputa legal, el futuro político de Kueider es incierto. Actualmente se encuentra bajo prisión domiciliaria en Paraguay, acusado de intentar ingresar al país con una importante suma de dinero sin declarar. Además, enfrenta investigaciones por presunto enriquecimiento ilícito en Argentina. Su regreso al Senado, incluso si la justicia le diera la razón, se ve complicado por estos procesos judiciales.
El fallo del juez Lavié Pico será determinante no solo para el futuro de Kueider, sino también para sentar un precedente sobre la interpretación del artículo 58 de la Constitución y el rol del vicepresidente en caso de ausencia del presidente. La decisión judicial podría tener implicaciones significativas en el equilibrio de poderes y en la dinámica política del país.
Asimismo, este caso pone de manifiesto la complejidad de las relaciones entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, y cómo las declaraciones públicas de los funcionarios pueden tener consecuencias legales imprevistas. Las palabras de Milei, inicialmente dirigidas a criticar a su vicepresidenta, ahora se han convertido en un arma legal en manos de Kueider, demostrando una vez más que en política, las palabras pueden tener un peso decisivo.