En el marco del Día de la Soberanía Nacional, el gobernador bonaerense Axel Kicillof se presenta en San Pedro para un acto conmemorativo en Vuelta de Obligado. La elección del lugar, cargado de simbolismo histórico, no es casual. Se trata de una estrategia política que busca comunicar dos mensajes cruciales y aparentemente contrapuestos: un enérgico llamado a la defensa de la soberanía nacional y una silenciosa, pero significativa demostración de fuerza dentro de la interna del peronismo bonaerense.
Soberanía Nacional: Un discurso en contraposición a Milei
El acto en Vuelta de Obligado sirve como plataforma para el discurso kichilofista en defensa de la soberanía nacional. Esta postura se erige como un contrapunto explícito a las políticas del presidente Javier Milei, quien ha mostrado, desde el comienzo de su gestión, una inclinación por estrechar lazos con potencias extranjeras, aparentemente sin la misma valoración de la soberanía nacional. Kicillof, fiel a su perfil nacionalista, utilizará este escenario histórico para fortalecer este mensaje clave.
La conmemoración de la batalla de Vuelta de Obligado, un momento crucial en la historia argentina, ofrece el escenario ideal para evocar la resistencia a las potencias extranjeras. Se trata de un simbolismo que resonará profundamente en el electorado, especialmente entre los sectores con fuertes sentimientos nacionalistas. La presencia de intendentes, funcionarios y legisladores provinciales refuerza la idea de un frente unido en torno a la figura del gobernador.
Interna del PJ: Un acto estratégico en medio de la tensión
Pero la conmemoración de la soberanía nacional en San Pedro se convierte también en un escenario clave para la compleja interna del Partido Justicialista bonaerense. El acto no es simplemente una celebración histórica; es una demostración de poderío político, una señal silenciosa pero potente dirigida a Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner.
A pesar de las muestras de apoyo público de Kicillof a la expresidenta luego de su condena en la causa Vialidad, la relación entre ambos continúa tensa. La falta de una negociación clara para la gobernanza en la provincia y la indefinición sobre las candidaturas para el 2024 generan un clima de incertidumbre que el gobernador busca disipar. El acto de San Pedro, entonces, puede interpretarse como una forma de mostrar su poder de convocatoria, su base de apoyo en el interior bonaerense, su presencia en las comunidades y que se encuentra lejos de ceder su liderazgo.
Mientras que la interna del peronismo continúa agitada, la realización de la conmemoración histórica en territorio de Cecilio Salazar, sindicalista de la UATRE, resulta significativamente estratégica. La invitación a los intendentes peronistas afines a Kicillof evidencia una intención de fortalecer su presencia en la región.
El Canal Magdalena: Un tema que refuerza la postura soberana
El reclamo constante del gobernador y sus aliados por la obra del Canal Magdalena se presenta como un tema complementario al discurso sobre la soberanía. La obra, de vital importancia para el desarrollo regional, se sitúa en el centro del conflicto con el gobierno nacional. Kicillof lo señala con insistencia: para él, la indiferencia del gobierno nacional con respecto al Canal es evidencia de una falta de interés en la soberanía y el desarrollo de la provincia. El acto en Vuelta de Obligado proveerá, una vez más, el marco necesario para que Kicillof plantee esta problemática nacional de crucial importancia para el crecimiento económico.
Al posicionarse como defensor de la soberanía y del desarrollo económico de la provincia, el gobernador procura diferenciarse del gobierno nacional. Esta estrategia podría apuntar a una búsqueda de apoyo del electorado nacionalista.
El futuro de Kicillof en el peronismo
El evento de San Pedro se sitúa en un momento crucial para el futuro político de Kicillof. Mientras las tensiones con la cúpula del kirchnerismo persisten, el gobernador muestra determinación en su proyecto político, proyectándose como figura central en el peronismo bonaerense. En este juego político complejo y cambiante, cada acto, cada discurso, es una pieza del tablero que decide la configuración del poder.
La habilidad de Kicillof para equilibrar sus dos mensajes, la defensa de la soberanía nacional y su posición en la interna del PJ, será clave para definir su próximo movimiento en el ajedrez político argentino.
Entre la Historia y la Política
El acto en San Pedro se convierte en mucho más que una simple conmemoración histórica. Es una meticulosa operación política con dos objetivos entrelazados: una firme declaración de principios nacionalistas y una silenciosa, pero contundente demostración de fuerza en el seno del peronismo bonaerense. El tiempo dirá si la estrategia de Kicillof resulta exitosa en este intrincado juego político.