¿Cuánto más debe soportar Julieta Prandi antes de obtener justicia? El calvario de la modelo y sus hijos continúa, marcado por la sombra del abuso y una batalla legal que parece no tener fin. El próximo 7 de agosto, la Justicia se enfrenta a un juicio decisivo por abuso sexual contra Claudio Contardi, un momento crucial en esta lucha contra la impunidad.
La Sombra del Abuso: El Juicio Decisivo
El 7 de agosto se celebrará el juicio por abuso sexual contra Claudio Contardi, una fecha que marca un antes y un después en la vida de Julieta Prandi. La modelo ha depositado su esperanza en la Justicia, confiando en que las pericias psicológicas a las que se ha sometido sean valoradas y demuestren la veracidad de su testimonio. ¿Será este el fin de su calvario?
Contardi, por su parte, niega rotundamente las acusaciones y ha presentado sus propias pruebas y testigos en un intento desesperado por desacreditar a Prandi. La defensa del acusado no dudará en atacar la imagen y el honor de la modelo, revictimizándola y buscando desviar la atención del delito principal.
Violencia Económica: Un Arma Silenciosa
En medio de este tormentoso proceso judicial, surge una nueva controversia: una contrademanda por supuesta falsa denuncia interpuesta por Ezequiel, hijo mayor de Contardi. Esta acción, lejos de ser una disputa legal neutra, se presenta como un intento de silenciar a Prandi y desviar la atención de las graves acusaciones que pesan sobre su exmarido.
El origen de esta contrademanda se encuentra en un departamento valuado en 78 mil dólares, adquirido durante el matrimonio con fondos provenientes exclusivamente del trabajo de Prandi. Sin embargo, la propiedad fue puesta a nombre de Ezequiel, lo que desató una serie de sospechas y reclamos por parte de la modelo.
Pero, ¿es realmente Ezequiel la víctima en esta historia? Prandi denuncia que esta contrademanda es solo un “coletazo” de la violencia económica que sufrió durante su relación con Contardi. “Esto es un coletazo de toda la violencia que sufrí, entre ellas, la económica. En esa conversación telefónica que está en la causa, él (Ezequiel) mismo se contradice y confiesa lo que pasó”, declaró Prandi, mostrando su firmeza ante lo que considera una nueva forma de hostigamiento.
“Esto es un coletazo de toda la violencia que sufrí, entre ellas, la económica. En esa conversación telefónica que está en la causa, él (Ezequiel) mismo se contradice y confiesa lo que pasó”
La grabación que podría cambiarlo todo
En medio de este entramado, ha surgido una prueba clave: una conversación grabada en la que, supuestamente, Ezequiel Contardi admite que el departamento pertenece a Julieta Prandi y se compromete a devolvérselo. Esta grabación, revelada por la propia modelo, ha generado un gran revuelo y ha puesto en duda la versión del hijo de Contardi. ¿Será esta la prueba definitiva que demuestre la culpabilidad de Ezequiel y su complicidad en las maniobras fraudulentas de su padre?
Prandi relató que fue el propio Ezequiel quien la contactó después de escucharla hablar sobre la violencia que sufrieron sus hijos con su padre. “Me escribe: ‘¿te puedo llamar?’ y yo, que desconfío hasta de mi sombra, la puse a grabar”, confesó la modelo, evidenciando la desconfianza y el temor que aún siente hacia su expareja y su entorno.
El rol de los medios: ¿Información o revictimización?
El caso de Julieta Prandi ha trascendido los tribunales y se ha convertido en un tema de debate público. La modelo ha utilizado los medios de comunicación para denunciar su situación y para concientizar sobre la violencia de género y la violencia económica, logrando generar una gran empatía en la sociedad.
Sin embargo, también ha recibido críticas y ataques, especialmente de sectores conservadores que cuestionan su credibilidad y la acusan de buscar rédito económico a través de sus denuncias. Estos ataques, lejos de amedrentarla, han fortalecido su determinación de seguir luchando por la Justicia y de dar voz a otras mujeres que han sufrido situaciones similares.
Un llamado a la responsabilidad mediática
Es fundamental que los medios aborden este caso con responsabilidad, informando y mostrando el contexto de la causa y la denuncia, y enfocándose en los elementos de la investigación, sin revictimizar a la persona ni generar más confusión de la que ya existe. Al ahondar en detalles íntimos y hasta morbosos, el foco se corre del delito en sí, y pasa a ser una especie de juicio paralelo en el que la persona que denuncia debe dar explicaciones innecesarias sobre sus decisiones o su vida personal.
La batalla legal de Julieta Prandi contra Claudio Contardi es mucho más que una disputa por un departamento o una denuncia por abuso. Es un símbolo de la lucha de miles de mujeres que se enfrentan a la violencia machista y a la impunidad de sus agresores. Una historia que indigna, que conmueve y que exige un compromiso de toda la sociedad para construir un futuro más justo e igualitario.