El 23 de marzo se convirtió en una fecha fatídica para miles de argentinos. El gobierno de Javier Milei le puso fin a la moratoria previsional, un salvavidas que permitía jubilarse a quienes no contaban con los 30 años de aportes. ¡Una medida cruel que condena a la incertidumbre y el desamparo a quienes han dedicado su vida al trabajo!
Moratoria Previsional: Crónica de una muerte anunciada
La Ley 27.705 fue la tabla de salvación para miles de personas que no cumplían con los 30 años de aportes. A través del pago de cuotas, podían regularizar su situación y acceder a una jubilación. Pero el gobierno de Milei, insensible al clamor popular, decidió eliminar este mecanismo, argumentando su insostenibilidad y su fomento a la informalidad laboral. ¡Una justificación indignante que esconde un brutal ajuste fiscal!
A partir de ahora, quienes no alcancen los 30 años de aportes deberán conformarse con la Prestación Universal para Adulto Mayor (PUAM), un mísero 80% de la jubilación mínima. ¡Pero la crueldad no termina ahí! La PUAM solo se puede cobrar a partir de los 65 años, obligando a muchas mujeres a esperar cinco años más para recibir algún tipo de ingreso. ¡Es una burla, una afrenta a la dignidad de quienes han dado todo por este país!
Según el Centro de Economía Política (CEPA), el Estado nacional se ahorrará la obscena suma de $220.000 millones en los últimos nueve meses de 2025 gracias a esta medida. El mayor “ahorro”, $195.000 millones, provendrá del sufrimiento de las mujeres de 59 años que no podrán jubilarse ni acceder a la PUAM hasta los 65. ¡Este es el verdadero rostro del ajuste: un gobierno que prefiere sacrificar el bienestar de los jubilados antes que renunciar a sus políticas económicas!
¿A quiénes condena este ajuste despiadado?
¡A las mujeres, por supuesto! Ellas son las principales víctimas de este sistema previsional injusto. Históricamente, han tenido mayores dificultades para acceder al mercado laboral formal y, por lo tanto, para acumular los 30 años de aportes. El 74% de los beneficiarios de la moratoria son mujeres que hoy ven cómo se les niega una jubilación digna y se las condena a la PUAM, una prestación miserable que ni siquiera otorga derecho a pensión por viudez. ¡Es una doble injusticia!
Pero no solo las mujeres sufren las consecuencias de esta medida. Los trabajadores informales, los empleados de pequeñas empresas que no realizan los aportes y quienes se han dedicado a trabajos de cuidado no remunerados también se ven excluidos del sistema previsional. ¡Todos ellos, que han contribuido a la economía del país, son abandonados a su suerte por un gobierno insensible y despiadado!
Jubilarse: ¿un derecho o un privilegio?
En este contexto de ajuste y recorte de gastos, el gobierno de Milei parece considerar la jubilación como un privilegio, una concesión que se puede negar a quienes no cumplen con sus exigencias. ¡Pero la jubilación es un derecho! Es el fruto de años de trabajo y dedicación, la garantía de una vejez digna y segura. Negar este derecho a miles de personas es una muestra de insensibilidad y falta de compromiso con los más vulnerables.
¡Es hora de replantear el sistema previsional argentino! Necesitamos soluciones que garanticen una jubilación digna para todos, sin importar su género, su condición laboral o su historia de vida. La moratoria previsional fue un parche, sí, pero un parche que cumplió una función social importantísima. Su eliminación, sin una alternativa viable, es un acto de crueldad que no podemos tolerar.
¡No permitiremos que el ajuste recaiga sobre los jubilados! Defenderemos nuestros derechos con uñas y dientes y exigiremos un sistema previsional justo y solidario.
¿Qué alternativas nos quedan?
Ante este panorama desolador, es fundamental explorar las opciones que aún existen para acceder a una jubilación:
- Exigir una reforma urgente de la Pensión Universal de Adulto Mayor (PUAM) para que sea un ingreso digno y justo.
- Impulsar una jubilación proporcional para quienes han aportado pero no alcanzan los 30 años.
- Lograr el reconocimiento de las tareas de cuidado no remunerado como años de aportes.
¡No nos quedemos de brazos cruzados! ¡Es hora de luchar!
El fin de la moratoria previsional es una muestra más del ajuste salvaje que está implementando el gobierno de Milei. ¡No podemos permitir que sigan recortando nuestros derechos y comprometiendo nuestro futuro! Levantemos la voz, organicémonos y exijamos un sistema previsional justo, solidario y que garantice una vejez digna para todos los argentinos.
Desde Lucía Paredes, los invito a reflexionar sobre esta situación indignante y a tomar acción. Cada uno de nosotros tiene el poder de generar un cambio positivo en nuestra sociedad. ¡No permitamos que el ajuste silencie nuestras voces y nos arrebate nuestros derechos! ¡Luchemos por un futuro mejor para todos!