El comisario general Cristian Mazza, director general de Seguridad Capital de la Policía de Córdoba, fue separado de su cargo tras una denuncia por presuntas exhibiciones obscenas. La decisión, tomada por las máximas autoridades policiales, se dio a conocer a través de un comunicado oficial y se justificó en la necesidad de garantizar la independencia y transparencia de la investigación.
Los Hechos Según la Denuncia
Según la denuncia presentada por una mujer que trabaja en tareas no operativas en la peluquería de la sede del CAP 1, ubicada en el centro de la ciudad de Córdoba, el comisario Mazza ingresó al área donde se encontraba la denunciante, solicitó utilizar el baño y, posteriormente, pidió una toalla. Tras recibir la toalla, habría realizado comentarios de connotación sexual, dando lugar a la acusación de exhibiciones obscenas.
La denunciante relató que la actitud del comisario la hizo sentir incómoda y violada en su espacio de trabajo. La denuncia fue acompañada por su marido, quien también es policía.
Versión del Comisario Mazza
La versión del comisario Mazza difiere notablemente de la de la denunciante. Mazza afirmó a sus superiores que en el momento de los hechos, se encontraba realizando tareas de vigilancia en una protesta. A raíz de una urgencia, ingresó al baño de la sede del CAP 1, tras pedir permiso. Una vez vestido, solo solicitó una toalla para secarse las manos. Afirmó, además, que tras el incidente acompañó a la denunciante para iniciar un trámite para la investigación del robo de su celular, presentando así una versión alternativa de la secuencia de eventos.
La Respuesta de la Policía de Córdoba
Tras la presentación de la denuncia, la Policía de Córdoba actuó rápidamente. Independientemente de la presunción de inocencia, la fuerza decidió separar a Mazza de su cargo, otorgándole una licencia de 10 días y pasándolo a situación pasiva. Esta medida preventiva se justificó en la posible interferencia del comisario Mazza, debido a su alta jerarquía, en la investigación en curso, lo que podría comprometer su imparcialidad y la transparencia del proceso. El comunicado oficial recalcó la decisión de garantizar el debido proceso legal.
Además de la separación temporal, la Dirección General de Control de Conducta Policial tomó conocimiento del caso, derivándolo al Tribunal de Conducta de las Fuerzas de Seguridad para su análisis administrativo. Estas medidas se suman a la investigación judicial que se está llevando a cabo.
Investigación y Acciones Legales
El fiscal de instrucción Juan Ávila Echenique decidió imputar a Mazza a tenor del artículo 306 in fine del Código Penal, imputación que se refiere a ‘exhibiciones obscenas’. Este hecho se considera una falta, redimible con multa, y no un delito. No obstante, la gravedad de la denuncia y la posición jerárquica de Mazza llevaron a la rápida intervención de las autoridades. Ávila Echenique aplicó la figura de sospechoso no imputado, una medida procesal que permite una investigación previa a la imputación completa y que protege los derechos del acusado, para tener mayores elementos para emitir un fallo final.
El caso continúa bajo investigación. La fiscalía recopilará evidencias y escuchará testimonios para determinar la veracidad de las acusaciones y emitir una resolución definitiva. Es fundamental respetar la presunción de inocencia del comisario Mazza hasta que se determine lo contrario en un juicio.
Implicancias y Debate
Este caso ha generado un intenso debate en la opinión pública cordobesa, con reacciones encontradas respecto a la velocidad de las acciones de la fuerza. Se cuestiona la necesidad de la separación del cargo sin una condena firme, mientras que otros destacan la importancia de una actuación rápida para preservar la transparencia de la institución policial. En paralelo, también se considera relevante la necesidad de protección y respeto hacia la denunciante y su integridad como trabajadora, independientemente del proceso legal que se está desarrollando.
La transparencia en la investigación y la celeridad en la toma de medidas por parte de la Policía de Córdoba son elementos claves que pueden generar confianza pública en la institución. La resolución del caso definirá un importante precedente, mostrando el compromiso institucional a la hora de tratar estas situaciones y reafirmar el deber de imparcialidad en la fuerza.
La separación del comisario Mazza marca un punto de inflexión en el tratamiento de denuncias de este tipo en la Policía de Córdoba. El caso resalta la importancia de un proceso judicial justo y transparente, y el equilibrio entre la presunción de inocencia y la necesidad de proteger la integridad de las víctimas, con el consiguiente cuestionamiento sobre la necesidad de implementar mejores estrategias de prevención y control al interior de las fuerzas de seguridad para evitar situaciones como estas. A la vez, se genera una reflexión en la sociedad sobre cómo estos hechos pueden incidir en la pérdida de confianza en la institucionalidad policial.