El comisario general Cristian Mazza, director General de Seguridad Capital de la Policía de Córdoba, ha sido separado de su cargo tras una denuncia por presuntas exhibiciones obscenas. La decisión, tomada por la cúpula policial, se produce en medio de una investigación judicial que podría tener importantes consecuencias para el jefe policial.
Los hechos denunciados
La denuncia contra Mazza fue presentada por una mujer que trabaja en la peluquería de la sede del CAP 1, ubicada en el centro de la ciudad de Córdoba. Según la acusación, Mazza ingresó al área donde se encontraba la mujer, solicitó utilizar el baño y, tras hacerlo, pidió una toalla. Al recibirla, habría proferido una frase de contenido sexual explícito.
Sin embargo, la versión de Mazza difiere significativamente de la acusación. Según su relato a sus superiores, debido a la urgencia por asistir a diferentes protestas, entró a la sede policial más cercana, solicitó permiso para usar el baño, y solo pidió la toalla una vez vestido, con el fin de secarse las manos. Afirmó que posteriormente ayudó a la mujer al gestionarle la investigación por el robo de su teléfono celular.
La imputación y las acciones de la policía
El fiscal de instrucción Juan Ávila Echenique imputó a Mazza por el artículo 306 in fine del Código Penal, referido a exhibiciones obscenas. Es importante destacar que esta figura legal se considera una falta, sancionable con multa, y no un delito grave. Ávila Echenique optó por la figura de “sospechoso no imputado”, un recurso legal que permite la investigación sin una imputación plena, dejando la puerta abierta para que Mazza presente su defensa.
Ante la gravedad de la situación y para asegurar la transparencia de la investigación, la Policía de Córdoba decidió separar a Mazza de su cargo. Se le otorgó una licencia de 10 días y se lo puso en situación pasiva, lo que implica una suspensión temporal de sus funciones. La fuerza justificó la medida argumentando que, dado su alto rango, podría interferir en la investigación. Un comunicado oficial remarcó que la medida busca garantizar el debido proceso legal.
Análisis y contexto
Esta situación se da en un contexto delicado para la Policía de Córdoba. Recientemente, el subjefe Alejandro Mercado fue detenido por un caso de corrupción, lo que ha generado un clima de incertidumbre y cuestionamientos. Mazza había sido considerado como un posible reemplazo para Mercado, por lo que su separación agrega otra capa de complejidad a la problemática institucional.
La falta de información detallada sobre la naturaleza exacta de la denuncia en su momento alimentó las especulaciones y la inquietud entre la opinión pública. Si bien la figura legal utilizada no es un delito mayor, el hecho de que afecte a un alto cargo policial genera serias preguntas sobre las prácticas dentro de la fuerza y la eficacia de sus mecanismos de control interno. El desarrollo de la investigación judicial será clave para esclarecer los hechos y determinar la culpabilidad o inocencia de Mazza.
A la espera de la Justicia
La separación de Cristian Mazza de su cargo como jefe de Seguridad Capital de la Policía de Córdoba marca un capítulo importante en la controversia que rodea a la fuerza policial en la actualidad. Si bien la imputación se centra en una falta, el caso destaca la necesidad de transparencia y responsabilidad en el accionar de las fuerzas de seguridad. El proceso judicial en curso definirá las consecuencias legales para Mazza y, al mismo tiempo, generará un precedente importante en el debate sobre la ética y la conducta policial.
La investigación continuará su curso, y las próximas etapas definirán si la denuncia se sustenta en evidencias suficientes o si la versión de Mazza prevalece. Independientemente del resultado final, este caso pone de manifiesto la necesidad de un riguroso escrutinio sobre las prácticas policiales, asegurando así la confianza pública en las instituciones.