En una escalada del conflicto en Oriente Medio, Israel lanzó ataques aéreos contra infraestructuras en Yemen controladas por los rebeldes hutíes. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, justificó la acción como una medida necesaria para neutralizar la amenaza que representan los hutíes, a quienes calificó como “el brazo terrorista de Irán”. La ONU, por su parte, condenó enérgicamente los ataques, expresando especial preocupación por el impacto en la población civil y las operaciones humanitarias en un país ya devastado por la guerra.
La imagen del humo elevándose tras los ataques israelíes cerca del aeropuerto de Saná, Yemen, ilustra la intensidad de la ofensiva y el potencial daño a infraestructuras clave. El aeropuerto, un punto vital para la ayuda humanitaria, quedó inoperativo tras el bombardeo, dificultando aún más la entrega de suministros esenciales a la población yemení.
Netanyahu: “Completaremos la tarea”
Desde una base aérea, Netanyahu, acompañado por el jefe del Estado Mayor y el ministro de Defensa, supervisó los bombardeos y declaró que Israel persistirá en su ofensiva “hasta completar la tarea” de neutralizar a los hutíes. En un discurso con referencias religiosas a la festividad de Janucá, Netanyahu comparó la situación actual con la resistencia de los macabeos y reiteró su determinación de “cortar el brazo terrorista de Irán” en la región.
El primer ministro israelí enmarca el ataque dentro de una estrategia más amplia de confrontación con Irán y sus aliados en la región. Según las autoridades israelíes, el país se encuentra en una “Guerra del Renacimiento”, combatiendo en siete frentes: Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Irak, Yemen y contra el propio Irán.
Estamos decididos a cortar el brazo terrorista de Irán.
El ministro de Defensa, Israel Katz, secundó a Netanyahu con una advertencia contundente: “Quien ataque a Israel, le atacaremos”. Katz prometió “cazar” a los líderes hutíes y aseguró que “nadie podrá eludir la larga mano de Israel”. El ministro de Exteriores, Gideon Saar, añadió que Israel “no tolerará agresiones no provocadas” y tomará las medidas necesarias para proteger su seguridad.
ONU condena la escalada y advierte sobre crisis humanitaria
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda alarma por los ataques israelíes, calificándolos de “especialmente alarmantes”. Guterres condenó la escalada de tensiones y advirtió sobre el grave riesgo que representan los bombardeos para las operaciones humanitarias en Yemen.
En un país sumido en una guerra civil de más de una década y considerado el más pobre del mundo árabe, millones de personas dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Los ataques a puertos y aeropuertos, infraestructuras clave para la entrada de suministros, amenazan con agravar la crisis humanitaria.
Guterres hizo un llamado al respeto del derecho internacional humanitario, instando a la protección de civiles e infraestructuras. El secretario general recordó que el personal humanitario no debe ser objetivo de ataques y debe ser respetado y protegido.
La presencia en el aeropuerto de Saná de una delegación de la OMS, encabezada por su director Tedros Ghebreyesus, en el momento del ataque, subraya la vulnerabilidad de las organizaciones humanitarias en la zona. Si bien Ghebreyesus resultó ileso, un miembro de su equipo sufrió heridas.
La imagen del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, refleja la postura firme de Israel en el conflicto. Sus declaraciones sobre la necesidad de neutralizar a los hutíes, considerados una amenaza para la seguridad israelí, marcan una escalada en las tensiones regionales.
Implicaciones regionales e internacionales
El ataque israelí a Yemen y la respuesta de la ONU se producen en un contexto de crecientes tensiones en Oriente Medio. La rivalidad entre Israel e Irán, la guerra civil en Yemen y la inestabilidad en otros países de la región crean un escenario volátil con potencial para una escalada mayor del conflicto.
La comunidad internacional observa con preocupación los acontecimientos, buscando formas de desescalar la situación y evitar un conflicto de mayores proporciones. Las consecuencias humanitarias de una guerra prolongada en Yemen serían devastadoras.
El llamado de la ONU al respeto del derecho internacional y la protección de civiles es crucial en este momento. La comunidad internacional debe ejercer presión sobre las partes involucradas para que se comprometan con una solución pacífica y eviten acciones que puedan poner en peligro la vida de civiles y agravar la crisis humanitaria.
La decisión de Israel de atacar objetivos en Yemen, un país con el que no comparte fronteras, amplía el alcance geográfico del conflicto y genera interrogantes sobre las futuras acciones de Israel en la región. La respuesta de la comunidad internacional y la evolución de la situación en Yemen en los próximos días serán determinantes para el futuro de la estabilidad en Oriente Medio.