Desde la ciudad que vio nacer a referentes feministas como Leonor Marzano, un grupo de intendentas cordobesas alza la voz en defensa de los derechos de las mujeres y la comunidad LGBT+, confrontando directamente con las declaraciones del presidente Javier Milei en el Foro Económico Mundial de Davos. Milei, en su intervención, no solo cuestionó la agenda de género, sino que también propuso eliminar la tipificación del femicidio, argumentando que se trata de un concepto “woke” que busca imponer una “batalla cultural”. Esta postura ha generado una fuerte controversia en Argentina, donde el movimiento feminista ha logrado importantes avances en la lucha contra la violencia de género.
Unidas por la defensa de los derechos
Las intendentas, provenientes de diversas localidades de la provincia, emitieron un comunicado conjunto en el que expresan su “enérgico rechazo” a los dichos del presidente. “Sus palabras representan un claro ataque a las mujeres y a la comunidad LGBT+”, afirman, rechazando la idea de que la defensa de derechos básicos sea una “batalla cultural” impuesta. Para estas líderes políticas, la verdadera batalla cultural reside en “sostener derechos, ampliarlos y contribuir a construir una sociedad más inclusiva”.
En el comunicado, las intendentas cordobesas argumentan que la propuesta de Milei de eliminar la figura del femicidio del Código Penal representa un grave retroceso para la sociedad argentina. “Lejos de ser una sociedad libre, estaríamos retrocediendo cultural y socialmente”, advierten. La eliminación de esta figura legal, según las firmantes, ignora las normativas nacionales e internacionales que reconocen la violencia de género como un problema estructural profundamente arraigado.
Carolina Basualdo, intendenta de Despeñaderos y una de las impulsoras del comunicado, enfatizó la importancia de la unidad en este momento crucial. “No podemos permitir que se desmantelen los avances que tanto nos costó conseguir”, declaró en una entrevista radial. Basualdo, junto a sus colegas Julieta Aquino (Inriville), Claudia Acosta (Mi Granja), y otras líderes locales, se han convertido en la punta de lanza de la resistencia contra las políticas que consideran regresivas para los derechos de las mujeres y las disidencias.
El Femicidio: Un problema estructural
La tipificación del femicidio como un delito específico en el Código Penal argentino, introducida en 2012, fue un logro histórico del movimiento feminista. Esta figura legal reconoce la violencia extrema que sufren las mujeres por el hecho de ser mujeres, visibilizando un problema que durante mucho tiempo permaneció oculto. La propuesta de Milei de eliminarla, reemplazándola por el concepto general de homicidio, descontextualiza la problemática y borra la especificidad de la violencia de género, según argumentan las intendentas.
Datos del Observatorio de las Violencias de Género “Ahora Que Sí Nos Ven” revelan que en Argentina se produce un femicidio cada 30 horas. Estas cifras alarmantes demuestran la gravedad de la situación y la necesidad de políticas públicas que aborden la problemática de manera integral. La propuesta de Milei, en este contexto, es vista por muchos como una negación de la realidad y una amenaza para la seguridad de las mujeres.
Más allá del femicidio: La lucha por la igualdad
El rechazo a los dichos de Milei se extiende más allá del tema del femicidio. Las intendentas cordobesas también se pronunciaron en contra de sus declaraciones sobre la comunidad LGBT+, considerándolas discriminatorias e intolerantes. En Davos, Milei criticó lo que él llama la “ideología de género”, argumentando que atenta contra los “valores tradicionales” de la familia. Para las intendentas, esta postura representa una amenaza para la diversidad y la inclusión social.
La lucha por la igualdad de género y la no discriminación es una tarea que requiere un compromiso constante por parte del Estado y de la sociedad en su conjunto. El comunicado de las intendentas cordobesas es un llamado a la acción para defender los derechos adquiridos y seguir avanzando hacia una sociedad más justa e igualitaria para todos. En un contexto político polarizado, donde los discursos de odio y discriminación parecen ganar terreno, la unión de estas líderes locales se presenta como un faro de esperanza para la construcción de un futuro mejor.