La ciudad de Córdoba se encuentra sumida en una creciente ola de inseguridad que afecta particularmente a los conductores de aplicaciones de transporte como Uber y Didi. En las últimas horas, tres personas fueron detenidas en relación con una serie de robos calificados, amenazas y lesiones graves contra choferes. Estos hechos violentos se suman a la tensión existente con el sector de taxistas, que protestan por la competencia de las plataformas digitales y la caída en sus ingresos.
Ola de violencia contra conductores de apps
La Dirección General de Investigaciones Criminales de la Policía de Córdoba llevó a cabo una serie de allanamientos en los barrios Campo de la Rivera, Yapeyú y Villa Inés, que resultaron en la detención de dos hombres y una mujer. Se les acusa de estar involucrados en robos a mano armada, amenazas y agresiones físicas contra conductores de Uber y Didi. En los operativos, se secuestró una motocicleta con pedido de captura, 25 teléfonos celulares y dos routers que podrían estar relacionados con la organización de los delitos. Las autoridades sospechan que los detenidos formaban parte de una banda dedicada a asaltar a choferes de aplicaciones, aprovechando la vulnerabilidad que implica trabajar en la vía pública y la falta de medidas de seguridad específicas para este sector.
Uno de los casos más impactantes de violencia reciente fue el de Dante, un joven conductor de Uber que fue brutalmente atacado con un ladrillazo en la cabeza mientras trabajaba en barrio General Mosconi. Según el testimonio de su hermana, Beatriz Caminos, Dante se encuentra internado en el Hospital de Urgencias con hundimiento de cráneo. “Es un milagro que esté vivo”, declaró Beatriz, quien también expresó su desesperanza por recuperar el vehículo robado, la principal herramienta de trabajo de su hermano. La falta de testigos y de registros de cámaras de seguridad dificulta la investigación y la identificación de los agresores. Este caso conmocionó a la opinión pública y puso en evidencia la precariedad y los riesgos a los que se enfrentan los conductores de aplicaciones en Córdoba.
El conflicto con los taxistas: competencia y reclamos
Paralelamente a la creciente inseguridad, se agudiza el conflicto entre taxistas y conductores de aplicaciones. El Sindicato de Peones de Taxi de Córdoba, liderado por Miguel Arias, denuncia una caída del 50% en el trabajo desde la llegada de plataformas como Uber y Cabify. Arias reclama mayores controles por parte de la Municipalidad y espera con ansias la implementación de una aplicación estatal que les permita competir en igualdad de condiciones. Las protestas de los taxistas, que en ocasiones han derivado en incidentes violentos contra vehículos de aplicaciones, reflejan la tensión existente en el sector del transporte público de pasajeros.
La movilización de taxistas realizada esta semana en el centro de Córdoba dejó un saldo de tres detenidos por agresiones a colegas que no adhirieron a la medida de fuerza. Los manifestantes atacaron vehículos de taxistas que continuaban trabajando, generando un clima de violencia e intimidación en la vía pública. El fiscal Rubén Caro está a cargo de la investigación de estos incidentes, que ponen de manifiesto la complejidad del conflicto y la necesidad de encontrar soluciones que contemplen los intereses de todos los actores involucrados.
La necesidad de mayor seguridad y regulación
Ante la creciente inseguridad y la tensión en el sector del transporte, se hace imperativo que las autoridades implementen medidas que garanticen la seguridad de los conductores de aplicaciones y regulen la competencia con los taxistas. La falta de un marco legal claro y la ausencia de controles efectivos contribuyen a la proliferación de la violencia y la informalidad. Es necesario establecer protocolos de seguridad específicos para las aplicaciones, como la verificación de identidad de los pasajeros, el seguimiento de los viajes en tiempo real y la posibilidad de denunciar incidentes de forma rápida y eficiente. Asimismo, se debe fortalecer la presencia policial en las zonas de mayor riesgo y garantizar la rápida respuesta ante situaciones de emergencia.
En cuanto a la regulación del sector, es fundamental encontrar un equilibrio que permita la coexistencia de los diferentes modelos de transporte, protegiendo los derechos laborales de todos los trabajadores y garantizando un servicio de calidad para los usuarios. La implementación de una aplicación estatal para taxis podría ser una solución para mejorar la competitividad del sector y evitar la proliferación de plataformas ilegales. Sin embargo, es crucial que esta iniciativa se desarrolle con transparencia y participación de todos los actores involucrados, para evitar que se convierta en una herramienta de control político o de beneficio para unos pocos.
La situación actual en Córdoba exige un debate profundo y responsable sobre la seguridad en el transporte público de pasajeros. Es necesario que las autoridades, los gremios y las empresas de aplicaciones trabajen en conjunto para encontrar soluciones integrales que garanticen la seguridad de los conductores, la calidad del servicio y la convivencia pacífica entre los diferentes actores del sector.
La violencia contra los conductores de aplicaciones no solo afecta a las víctimas directas, sino que también genera un clima de miedo e incertidumbre en toda la sociedad. La falta de seguridad en el transporte público impacta negativamente en la calidad de vida de los ciudadanos y limita las posibilidades de desarrollo económico y social. Es responsabilidad del Estado garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, incluyendo a aquellos que se dedican a prestar servicios de transporte a través de aplicaciones.
Además de las medidas de seguridad y regulación, es fundamental promover una cultura de respeto y convivencia entre los diferentes actores del sector del transporte. La violencia y la discriminación no son la solución a los problemas. Es necesario fomentar el diálogo, la negociación y la búsqueda de consensos para construir una ciudad más segura y justa para todos.