Argentina se encuentra en un momento crucial en su lucha contra la inflación. Tras años de altos índices de precios, el gobierno de Javier Milei ha implementado una serie de medidas para frenar la escalada inflacionaria. En este contexto, las proyecciones de las consultoras privadas para los últimos meses del año y las expectativas para 2025 se convierten en una herramienta clave para comprender el panorama económico actual y futuro del país.
Proyecciones para noviembre y diciembre: ¿se acerca el alivio?
Según las estimaciones de diversas consultoras, la inflación de noviembre se ubicaría en un rango de entre 2,6% y 3%, en línea con la registrada en octubre (2,7%). Si bien esto podría interpretarse como una señal de estabilidad, la realidad es que los precios de los alimentos y bebidas continúan acelerándose. El índice de alimentos y bebidas de LCG, por ejemplo, mostró un aumento del 1,5% en la tercera semana de noviembre, impulsado principalmente por el incremento en el precio de las frutas.
Para diciembre, las proyecciones son similares, aunque con una leve tendencia al alza debido a factores estacionales como las fiestas de fin de año y el aumento del consumo. Expertos como Christian Naud (ACM) y Maximiliano Ramírez (Lambda Consultores) prevén una inflación en torno al 3% para el último mes del año.
El impacto de las medidas gubernamentales
El gobierno de Milei ha implementado medidas como la flexibilización de las importaciones vía courier para intentar contener la inflación. Sin embargo, los analistas coinciden en que el impacto de estas medidas será limitado. Rocío Bisang (Eco Go) y Leila García Kerman (EconViews) señalan que esta medida, si bien positiva, no moverá significativamente la aguja de la inflación general.
La clave para la desinflación, según varios economistas, radica en controlar el ritmo de devaluación del peso (crawling peg). Milei ha condicionado la baja del crawling peg a que se registren dos meses consecutivos con una inflación cercana al 0,2% mensual. Esta medida, de implementarse, podría tener un impacto significativo en la trayectoria de la inflación en 2025.
Si restamos la inflación inducida, la inflación monetaria viene viajando al 0,2% mensual – Javier Milei
¿Cuándo llegará la inflación al 1%?
La pregunta del millón es cuándo la inflación en Argentina podría comenzar con el dígito ‘1’. La mayoría de los analistas consultados coinciden en que este escenario no se dará en el corto plazo. Camilo Tiscornia (C&T) y Maximiliano Ramírez (Lambda Consultores) consideran que es poco probable que la inflación mensual llegue al 1% antes del segundo trimestre de 2025. Factores como la estacionalidad del verano y la inercia inflacionaria jugarían en contra de una desinflación más rápida.
Aldo Abram (Fundación Libertad y Progreso) se muestra más optimista, proyectando que la inflación podría comenzar con ‘2’ adelante a partir de febrero o marzo de 2025, y con ‘1’ en algún momento del segundo trimestre. Esta proyección se basa en la expectativa de que el Banco Central continúe con una política monetaria prudente y que la demanda de pesos se mantenga estable.
Milei ha planteado como condición para levantar el cepo cambiario que se registren tres meses consecutivos con una inflación del 1%. Rocío Bisang (Eco Go) considera que, en un escenario optimista, esto podría ocurrir en la segunda mitad de 2025.
Riesgos y desafíos
El camino hacia una inflación del 1% no está exento de riesgos. Uno de los principales, según Bisang, es una posible corrida cambiaria que podría frenar la desinflación e impulsar los precios al alza. Otro factor a considerar es la evolución de los precios internacionales, especialmente de los commodities, que podrían afectar la inflación interna. Además, la incertidumbre política y la capacidad del gobierno para mantener la disciplina fiscal también jugarán un rol importante en la trayectoria de la inflación en los próximos meses.
Finalmente, es importante destacar que la inflación no es solo un problema económico, sino también social. Los altos índices de precios erosionan el poder adquisitivo de los salarios, impactan en la pobreza y generan incertidumbre en la población. Por lo tanto, la lucha contra la inflación es un desafío que requiere un abordaje integral y el compromiso de todos los actores de la sociedad.