La promesa de un hogar propio, la ilusión de un futuro en un nuevo departamento, se desvaneció para decenas de familias argentinas. Induplack Fiduciaria, una empresa familiar que supo seducir con atractivas ofertas inmobiliarias, hoy enfrenta una investigación judicial por una megaestafa que alcanza los $130 millones en cheques sin fondo. Cinco empresarios, cuatro de ellos pertenecientes a la familia L’Abbate, están acusados de integrar una asociación ilícita dedicada a defraudar a inversores durante los últimos doce años.
El Espejismo de la Vivienda Propia: Induplack y la Trampa del Pozo
Hasta mediados de 2024, Induplack Fiduciaria se presentaba como la llave para acceder al sueño de la vivienda propia. Con promesas de precios accesibles, cuotas en pesos y proyectos de aparente calidad, la empresa captaba inversores para desarrollos inmobiliarios en pozo. Sin embargo, tras el brillo de la publicidad, se escondía una trama de engaños y manejos fraudulentos que hoy deja a su paso un tendal de víctimas y obras inconclusas.
Las redes sociales, otrora vitrina de los proyectos de Induplack, se han convertido en un espacio de denuncia y desesperación. En la cuenta de Instagram de la empresa, los comentarios de los damnificados se acumulan: reclamos por falta de información, obras paralizadas y la angustiante incertidumbre de haber perdido los ahorros de toda una vida. “No borren mis mensajes, quiero respuestas”, implora una mujer que invirtió en un edificio en Saavedra. “Desde junio sin novedades de ustedes”, se lamenta otra, víctima de la estafa en Mataderos. El silencio de la empresa es ensordecedor, un eco del vacío que hoy ocupa el lugar donde deberían estar sus hogares.
La Investigación Judicial: Millones en Cheques sin Fondo y una Asociación Ilícita
La fiscal Mónica Cuñarro, a cargo de la investigación, solicitó la indagatoria de cinco empresarios, entre ellos Vito L’Abbate, cabeza visible de la familia que controla Induplack. La acusación es contundente: asociación ilícita y estafa. La causa, que reúne a 19 víctimas que invirtieron en nueve proyectos fantasma, revela una operatoria sistemática de defraudación. Los cheques sin fondo emitidos por Induplack y una firma paralela, Icons Tech, por un monto que supera los $130 millones, son una prueba irrefutable del desfalco.
Cuñarro, con una destacada trayectoria en la investigación de delitos económicos complejos, como el caso Wenance, que llevó a la cárcel a Alejandro Muszak, ha logrado unificar más de una decena de causas contra Induplack. La Sala VII de la Cámara Criminal y Correccional confirmó los procesamientos de los acusados y dictó un embargo colectivo por más de $700 millones. Sin embargo, para las víctimas, la justicia no llega con la celeridad que la desesperación exige. Muchos de ellos han invertido los ahorros de toda una vida y hoy se enfrentan a la incertidumbre de no tener un techo bajo el cual vivir y la angustia de haber sido engañados.
La mecánica de la estafa: Un esquema perverso de defraudación
La fiscal Cuñarro desentrañó la mecánica de la estafa: Induplack ofrecía departamentos en pozo a precios tentadores, con la promesa de entrega en plazos definidos. Los compradores, ilusionados con la posibilidad de acceder a una vivienda, firmaban boletos de compraventa y comenzaban a pagar las cuotas. Sin embargo, esos fondos, que debían destinarse a la construcción de los edificios, eran desviados para otros fines, dejando las obras inconclusas o, en muchos casos, ni siquiera iniciadas.
“Cuando se cumplía el plazo para la entrega, las obras no habían concluido, otras ni siquiera habían comenzado… se les respondía con evasivas”, afirma la fiscal Mónica Cuñarro.
Ante los reclamos, la empresa respondía con evasivas, dilatando los plazos y alimentando las falsas esperanzas de los inversores. Las cartas documento enviadas por los damnificados quedaban sin respuesta, empujándolos a iniciar acciones legales en el fuero civil. Actualmente, Induplack acumula más de treinta expedientes por escrituración, daños y perjuicios, cobro de sumas de dinero y rescisión de contrato.
El drama de las víctimas: Sueños rotos y la lucha por la justicia
Más allá de los números y las cifras millonarias, la estafa de Induplack representa un drama humano de enormes proporciones. Familias que invirtieron sus ahorros, sus sueños y su futuro en la promesa de un hogar, hoy se encuentran con las manos vacías, enfrentando la angustia de la incertidumbre y la desesperación de haber sido engañados. Muchos de ellos han tenido que postergar sus proyectos de vida, alquilar viviendas precarias o incluso recurrir a la ayuda de familiares y amigos para tener un techo donde vivir. La lucha por la justicia se presenta larga y agotadora, pero la determinación de las víctimas es inquebrantable. Siete de ellas se han constituido como querellantes en la causa penal, buscando no solo la reparación económica, sino también el castigo para los responsables de este fraude.
El caso Induplack no es un hecho aislado en el mercado inmobiliario argentino. La falta de regulaciones y controles, sumada a la ambición desmedida de algunos empresarios, crea un terreno fértil para este tipo de estafas. Es crucial que las autoridades tomen medidas para proteger a los inversores y garantizar la transparencia en el sector. La justicia deberá actuar con celeridad y contundencia para que los responsables de este fraude sean condenados y se siente un precedente que desaliente futuras prácticas delictivas. Mientras tanto, las víctimas de Induplack siguen esperando que se haga justicia y que sus sueños rotos puedan, de alguna manera, ser reconstruidos.