La reciente multa de $300 millones impuesta a Flybondi por la provincia de Buenos Aires por la cancelación de vuelos y la “falta de respuesta” a los consumidores ha desatado una fuerte polémica entre la aerolínea low cost y el gobernador Axel Kicillof. El conflicto no solo pone de manifiesto las tensiones entre el modelo aerocomercial low cost y las políticas del gobierno provincial, sino que también abre un debate sobre las competencias regulatorias en el sector aeronáutico.
Los argumentos de la Provincia
El Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense, liderado por Augusto Costa, justificó la sanción basándose en la Ley N° 24.240 de Defensa del Consumidor. Según la cartera, Flybondi incurrió en “reiteradas infracciones”, incluyendo la cancelación y reprogramación de vuelos sin previo aviso, la dificultad para comunicarse con la empresa para obtener respuestas y la imposibilidad de acceder a reprogramaciones o reembolsos.
Además, se acusa a la aerolínea de no publicar en su sitio web las condiciones generales y particulares de contratación de los servicios, tal como lo exige la ley. La provincia recibió más de 2.400 reclamos contra Flybondi en 2024, lo que la convierte en una de las empresas más denunciadas en territorio bonaerense. El gobierno de Kicillof defiende la multa como una medida necesaria para “garantizar los derechos vulnerados de los consumidores”.
“La Provincia sí defiende los derechos de la comunidad… aplicando la multa y exigiéndole a la empresa su adecuación a la ley”
La respuesta de Flybondi
Flybondi rechaza categóricamente la multa y anunció que la impugnará. La empresa argumenta que la provincia de Buenos Aires no tiene jurisdicción en materia aeronáutica, ya que esa competencia recae exclusivamente en la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Según la aerolínea, siempre ha respondido a los reclamos a través de los canales de comunicación habilitados y ha brindado a los pasajeros la información necesaria para ejercer sus derechos.
Flybondi afirma que las cancelaciones y reprogramaciones se deben a ajustes operativos necesarios para optimizar su servicio y que los pasajeros fueron informados con la debida anticipación. La empresa se defiende argumentando que está trabajando en un plan para normalizar sus operaciones, presentado a la ANAC, y que las reprogramaciones de vuelos forman parte de ese proceso.
El contexto político
La polémica entre Flybondi y Kicillof se enmarca en un contexto político más amplio, marcado por las tensiones entre el gobierno provincial y el modelo de las aerolíneas low cost. Kicillof, como ex ministro de Economía y defensor de Aerolíneas Argentinas, ha criticado en reiteradas ocasiones el modelo low cost, argumentando que prioriza la rentabilidad por encima de la calidad del servicio y los derechos de los pasajeros.
La reciente intimación de la Secretaría de Transporte de la Nación a Flybondi para que presente un plan correctivo para reducir las cancelaciones refuerza la postura del gobierno nacional en este sentido. El gobierno de Alberto Fernández, al igual que el de Kicillof, se muestra crítico con las prácticas de las aerolíneas low cost y busca proteger los intereses de Aerolíneas Argentinas, la aerolínea de bandera.
Por otro lado, la situación de Flybondi se complica aún más considerando los recientes paros de los gremios aeronáuticos, que generaron caos en el sector y miles de pasajeros varados. Este contexto de inestabilidad en el sector aerocomercial aumenta la presión sobre Flybondi y la convierte en un blanco fácil para las críticas del gobierno.
Un debate abierto
El caso Flybondi plantea interrogantes sobre la regulación del sector aerocomercial en Argentina y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la competencia, la eficiencia y la protección de los derechos de los consumidores. ¿Tiene la provincia de Buenos Aires la facultad para sancionar a una aerolínea por incumplimiento de la ley de defensa del consumidor, o es competencia exclusiva de la ANAC? ¿Es el modelo low cost inherentemente problemático, o las dificultades de Flybondi se deben a una mala gestión empresarial?
Estas son algunas de las preguntas que surgen a raíz de la polémica y que deberán ser debatidas por los actores involucrados: gobierno, empresas y consumidores. La resolución del conflicto entre Flybondi y Kicillof sentará un precedente importante para el futuro del sector aerocomercial en Argentina. Mientras tanto, los pasajeros siguen esperando soluciones a las cancelaciones y reprogramaciones que afectan sus planes de viaje.