En una madrugada que prometía ser tranquila en Córdoba, la irresponsabilidad encendió la alarma. Una fiesta clandestina masiva, con la *escalofriante cifra de 700 asistentes*, fue desarticulada en Villa Revol. ¿Es este el precio de la diversión? ¿Hasta cuándo permitiremos que la imprudencia ponga en jaque nuestra seguridad?
Villa Revol: El epicentro de la imprudencia
El operativo, desplegado por la Policía y Fiscalización Municipal, dejó al descubierto una escena dantesca: una vivienda convertida en un hervidero de gente, sin habilitación, sin medidas de seguridad… una **bomba de tiempo** a punto de estallar en la calle Los Incas al 2500.
Al irrumpir, las autoridades se toparon con un mar de rostros que, cegados por la euforia, parecían haber desterrado de su memoria la pandemia, los protocolos y el elemental respeto por el prójimo. _¿En qué momento la diversión se divorció de la responsabilidad?_
La **indignación** se acrecienta al constatar la ausencia total de medidas de seguridad: ni salidas de emergencia, ni extinguidores, ni personal médico. En caso de un incendio o una estampida, _¿cómo habrían escapado 700 personas de ese infierno improvisado?_ La sola idea estremece.
Las Voces Silenciadas: Testimonios de Vecinos
“_Es una vergüenza, no se puede vivir así. Todas las semanas es lo mismo, música a todo volumen hasta la madrugada y nadie hace nada_”, comenta una vecina, que prefiere mantener el anonimato por temor a represalias.
Otro vecino, visiblemente alterado, agrega: “_Ya no sabemos a quién recurrir. Llamamos a la policía, pero tardan horas en llegar, y cuando llegan, la fiesta ya está terminando. Parece que nadie se toma esto en serio_”.
Consecuencias y responsabilidades: ¿Quién pagará los platos rotos?
La clausura del lugar es un mero trámite burocrático. _¿Es suficiente?_ Los organizadores son los principales responsables, pero también aquellos que, con su presencia, alimentaron esta **cadena de irresponsabilidad**.
Desde la Municipalidad aseguran que se labraron actas de infracción y que se investigará a fondo la responsabilidad de los propietarios del inmueble. _Ojalá que esta vez las sanciones sean ejemplares y que sienten un precedente para evitar futuras tragedias_.
El eco de la imprudencia: Córdoba no aprende
La fiesta de Villa Revol no es un lunar aislado en el mapa de la irresponsabilidad. En los últimos meses, las fiestas clandestinas se han propagado como un virus en Córdoba, desafiando las normas y poniendo en riesgo la salud pública. A continuación, dos ejemplos que ilustran esta **triste realidad**:
Alta Córdoba: Violencia e impunidad
A mediados de este mes, otra fiesta, esta vez en Alta Córdoba, fue desarticulada con más de 150 asistentes. La intervención policial se produjo tras las denuncias de vecinos hartos de la música y la venta ilegal de alcohol. _¿Dónde está el límite?_
Pero lo más **grave** es que algunos de los asistentes respondieron con violencia, atacando a los efectivos policiales con piedras. _¿Es esta la nueva normalidad? ¿La violencia es la respuesta a la autoridad?_
Río Cuarto: La fiesta itinerante de la ilegalidad
En Río Cuarto, un evento bautizado como La Lupita Fest fue clausurado ¡dos veces en la misma noche! La primera vez, por carecer de habilitación. La segunda, tras ser trasladado a una casaquinta burlando la clausura inicial. _¿Acaso pensaban que la ley era un chiste?_
Las autoridades desalojaron a 400 personas que, desoyendo la prohibición, se congregaron nuevamente en el nuevo emplazamiento. _Una burla a la ley, una falta de respeto a la sociedad y un peligro latente para la salud pública_.
¿Qué podemos hacer? Un llamado a la acción ciudadana
_¿Cómo frenar esta ola de irresponsabilidad?_ La respuesta no es sencilla, pero empieza por la **conciencia** y la **acción** de cada uno de nosotros. No podemos ser cómplices silenciosos de este despropósito.
- **Denuncia:** Si conoces o sospechas de una fiesta clandestina, no dudes en denunciarla. Llama al 911 o comunícate con las autoridades municipales.
- **Concientización:** Habla con tus amigos y familiares sobre los riesgos de asistir a estos eventos. Comparte información y testimonios que demuestren las consecuencias negativas.
- **Responsabilidad:** Si eres organizador de eventos, asegúrate de cumplir con todas las normas y protocolos de seguridad. No pongas en riesgo la vida de los demás.
La pandemia nos ha enseñado que la salud es un **bien común** que debemos proteger entre todos. No permitamos que unos pocos irresponsables dilapiden el esfuerzo colectivo. _El futuro de nuestra sociedad está en nuestras manos. Actuemos con responsabilidad y conciencia_.
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