En un contexto marcado por la creciente preocupación por el dengue y la escasez de vacunas en farmacias, un grupo de estudiantes secundarios de Córdoba ha logrado un avance científico que promete revolucionar la lucha contra esta enfermedad. Alumnos de tercero, cuarto y quinto año del Instituto Dalmacio Vélez Sarsfield, en el barrio General Bustos, han desarrollado un hongo capaz de eliminar el mosquito Aedes aegypti en todos sus estados, incluyendo larva, pupa y huevos. Este descubrimiento, realizado en el marco del proyecto “Denguititis”, no solo representa una innovación en el control biológico del dengue, sino que también destaca el potencial de la investigación científica en la educación secundaria.
Denguititis: Un proyecto que nace de la necesidad
El proyecto “Denguititis” surge como respuesta a la problemática del dengue en la provincia de Córdoba, buscando involucrar a los estudiantes en la búsqueda de soluciones innovadoras. Bajo la dirección del profesor Randolfo Velázquez y con la asesoría de destacados investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), los alumnos se propusieron encontrar un método efectivo para combatir el mosquito transmisor del dengue. La idea central era desarrollar una alternativa a las fumigaciones tradicionales, que si bien eliminan al mosquito adulto, no afectan a las larvas ni a los huevos, permitiendo la proliferación del insecto.
El equipo de “Denguititis” se centró en el hongo entomopatógeno Bauveria bassiana, conocido por su capacidad para controlar diversas plagas de insectos. Tras un proceso de investigación y experimentación, lograron aislar y cultivar este hongo, alimentándolo a base de carbohidratos y reproduciéndolo en un ambiente húmedo. El resultado fue un caldo químico que, al ser rociado sobre las superficies donde se cría el mosquito, elimina eficazmente todas sus formas, incluyendo huevos y larvas.
Un arma biológica precisa y segura
La innovación del proyecto “Denguititis” radica en la capacidad del hongo Bauveria bassiana para actuar de manera específica sobre el mosquito del dengue, sin afectar la salud de personas, animales ni plantas. A diferencia de los insecticidas químicos, que pueden tener efectos nocivos para el medio ambiente y la salud humana, el caldo químico desarrollado por los estudiantes se presenta como una alternativa biológica segura y eficaz.
El hongo actúa penetrando el sistema nervioso del mosquito, causando progresivamente fallas que conducen a su muerte. Esta acción selectiva minimiza el impacto sobre otras especies y ecosistemas, lo que convierte al caldo químico en una herramienta valiosa para el control biológico del dengue, especialmente en áreas urbanas y rurales donde la presencia del mosquito es un problema de salud pública.
Proyección a futuro y compromiso social
Los estudiantes de “Denguititis” no se conforman con el éxito alcanzado en el laboratorio. Su objetivo es que el caldo químico pueda ser utilizado en el campo y en las ciudades, contribuyendo a la prevención y control del dengue a nivel nacional e internacional. Con este fin, han enviado los resultados de su investigación a los ministerios de Salud de todas las provincias argentinas, buscando la aprobación y el apoyo para la producción y distribución masiva del producto.
Además, han contactado a empresas públicas y privadas con el propósito de escalar la producción del caldo químico y hacerlo accesible a la comunidad. Su visión es que este desarrollo se convierta en una herramienta clave para combatir el dengue, especialmente en zonas con recursos limitados o con alta incidencia de la enfermedad.
El proyecto “Denguititis” es un ejemplo inspirador de cómo la investigación científica puede surgir en el ámbito educativo, impulsada por la creatividad y el compromiso social de los jóvenes. Esta iniciativa no solo demuestra el potencial de los estudiantes para abordar problemáticas reales, sino que también abre nuevas posibilidades en la lucha contra el dengue, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo.
El entusiasmo y la dedicación de estos jóvenes científicos, junto con el apoyo de sus docentes y asesores, han logrado un avance significativo en la búsqueda de soluciones para el dengue. Su trabajo no solo promete un impacto positivo en la salud pública, sino que también inspira a otros estudiantes y a la comunidad en general a involucrarse en la investigación científica y la innovación.