Marius Borg Høiby, el hijo de 27 años de la princesa heredera Mette-Marit de Noruega, se encuentra envuelto en un nuevo escándalo que sacude a la familia real. Esta vez, el joven enfrenta graves acusaciones de agresión sexual, añadiendo un capítulo más a una historia que ya acumula una serie de incidentes policiales.
El arresto y las acusaciones
Høiby fue arrestado el lunes 18 de noviembre alrededor de las 23:00 horas en Hvalstad, Asker, cerca de la residencia real de Skaugum. La policía noruega no ha dado detalles sobre las circunstancias del arresto, pero se sabe que se relaciona con una acusación de agresión sexual. La gravedad de las acusaciones ha generado una gran conmoción tanto dentro como fuera de Noruega, dada la estrecha relación familiar de Høiby con la futura reina.
Las acusaciones de agresión sexual contra Høiby incluyen la presunta violación de una mujer. La policía ha declarado que la víctima fue incapaz de resistirse al acto, pero no han ofrecido más detalles sobre el incidente para proteger la identidad de la víctima. A diferencia de otras ocasiones, esta vez se especula la existencia de evidencia adicional, lo que podría complicar la situación legal del joven.
Un historial de problemas con la ley
Este incidente no es el primero en el que Høiby se ve involucrado con la justicia. En agosto de 2023, fue acusado de lesiones corporales tras una pelea nocturna en el apartamento de Oslo de una mujer con la que mantenía una relación. La mujer denunciante, Rebecca Helberg Arntsen, resultó herida en el incidente y fue hospitalizada, lo que posteriormente llevó al arresto de Høiby. La policía encontró un cuchillo en la pared del dormitorio de la víctima, sumando más gravedad al suceso.
Tras su arresto, Høiby admitió haber agredido a Arntsen, a quien describió como su “novia”. Posteriormente, en septiembre, volvió a ser detenido por violar una orden judicial de restricción contra la misma mujer. Su abogado ha declarado públicamente que Høiby sufre varios trastornos mentales y que ha luchado contra el abuso de sustancias durante mucho tiempo, información que el joven ha reconocido públicamente, aunque aclarando que su situación personal no justifica sus acciones.
La reacción de la familia real
El príncipe Haakon, padrastro de Marius y futuro rey de Noruega, se ha pronunciado sobre el asunto a través de un comunicado. Haakon, actualmente de visita oficial en Jamaica, manifestó su preocupación por todos los afectados e hizo hincapié en la necesidad de dar espacio a la policía y el sistema legal para que investiguen a fondo y actúen de acuerdo a la ley. Sus declaraciones destacan el difícil equilibrio que la familia real noruega debe mantener entre el apoyo familiar y la obligación de mostrar respeto por el proceso legal.
La princesa Mette-Marit, madre de Marius, ha mantenido un perfil bajo en el asunto, evitando realizar declaraciones públicas por el momento. La situación es sin duda extremadamente dolorosa para la familia, obligándolos a navegar por aguas turbulentas de escándalos públicos y consecuencias legales, un tema delicado dada su visibilidad social. La familia real se enfrenta a un periodo complejo, entre la protección a su hijo y la imagen pública.
El descubrimiento de videos y la nueva investigación
Un nuevo elemento ha surgido en este caso: la policía encontró videos en el teléfono móvil de Marius Borg Høiby que creen podrían mostrar la agresión sexual de la que se le acusa. Esta revelación añade otra capa de complejidad a la situación, reforzando la gravedad de las acusaciones en contra del joven.
El abogado de Høiby ha salido a desmentir la relación entre los videos y las acusaciones de agresión sexual, argumentando que el contenido de los videos, visto en contexto, no muestra ningún delito. Sin embargo, la policía ha iniciado una investigación independiente basándose en la existencia de estos videos y una nueva víctima ha sido identificada y ha confirmado su presencia en las grabaciones.
Implicaciones para la familia real y el futuro
Las continuas acusaciones contra Marius Borg Høiby representan un desafío significativo para la imagen pública de la familia real noruega. El hecho de que el hijo de la futura reina esté involucrado en repetidos incidentes de violencia y que ahora se enfrenta a una grave acusación de agresión sexual crea un escenario complejo con implicaciones a largo plazo. La opinión pública espera respuestas, transparencia y el cumplimiento de la ley con respecto al caso.
Aunque el joven no desempeña un rol público oficial, su cercanía a la familia real y su vinculación con la futura monarca hacen que este caso tenga consecuencias más amplias. Su actuar repercute en la institución monárquica y la opinión pública noruega, exigiendo un proceso justo y transparente.
La investigación continúa y el destino legal de Marius Borg Høiby aún está por determinarse. Sin embargo, este caso ya ha dejado una profunda marca en la familia real noruega, generando interrogantes sobre su futuro y el impacto de este tipo de acontecimientos en la percepción pública de la monarquía.