Un nuevo episodio de violencia política sacudió la escena mediática argentina. El dirigente piquetero Eduardo Belliboni y el influencer libertario Fran Fijap protagonizaron un altercado físico durante una entrevista en el programa “Domados”, conducido por María Julia Oliván. El incidente, que rápidamente se viralizó en redes sociales, reavivó el debate sobre la escalada de agresividad en el discurso político y la preocupante normalización de la violencia como herramienta de confrontación.
De la discusión a los golpes: ¿cómo se desencadenó el conflicto?
El programa de Oliván buscaba confrontar visiones políticas opuestas, invitando al diálogo entre figuras con posturas divergentes. Sin embargo, la tensión entre Belliboni y Fijap se hizo palpable desde el inicio. La entrevista, que comenzó con un tono áspero, fue escalando en intensidad hasta llegar al punto de quiebre: el rechazo de Fijap a darle la mano a Belliboni, acompañado de un insulto (“tocá para allá, boludo”), desató la furia del dirigente piquetero.
La respuesta de Belliboni (“A mí no me digas boludo porque me levanto y te doy un sopapo”) fue el preludio de la agresión física. El video del incidente muestra cómo Belliboni se levanta de su silla y se abalanza sobre Fijap, quien retrocede hasta refugiarse detrás de la conductora. Oliván intenta interponerse entre ambos, pero la situación se torna incontrolable. Si bien la grabación difundida fue editada, mostrando solo el inicio del altercado, la violencia del encuentro quedó en evidencia.
Versiones cruzadas: la palabra de los protagonistas
Tras el incidente, las versiones de ambos protagonistas se contraponen. Fran Fijap, a través de su cuenta de X (Twitter), denunció un intento de asesinato por parte de Belliboni, asegurando que también la conductora fue agredida. “Belliboni intentó asesinarme”, escribió Fijap, actualizando su biografía en la red social para definirse como “sobreviviente de tres intentos de asesinato kirchneristas”.
Eduardo Belliboni, en declaraciones a AM 750, ofreció una versión diferente. Según el dirigente del Polo Obrero, la agresión inicial partió de Fijap, quien lo habría insultado llamándolo “viejo pelotudo” al finalizar el programa. “Le extendí la mano para saludarlo y me dijo ‘yo no te voy a dar la mano porque sos un viejo pelotudo’, entonces se paró y me empujó. El agredido fui yo, verbal y físicamente”, declaró Belliboni. Además, el piquetero argumentó que actuó en defensa propia y remarcó sus problemas de salud, afirmando no estar en condiciones físicas para una pelea.
Violencia política y debate público: un problema recurrente
El enfrentamiento entre Belliboni y Fijap no es un hecho aislado. Se enmarca en un contexto de creciente polarización política en Argentina, donde la violencia verbal y física se han naturalizado como parte del debate público. Las agresiones sufridas por Fran Fijap en manifestaciones anteriores, tanto por parte de militantes de izquierda como de radicales, evidencian la peligrosidad de esta tendencia.
La banalización de la violencia en el discurso político tiene consecuencias graves para la convivencia democrática. No solo genera un clima de hostilidad e intolerancia, sino que también inhibe la posibilidad de un diálogo constructivo y la búsqueda de consensos. Cuando la agresión física reemplaza al intercambio de ideas, se erosionan los fundamentos mismos del debate democrático.
Resulta preocupante que este tipo de eventos se produzcan en medios de comunicación, espacios que deberían promover el debate plural y responsable. La responsabilidad de los medios a la hora de generar climas propicios para la discusión sin violencia es ineludible.
El rol de las redes sociales en la amplificación del conflicto
Las redes sociales jugaron un papel crucial en la difusión y amplificación del conflicto. La militancia digital de La Libertad Avanza, partido al que adhiere Fijap, rápidamente viralizó imágenes del altercado, contribuyendo a la polarización del debate.
Si bien las redes sociales pueden ser una herramienta valiosa para la democratización de la información, también pueden convertirse en un amplificador de la violencia y la desinformación. La inmediatez y la falta de filtros en la difusión de contenido pueden generar un efecto bola de nieve, donde las noticias se distorsionan y se amplifican las emociones negativas. Es fundamental un consumo responsable de la información que circula en redes sociales, contrastando las fuentes y evitando la propagación de noticias falsas o tendenciosas.
Reflexiones finales: la necesidad de un debate constructivo
El episodio de violencia entre Belliboni y Fijap debería servir como una llamada de atención sobre la necesidad de un debate político más respetuoso y constructivo. La democracia se basa en el diálogo y el intercambio de ideas, no en la agresión física o la descalificación personal. La intolerancia y el fanatismo son enemigos de la convivencia pacífica y del progreso social. Es responsabilidad de todos, tanto de los actores políticos como de la ciudadanía en general, construir un clima de diálogo donde las diferencias se resuelvan a través de la palabra y no de la violencia.
La dirigencia política debe dar el ejemplo, promoviendo un discurso que rechace la violencia en todas sus formas. Asimismo, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de fomentar el debate plural y responsable, evitando la espectacularización del conflicto. Finalmente, cada ciudadano debe ser consciente del poder de sus palabras y acciones, promoviendo la tolerancia y el respeto por las ideas diferentes a las propias. Solo a través de un esfuerzo colectivo podremos construir una sociedad más democrática y pacífica.