En un escándalo que sacude la política bonaerense, el Ministro de Transporte de Axel Kicillof, Jorge D’Onofrio, se encuentra en el ojo del huracán. Acusaciones de corrupción, un entramado de fotomultas y la imputación de varios jueces de faltas han desatado una tormenta que podría costarle el cargo. La Coalición Cívica, con el apoyo explícito de Elisa Carrió, exige su renuncia inmediata.
La Caída del Ministro: Fotomultas y un Río de Dinero
La investigación, que avanza a pasos agigantados, desvela un supuesto esquema de corrupción que involucra millones de dólares. Según las acusaciones, D’Onofrio, su novia y concejal de Pilar, Claudia Pombo, y el jefe de la VTV, Facundo Asencio, estarían involucrados en maniobras de lavado de dinero. Las autoridades investigan posibles conexiones con varios jueces de faltas provinciales. Hablamos de un entramado de poder y dinero sucio que parece no tener fin.
La magnitud del problema es asombrosa. Se estima que los retornos ilegales podrían superar los 50 millones de dólares, una cifra escandalosa que refleja el nivel de descaro y la falta de escrúpulos de los involucrados. El lujo desmedido de los implicados contrasta brutalmente con la realidad de los bonaerenses que, día a día, se ven afectados por la falta de inversión pública.
El Llamado de Carrió y la Respuesta de Kicillof
Elisa Carrió, la implacable líder de la Coalición Cívica, no ha dudado en señalar a D’Onofrio y Pombo. Recordó denuncias anteriores, en 2020, cuando la actual novia del ministro fue nombrada presidenta del concejo deliberante de Pilar. Carrió destacó en Twitter que, ya por ese entonces, se advertían indicios de su cuestionable historial financiero, un preámbulo de la tormenta que se avecinaba.
La Coalición Cívica no se ha quedado con los brazos cruzados. Presentó una contundente carta al gobernador Axel Kicillof, solicitando formalmente la destitución inmediata de D’Onofrio. Los diputados provinciales Luciano Bugallo, Maricel Etchecoin y Romina Braga se hicieron eco del reclamo ciudadano, al señalar que la permanencia del Ministro en su cargo “es lisa y llanamente inaceptable”.
Kicillof, por su parte, se mantiene en silencio. La presión sobre el gobernador aumenta, con crecientes demandas de la opinión pública para que asuma una postura clara y contundente frente a este escándalo. Hasta el momento, no se ha pronunciado, aunque se rumorea que el propio Massa habría intentado previamente intervenir con Kicillof para una solución extrajudicial que, según los medios, el gobernador habría rechazado.
Un Juez Imputado: Quattrocchi y la Red de Corrupción
El entramado no solo se limita a D’Onofrio y sus allegados. El juez de faltas más importante de la provincia de Buenos Aires, Mario Quattrocchi, también está imputado y se encuentra bajo la lupa. Su amistad con D’Onofrio es, al parecer, más que una simple coincidencia. De hecho, el ministro habría intervenido para que Quattrocchi se hiciera cargo temporalmente del juzgado provincial de San Isidro.
La red es compleja, incluye a más de cinco jueces con acusaciones de irregularidades y abogados inescrupulosos que actuaron como gestores, aprovechándose de la situación para obtener ganancias ilícitas. Es un escándalo de proporciones gigantescas que afecta a la justicia, a la política y, por supuesto, a la ciudadanía que termina pagando el precio de la corrupción.
Quattrocchi, junto con otros jueces como Marcelo Peralta, Alicia Parente, Gonzalo Hernán Vázquez Pol y Miriam Viviana Roldán, son investigados por participar en un sistema donde se desviaban fondos y se favorecían acuerdos clandestinos. Solo Jorge Vicente, de Bahía Blanca, parece haber escapado al radar de las investigaciones. ¿Será mera coincidencia o es evidencia de un esquema cuidadosamente planificado?
El Lavado de Activos y los Lujos desmesurados
Las investigaciones han detectado movimientos millonarios de dinero y lujos desmesurados por parte de los implicados. Claudia Pombo, por ejemplo, habría realizado inversiones millonarias en Málaga, España. Se rumorea que cuenta con un negocio, un bar, y un complejo hotelero en la Costa del Sol, ¿un resultado de haber manejado millones de dólares provenientes de las fotomultas?
D’Onofrio, con un nivel de vida incompatible con su salario, se mueve en un ambiente de opulencia que se encuentra en las antípodas de las carencias que padecen muchos bonaerenses. Se sabe que varios vehículos de alta gama y propiedades inmobiliarias no declaradas se han convertido en evidencia del despilfarro del dinero público.
El fiscal Álvaro Garganta y el juez Adrián González Charvay están llevando adelante la ardua investigación, a pesar de los intentos por frenarla a través de la presentación de la incompetencia ante la Justicia Federal de Campana. Esto es lo que pone aún más en entredicho al Gobierno de Kicillof y al posible conocimiento sobre esta situación. La sociedad observa con atención cómo se desenvuelve este complejo rompecabezas de corrupción.
Un futuro incierto para Kicillof y la política bonaerense
El escándalo pone en jaque al Gobierno de Axel Kicillof. La presión para tomar una decisión definitiva sobre D’Onofrio es inmensa. ¿Se dejará arrastrar por la ola de indignación ciudadana o optará por defender a su ministro, y por ende, tapar un posible encubrimiento? El tiempo dirá si el gobernador elige defender la justicia o, en cambio, se aferra al poder, haciendo oídos sordos ante los gritos de auxilio.
Este escándalo también representa un desafío para la imagen de la política bonaerense. La corrupción, una vieja y recurrente herida, vuelve a abrirse ante la opinión pública. ¿Se tomarán medidas eficaces para frenar este tipo de prácticas o se mantendrá como un cáncer que se alimenta de la impunidad?
Los próximos días serán cruciales. Las investigaciones seguirán su curso y nuevas revelaciones podrían arrojar más luz sobre este complejo entramado de corrupción que involucra a políticos, jueces y funcionarios. En definitiva, lo que está en juego no son sólo los cargos de quienes actualmente ostentan el poder, sino también la credibilidad del sistema y la confianza de la sociedad.
“Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.” – Mateo 5
Esta cita bíblica, que comparte Carrió en sus redes sociales, refleja el sentir de muchos bonaerenses que exigen justicia y transparencia en la gestión pública. La lucha contra la corrupción es un desafío que exige compromiso, valentía e integridad. La pregunta del millón es, ¿tendrá Kicillof el coraje de tomar las medidas necesarias para enfrentar el cáncer que infecta la política bonaerense?