¡Ay, Dios mío! Los Emmy 2024, una oda al buen gusto… o a la falta del mismo. Desde la alfombra roja internacional hasta la estadounidense, un desfile de aciertos y desastres que dejaron a este humilde analista de la moda con la boca abierta. Prepárense, porque la opinión de Amarillo “Polémica” Pérez no dejará indiferente a nadie.
Emmy Internacional: ¡Un festín de brillos… y de horrores!
Empezamos con la alfombra roja internacional, donde algunos intentaron brillar con luz propia, y otros… bueno, otros brillaron por su ausencia de estilo. Natalia Oreiro, siempre la reina indiscutible, lució un vestido negro que, si bien era atrevido, rozaba el exceso de transparencias. ¿Demasiado? Tal vez. Pero ¿quién puede resistirse a su belleza? Si hay algo que sí funciona siempre con Oreiro, es la actitud de estrella que proyecta.
En el lado opuesto del espectro tenemos a Skye P. Marshall. Su vestido, un torbellino de texturas y colores que no combinan, fue calificado de “cabalache” por algunos. Y es que, a veces, menos es más. El resultado fue una falta de elegancia evidente; ¿era un disfraz? Lo dejo a criterio de ustedes, queridos lectores.
Audrey Fleurot, con un vestido de terciopelo verde oscuro, estuvo en la cuerda floja: hermosa la tela, impecable el corte, pero la combinación con el peinado y los accesorios… algo fallaba. El efecto general resultó apagado, y eso es imperdonable en una alfombra roja.
Jacqueline Sato: el volumen que no termina de convencer, como una nube de gasa y encaje. Algunos diseños son mejores en la imaginación que en la realidad. Lo siento por la actriz brasileña, pero su elección fue un fallo monumental.
Emmy Awards EE.UU.: ¡De la elegancia a la catástrofe!
Ahora, pasemos a la alfombra roja estadounidense, donde las estrellas también tuvieron sus momentos estelares… y otros donde se preguntaron: ‘¿Qué me puse?’ Selena Gómez, una diosa en su vestido negro ajustado y brillante. Simplemente espectacular. ¡Un ejemplo a seguir! Esta mujer sabe cómo acaparar miradas.
Pero la noche estuvo salpicada de otras elecciones cuestionables. Meryl Streep, siempre elegante, sorprendió con un traje rosa que generó más confusión que admiración. Meryl, ¿qué pasó? ¿Una noche en el casino de Mónaco? Si bien, el arriesgarse siempre es valido, en este caso, fue un completo fracaso.
Devery Jacobs, ¡oh, Devery Jacobs! Un traje blanco con capas de tul que pareció sacado de una obra de teatro infantil. Su look me recuerda un pastel de bodas volcado al piso. Y no, querida, no funciona para la alfombra roja.
Dakota Fanning, con su vestido champagne con perlas, se ubicó en el terreno seguro. Aunque sobrio, era impecable y elegante. Una muestra de que el minimalismo bien ejecutado puede ser una victoria absoluta.
Y así seguimos con un desfile de looks, donde algunos deslumbraron, otros causaron risa e indignación, y algunos pasaron sin pena ni gloria. Les dejo a ustedes el trabajo de determinar los mejores y peores. Recuerden, la moda es subjetiva, pero el mal gusto, ese es objetivamente criticable.
¡El drama de la moda en los Emmy!
Los Emmy Awards 2024 demostraron una vez más que la alfombra roja es un campo de batalla donde la moda, el glamour y el buen gusto luchan por prevalecer. La variedad de estilos, desde los más clásicos hasta los más arriesgados, nos dejó un festín de imágenes que serán tema de debate durante semanas. Pero una cosa es clara: las lecciones de estilo son muchas, y algunas celebridades deberán ir a clases de urgencias para su siguiente aparición en la red carpet.
Lo que sí es indiscutible es el impacto en las redes sociales. Los looks, buenos o malos, alimentaron las discusiones en Twitter e Instagram, donde los usuarios no dudaron en compartir sus opiniones. Algunos aplaudirán la originalidad; otros condenarán la falta de gusto. El éxito o fracaso de un outfit siempre generará debate, generando tendencia.