El aire denso, el eco de los disparos aún resonando entre las paredes de las casas precarias. Miedo en los ojos de los vecinos, policías protegiéndose tras los patrulleros. En Fontana, Chaco, la noche del miércoles se convirtió en una pesadilla cuando una patrulla fue emboscada. Un operativo antinarcóticos desató una furia incontrolable, dejando un sargento herido y una comunidad sumida en la zozobra. La audacia de los criminales desafía la ley y expone la vulnerabilidad de quienes juraron protegerla. Esto no es solo un ataque a la policía, es un golpe al corazón de Fontana.
Infierno en el Barrio Güemes: Chicotes, Balas y Desesperación
Eran alrededor de las 22 horas cuando los agentes de la Comisaría Segunda de Fontana, buscando información sobre los prófugos Aldo López y José Luis Torre, fueron brutalmente interceptados. El hermano de uno de los prófugos, con un chicote de cadena de bicicleta, atacó al sargento primero Marcelo Díaz, golpeándolo en la espalda. La situación se agravó rápidamente. Familiares enardecidos se sumaron a la agresión, mientras el atacante principal corría a su casa para regresar con un arma de fuego. Los policías, superados en número y en peligro inminente, dispararon al suelo en un intento desesperado por frenar la embestida.
Pero la demostración de fuerza no hizo más que exacerbar la violencia. Testigos relatan cómo varios vecinos, envalentonados, exhibieron armas caseras, sumándose a la resistencia contra la autoridad. La escena era dantesca: policías acorralados, vecinos armados y un clima de linchamiento que hacía temer lo peor. ‘Pensé que no salíamos vivos’, confesó un agente, aún con la voz temblorosa.
En la caótica retirada, la hermana de uno de los prófugos robó el celular del sargento ayudante Armando Blanco, un acto que refleja la impunidad y el desprecio por la ley que impera en ciertos sectores de la comunidad. Minutos después, la madre de los agresores devolvió el teléfono, quizás intentando mitigar las consecuencias legales, pero el daño ya estaba hecho. La herida en el cuerpo del sargento Díaz, aunque leve, es un símbolo de la batalla que libran a diario los policías de Fontana.
“Estamos solos, abandonados. La policía arriesga su vida y nadie nos protege”, declaró un vecino, reflejando el sentir de una comunidad que se siente a la deriva.
¿Quiénes son los Prófugos y por Qué los Buscaban?
Aldo López y José Luis Torre, los individuos que originaron este infierno, son buscados por infracción a la Ley 23.737, la legislación que penaliza el tráfico de estupefacientes. La policía los investigaba por su presunta vinculación con una red de narcotráfico que opera en la zona. Este incidente pone de relieve la estrecha relación entre el crimen organizado y la violencia que azota a Fontana.
La Investigación: ¿Se Hará Justicia?
La fiscal Lilian Irala ha caratulado el caso como «Supuesta resistencia y atentado contra la autoridad, lesiones, robo y amenazas con armas». La investigación, a cargo del comisario Pablo Martín Gómez Leiva, busca determinar el grado de responsabilidad de cada uno de los agresores y establecer si existe una organización criminal detrás de estos hechos. La comunidad exige una respuesta firme y contundente, que garantice la seguridad de los policías y el restablecimiento del orden en el barrio Güemes.
Fontana Sitiada: Radiografía de una Crisis Anunciada
El ataque a la patrulla no es un hecho aislado. Se inscribe en un contexto de creciente violencia y criminalidad en Fontana, donde la proliferación de bandas de narcotraficantes y la falta de oportunidades han creado un caldo de cultivo para la delincuencia. La ausencia del Estado, la falta de recursos y personal policial, y la corrupción, han contribuido a agravar la situación. Los vecinos se sienten rehenes de grupos criminales que operan con total impunidad, desafiando a la autoridad y sembrando el terror.
El Trasfondo Social: Desigualdad y Abandono
Un estudio reciente revela que el 60% de los jóvenes de Fontana no tienen acceso a un empleo formal y que el 40% no ha terminado la escuela secundaria. La falta de oportunidades y la exclusión social son factores determinantes en el aumento de la delincuencia. Es urgente implementar políticas públicas que promuevan la inclusión social, la educación, el empleo y el acceso a la salud, brindando a los jóvenes alternativas al delito y construyendo un futuro mejor para todos.
Un Llamado a la Acción: Seguridad, Justicia y Esperanza
La emboscada en Fontana exige una respuesta integral y urgente. Es fundamental fortalecer las medidas de seguridad y protección para los policías, dotándolos de los recursos y el equipamiento necesarios. Pero la seguridad no es solo responsabilidad del Estado, sino también de la sociedad en su conjunto. Es hora de fomentar la colaboración ciudadana, denunciar los hechos ilícitos y exigir a las autoridades acciones concretas.
- Aumento del personal policial
- Instalación de cámaras de seguridad
- Implementación de programas sociales para prevenir la delincuencia
- Mayor inversión en educación y empleo
No podemos permitir que Fontana siga siendo rehén de la violencia y el abandono. Es hora de construir una comunidad más segura, justa y solidaria, donde la ley se cumpla y donde todos tengan la oportunidad de prosperar. Firma esta petición y exige mayor seguridad en Fontana. Dona para apoyar a las familias de los policías heridos. Comparte esta noticia y únete al debate con el hashtag #FontanaSinMiedo.