El vacío que deja Lía Crucet en la música tropical es inmenso, pero aún mayor es el dolor que atraviesa su familia. La partida de la icónica cantante ha dejado una profunda tristeza en sus seres queridos, quienes han compartido públicamente sus emociones, recuerdos y el difícil proceso de duelo que enfrentan. A través de desgarradores mensajes en redes sociales, entrevistas cargadas de lágrimas y fotos que hablan por sí solas, la familia de Lía Crucet nos permite asomarnos a la intimidad de su dolor, generando una profunda empatía en quienes fueron testigos de la grandeza de la ‘Reina de la Cumbia’.
«Mi foto más triste»: El desgarrador adiós de Karina
Karina Crucet, hija de la cantante, compartió en su cuenta de Instagram una imagen desgarradora: una selfie tomada durante el velorio de su madre, con el rostro marcado por el dolor y la tristeza. La acompañaba su esposo, Sebastián Román, quien se convirtió en su sostén en ese momento tan difícil. La foto iba acompañada de un texto aún más conmovedor: “Mi foto más triste”, escribió Karina, abriendo su corazón al mundo virtual.
En el extenso mensaje que acompañaba la imagen, Karina no solo expresaba su profundo dolor, sino que también agradecía el apoyo recibido. “Quiero agradecer cada mensaje, el apoyo de mis amigos, el apoyo de mi marido Seba Román por apoyarme, el amor de la gente, cada uno de los fans de mi mamá por acercarse a despedirla”, escribió. Un agradecimiento que se extendía también al personal del geriátrico donde Lía pasó sus últimos años, y a Dios, por permitirle acompañar a su madre hasta el final.
En una entrevista con Farándula Show, Karina relató los últimos momentos de Lía Crucet con una emotividad que traspasaba la pantalla. “Falleció justo adelante mío, estábamos las dos solas. Yo pienso que me esperó”, confesó. Un relato conmovedor que reveló la profunda conexión entre madre e hija, y la certeza de Karina de que Lía partió en paz, rodeada del amor de su familia.
El recuerdo imborrable de su nieta, Florencia
Florencia, la nieta de Lía, también quiso despedirse de su abuela a través de las redes sociales. Si bien no pudo estar presente en el velorio, compartió un emotivo video con fotos y videos familiares, recordando momentos de alegría y complicidad junto a la cantante. “Solo nosotras sabemos lo que pasamos, lo que vivimos… Gracias infinitas por el legado y amor por la música que me dejaste”, escribió Florencia, quien ha decidido seguir los pasos de su abuela en el mundo de la música.
En sus historias de Instagram, Florencia se mostró conmovida por las muestras de cariño de los fanáticos, compartiendo videos de homenajes realizados en boliches y agradeciendo el apoyo recibido. “Orgullosa de ser nieta de Lía Crucet. A seguir el legado… solo quiero sentir la música igual que la sentía ella”, expresó, dejando en claro que la memoria y el legado musical de Lía Crucet seguirán vivos en su nieta.
El Legado de la Reina
Más allá del dolor de la despedida, queda el inmenso legado de Lía Crucet. La “Reina de la Cumbia” no solo dejó una huella imborrable en la música tropical, sino que también se convirtió en un ícono popular, una figura que trascendió generaciones con su carisma, su talento y su inigualable voz. Sus canciones seguirán sonando en las fiestas, en los boliches y en los corazones de sus miles de fanáticos, manteniendo viva la llama de la cumbia que Lía Crucet encendió con tanta pasión.
Lía Crucet fue una pionera en un género dominado por hombres, abriendo camino para las mujeres en la cumbia y convirtiéndose en un símbolo de empoderamiento femenino. Su música, llena de alegría y ritmo, acompañó a generaciones de argentinos, convirtiéndose en la banda sonora de innumerables momentos de felicidad, baile y celebración. Su partida deja un vacío difícil de llenar, pero su música seguirá viva como un testimonio de su talento y su carisma.
La despedida final a Lía Crucet fue una ceremonia íntima en el cementerio Parque de Mar del Plata, donde sus restos fueron cremados, según su última voluntad. Un adiós conmovedor que contó con la presencia de sus hijos, Karina y Ezequiel, su marido Tony Salatino y sus seres más queridos, quienes le dieron el último adiós a la reina que dejó un reinado de cumbia y alegría en el corazón de la Argentina.