La saga Hitman, conocida por sus intrincados asesinatos y la libertad que ofrece al jugador, también es famosa por sus detalles ocultos, esos pequeños guiños que recompensan a los jugadores más observadores. Entre ellos, destaca un easter egg particularmente extraño y memorable en Hitman: Blood Money, ubicado en la misión “Acto de cierre”, que transcurre en la Ópera Garnier de París. Este secreto reside en un club… ¡de ratas!
La Misión: Un Teatro de Intrigas y Roedores
La misión de la Ópera de París en Hitman: Blood Money no solo es un escenario elegante y sofisticado, sino que también esconde una actividad clandestina: ¡una sociedad secreta de ratas! Esta misión, por cierto, sirve como prólogo a los eventos de Hitman: Contracts, conectando ambos juegos en la narrativa.
La mayoría de los jugadores se enfocan en eliminar a sus objetivos principales, sin prestar mucha atención a los detalles menores del entorno. Pero, ¿qué pasaría si nos desviáramos un poco del camino marcado y exploráramos las áreas menos visibles?
El Club Más Exclusivo de París (y Quizás del Mundo): Descubriendo el Secreto
Para descubrir el secreto del club de ratas, el jugador necesita, primero, eliminar una serie de ratas específicas. No basta con cualquier roedor; hay unas cuantas ratas cuidadosamente seleccionadas que, una vez eliminadas, revelan su existencia. Imagina a Agente 47, el icónico asesino a sueldo, dedicando tiempo a la tarea de exterminar ratas. Ironía, diría yo.
Una vez que se completa esta inusual tarea, aparecerá una tarjeta en una zona concreta. Esta tarjeta no es una invitación a una cena de gala, ni un cheque por un exitoso contrato. Es una llave, un pase, un… ¿privilegio? La llave que abre una puerta normalmente inaccesible: la entrada al club de ratas.
Dentro del Club: Una Decepción (o no?)
Muchos jugadores se emocionan al pensar en lo que se esconde tras esa puerta secreta. Tal vez un tesoro, un arma secreta, una pista crucial en la trama del juego. Lo que se encuentra no es exactamente lo que uno esperaría. En lugar de un botín extraordinario o un escondite oculto, hay un pequeño espacio con… unas cuantas ratas más jugando a las cartas. Eso es todo. ¡Un juego de cartas para ratas!
Esta simple escena, aparentemente sin importancia, es el pináculo del misterio. La falta de un tesoro o de una elaborada sorpresa aumenta la hilaridad. Es el momento en que el jugador se ríe con el juego, y no del juego. Es un humor inesperado, sutil pero efectivo, que aumenta el encanto del easter egg. ¿Acaso las ratas de París organizan apuestas clandestinas? Solo IO Interactive conoce la verdad…
Un Easter Egg que Transciende la Jugabilidad
Este easter egg es más que un simple detalle escondido. Refleja el diseño inteligente del juego y la atención al detalle que IO Interactive dedicó a la construcción del mundo. Es la perfecta muestra del humor peculiar que caracteriza a la saga Hitman.
Aunque el premio sea modesto – un grupo de roedores jugando a las cartas -, la búsqueda misma y la anécdota son sumamente entretenidas. La satisfacción de resolver el enigma y encontrar la sala secreta es tan significativa que transforma el juego en algo más que una experiencia de matar y escapar.
La Persistencia de la Leyenda
Años después del lanzamiento de Hitman: Blood Money, el easter egg del club de ratas sigue siendo tema de conversación entre los jugadores. Su simpleza, su extrañeza y la recompensa relativamente insulsa solo han servido para fortalecer su posición en el panteón de las peculiaridades de los videojuegos.
Hitman: Blood Money, además de ser un excelente juego, se consolidó como una joya llena de secretos y sorpresas. La misión en la Ópera de París y su club de ratas son solo un ejemplo más del universo rico, inesperado y por qué no decirlo, un tanto loco que IO Interactive ha construido para su asesino favorito. Si no has explorado este secreto, toma nota; tu próximo contrato te espera.
Más Allá de la Matanza
En el mundo de los videojuegos, los easter eggs son más que simples elementos decorativos; son pequeñas ventanas a la creatividad, el humor y la personalidad de los desarrolladores. El easter egg del club de ratas en Hitman: Blood Money es un gran ejemplo de ello, demostrando que la diversión puede venir en formas tan inesperadas como un grupo de roedores jugando a las cartas en un espacio secreto de la Ópera de París. Un testimonio de que incluso en un mundo de asesinatos planificados, siempre hay espacio para una dosis de diversión inesperada.