¿Quién se queda con el futuro de nuestros jubilados cordobeses? Desde el Ministerio de Economía y Gestión Pública de Córdoba, una resolución que promete una solución para las jubilaciones mínimas se revela como un cruel engaño. La letra D de la Resolución 156, que estipula un nuevo monto de $360.000 para quienes perciben los haberes más bajos a partir de marzo de 2025, es una afrenta a la dignidad de nuestros mayores. En medio de una crisis económica asfixiante, con una inflación que erosiona implacablemente el poder adquisitivo, ¿es esta la respuesta que ofrece el gobierno provincial? Un ajuste que, lejos de brindar alivio, intensifica la angustia de aquellos que han dedicado su vida a edificar esta provincia.
“Trabajé toda mi vida para tener una jubilación digna y ahora me encuentro con que no me alcanza ni para comer. Es una vergüenza que nos traten así”, dice Elena, una jubilada cordobesa que se siente “abandonada y humillada” por este ajuste.
El insulto disfrazado de aumento: $10.000 pesos
En Córdoba, se instrumentaliza nuevamente el cínicamente denominado “Complemento previsional solidario”, que supuestamente completará, a partir del 1º de marzo de 2025, un ajuste ”con el objeto de garantizar un haber previsional bruto no menor a los $ 360.000″. Diez mil pesos. ¿De verdad pretenden hacernos creer que esta migaja marcará una diferencia sustancial en la vida de un jubilado? Un irrisorio 2,85% de incremento respecto al mes anterior. ¿Acaso nos toman por analfabetos funcionales que no saben interpretar las estadísticas? ¿O tal vez nos creen tan ingenuos como para ignorar que la inflación acumulada pulveriza con creces ese insignificante porcentaje?
Mientras los precios de los alimentos esenciales, los medicamentos indispensables y los servicios básicos se elevan a alturas estratosféricas, nuestros jubilados deben resignarse a subsistir con un aumento que apenas alcanza para adquirir un kilo de pan y un litro de leche. ¿Es esta la justicia social que pregonan desde el gobierno provincial? ¿Es este el reconocimiento que merecen aquellos que han laborado incansablemente durante décadas?
¿Cómo se atreven a seguir considerando las jubilaciones y pensiones como una mera variable de ajuste en medio de esta crisis? Ya es hora de que los gobernantes dejen de contemplar los números fríos y comiencen a ver a los seres humanos que se esconden detrás de ellos. Cada jubilado es una persona con necesidades apremiantes, sueños truncados y una historia de vida que merece ser honrada y respetada. No podemos tolerar que sigan siendo reducidos a simples cifras en una planilla de cálculo.
¿A dónde se fuga la riqueza de Córdoba?
Córdoba se jacta de ser una provincia rica, con un potencial productivo envidiable. Sin embargo, esa ostentosa riqueza parece evaporarse antes de llegar a manos de quienes más la necesitan. ¿A dónde se desvía el dinero que generamos con nuestro arduo trabajo? ¿Por qué no se invierte en mejorar las paupérrimas condiciones de vida de nuestros jubilados? ¿Por qué se priorizan gastos superfluos antes que garantizar una jubilación digna?
¿Hasta cuándo vamos a seguir tolerando esta flagrante injusticia? Es hora de exigir respuestas claras y contundentes. No podemos permitir que sigan jugando con el futuro de nuestros mayores, aquellos que construyeron esta provincia con su esfuerzo y su sacrificio. Ellos merecen un presente digno y un futuro seguro, no esta cruel incertidumbre. No podemos permitir que sigan siendo víctimas de la insensibilidad y la ineptitud de nuestros gobernantes.
Desde esta tribuna, alzamos nuestra voz con furia y determinación para denunciar este ultraje. Invitamos a todos los cordobeses a reflexionar profundamente sobre esta situación y a exigir un cambio de rumbo. No podemos seguir consintiendo que nuestros jubilados sean relegados al olvido y la miseria. Es hora de defender sus derechos inalienables y de construir una provincia más justa, solidaria y equitativa para todos.
La letra diminuta que esconde una gran estafa
La resolución Número 156 Letra D, cuidadosamente escondida en el Boletín Oficial, es un claro ejemplo de cómo se puede disfrazar una medida mezquina y despiadada con un lenguaje grandilocuente y engañoso. En el artículo 1, se resuelve ajustar “con el objeto de garantizar un haber previsional bruto no menor a la suma de pesos trescientos sesenta mil ($ 360.000,00), a partir del 1° de marzo de 2025, el importe a percibir por los beneficiarios del régimen previsional regulado por la Ley Nº 8024, en concepto del “Complemento Previsional Solidario” establecido por el Artículo 5° de la Ley N° 10.078, conforme sus exclusiones”.
¿Alguien ha logrado entender algo de esta verborrea indescifrable? No se preocupen, la mayoría de los ciudadanos tampoco lo harán. Pero lo que sí comprenderán, aunque no se lo expliquen con palabras rebuscadas, es que, a pesar de las promesas vacías y las justificaciones falaces, sus jubilaciones seguirán siendo vergonzosamente insuficientes para cubrir sus necesidades básicas. Enlace al Boletín Oficial de Córdoba
El mismísimo ministro de Economía y Gestión Pública, Guillermo Acosta, estampa su firma en esta resolución que pretende ser una solución mágica para un problema que exige medidas urgentes, contundentes y, sobre todo, humanas. ¿Acaso cree que con un simple decreto puede tapar el sol con un dedo? ¿Piensa que los jubilados cordobeses son tan ingenuos como para conformarse con estas míseras migajas que caen de la mesa de los poderosos?
Justificaciones que insultan la inteligencia
En los considerandos de la resolución, se argumenta con total desfachatez que el aumento se funda “ante el proceso inflacionario que atraviesa el país, resulta pertinente y prioritario mejorar los ingresos de los beneficiarios de menores ingresos de la Caja de Jubilaciones, Pensiones y Retiros de Córdoba, ello dentro del marco de una administración prudente y sostenible de los fondos previsionales, propendiendo siempre a la justicia social en estricta observancia de los lineamientos trazados en la Constitución de la Provincia de Córdoba”.
¡Qué descaro! Utilizar la inflación como pretexto para justificar un aumento irrisorio que no alcanza ni para cubrir la mitad de la misma es una afrenta a la inteligencia de todos los cordobeses. Hablar de “administración prudente y sostenible de los fondos previsionales” mientras se condena a los jubilados a vivir en la indigencia es una contradicción flagrante que clama al cielo.
Y lo de “propender siempre a la justicia social en estricta observancia de los lineamientos trazados en la Constitución de la Provincia de Córdoba” es simplemente una frase vacía, un mero ejercicio de retórica barata que no guarda la más mínima coherencia con la cruda y dolorosa realidad que padecen nuestros jubilados.
La hora de asumir la responsabilidad colectiva
No podemos seguir permitiendo que nuestros gobernantes se laven las manos como Poncio Pilatos y deleguen la responsabilidad en otros. La angustiosa situación de los jubilados cordobeses es un problema que nos concierne a todos como sociedad. No podemos mirar hacia otro lado mientras nuestros mayores, aquellos que forjaron nuestro presente, sufren las terribles consecuencias de la crisis económica y la insensibilidad política.
Es hora de que nos organicemos, nos movilicemos y exijamos un cambio de rumbo. Es hora de que alcemos nuestras voces con fuerza y convicción para denunciar esta flagrante injusticia. Es hora de que demostremos que no estamos dispuestos a tolerar que se siga jugando con el futuro de nuestros jubilados. Porque su dignidad es nuestra dignidad, y su bienestar es el bienestar de toda la sociedad.
Este ajuste miserable no es solo un problema económico, es un problema ético y moral que nos interpela como sociedad. Es una vergüenza para nuestra provincia y una afrenta a la memoria de aquellos que construyeron este país con su trabajo y su sacrificio. No podemos permitir que sigan siendo tratados como ciudadanos de segunda clase. Es hora de que les devolvamos la dignidad que merecen, esa dignidad que les ha sido arrebatada por la voracidad de unos pocos.
Unámonos en una petición online para exigir la revisión de este ajuste y garantizar una jubilación digna para todos los cordobeses. ¡Firma aquí y comparte tu indignación!