El Papa Francisco, en un encuentro con el Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, enfatizó la importancia del Evangelio como guía para fortalecer las familias en la sociedad contemporánea. Su mensaje se centró en la inclusión y el acompañamiento pastoral a familias en diversas situaciones, un llamado a la acción para la Iglesia en un mundo con realidades familiares cambiantes.
El Evangelio como faro en la modernidad
El Papa citó la exhortación apostólica Evangelii Nuntiandi de San Pablo VI, reconociendo la “ruptura entre el Evangelio y la cultura.” Enfatizó la necesidad del Instituto de desarrollar una comprensión crítica de los desafíos antropológicos y culturales que impactan el matrimonio y la familia, argumentando que la eficacia de la evangelización depende de esta capacidad de afrontar los desafíos del mundo actual.
El Pontífice recalcó la relevancia de un diálogo continuo con académicos e instituciones culturales, incluso aquellos con perspectivas diferentes a la de la Iglesia, como un medio para comprender mejor las realidades familiares y adaptar las estrategias pastorales.
Inclusión y acompañamiento pastoral
Francisco instó al Instituto a apoyar a los esposos y familias como “testigos de fidelidad, de servicio, de apertura a la vida y de acogida.” Señaló que parejas no casadas, quienes posponen el matrimonio, y personas divorciadas vueltas a casar requieren acompañamiento espiritual específico y no deben ser excluidas.
Su mensaje fue claro: la Iglesia no debe cerrar sus puertas a quienes luchan en su camino de fe, sino que debe ofrecerles una atención pastoral misericordiosa y alentadora, tal y como se refleja en la exhortación apostólica Amoris Laetitia. La Iglesia promueve la familia fundada en el matrimonio, pero sin dejar de lado a quienes viven otras realidades familiares.
El Papa reconoció el rol crucial del matrimonio y la familia en la vida de los pueblos. Destacó que la Iglesia siempre ha cuidado, sostenido y evangelizado a las familias y que en este contexto es importante un compromiso renovado para acompañar a las familias en todos sus contextos sociales y culturales.
El Instituto Juan Pablo II y su misión global
El Instituto Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y la Familia, con sede en Roma y filiales en diversos países (Estados Unidos, Nigeria, España, Brasil, México, India y Corea del Sur), desempeña un papel vital en la promoción del Evangelio de la familia, especialmente en lugares donde las autoridades públicas no respetan los derechos humanos fundamentales.
Francisco elogió la labor del Instituto en el diálogo con estudiosos e instituciones culturales, incluso con enfoques diversos, buscando una aproximación integral que considere todas las dimensiones de la realidad familiar contemporánea.
Un llamado a la acción para la Iglesia
El mensaje del Papa Francisco tiene un alcance trascendental para la Iglesia. Su insistencia en la inclusión y el acompañamiento pastoral es una respuesta a las transformaciones sociales que afectan la vida familiar en todo el mundo. Se trata de una llamada a fortalecer el tejido social, promoviendo los valores evangélicos, sin perder de vista las nuevas formas de familia presentes en la sociedad actual.
El Papa hizo un llamado a retomar la práctica de las primeras comunidades cristianas que se reunían en hogares, extendiendo su trabajo pastoral a un contexto doméstico para abarcar las diversas situaciones familiares.
En conclusión, el mensaje del Papa es un llamado a la acción para todos los miembros de la Iglesia. El apoyo y el acompañamiento pastoral a las familias en su diversidad, guiados por el Evangelio, son fundamentales para un testimonio cristiano fuerte y coherente en el mundo moderno.