Pete Hegseth, nominado por el expresidente Donald Trump para el puesto de Secretario de Defensa, ha estado envuelto en una controversia que involucra un pago a una mujer que lo acusó de agresión sexual en 2017. Este hecho, revelado recientemente por varios medios, ha generado un debate sobre su idoneidad para el cargo.
Los Hechos del Caso
La acusación de agresión sexual contra Hegseth data de octubre de 2017. Según reportes de la ciudad de Monterey, California, donde ocurrieron los eventos, la policía local investigó una “presunta agresión sexual” en la que Hegseth estaba involucrado. La víctima, cuya identidad se mantiene confidencial, alegó haber sufrido moretones en el muslo derecho. No se reportaron armas de fuego en el incidente, según el testimonio de la víctima a la policía.
Aunque se inició una investigación policial, no se presentaron cargos formales contra Hegseth. El informe policial completo no ha sido divulgado públicamente, citando la ley estatal de registros públicos. Esta falta de cargos ha generado interrogantes sobre la naturaleza y la gravedad de las alegaciones.
La versión de Hegseth y su abogado
El abogado de Hegseth, Tim Parlatore, ha declarado que el encuentro sexual fue consensuado, y que la mujer que lo acusó días después fue la agresora. Esta afirmación no ha sido confirmada de forma independiente, y contrasta con la denuncia inicial de la supuesta víctima. Parlatore justificó un pago a la mujer como parte de un acuerdo de confidencialidad, para evitar una posible demanda que, según él, podría haberle costado a Hegseth su puesto en Fox News.
Parlatore ha calificado el incidente como un caso de “extorsión exitosa”, alegando que Hegseth fue falsamente acusado y que fue víctima de un chantaje. El abogado no reveló el monto del pago realizado a la mujer.
El contexto político
La revelación de este pago se ha producido en medio de la nominación de Hegseth al cargo de Secretario de Defensa. Esta designación, realizada por el expresidente Trump, ha sido cuestionada por algunos, tanto por la falta de experiencia militar y política de Hegseth como por este escándalo.
El anuncio de la nominación de Hegseth fue seguido rápidamente por las noticias de las acusaciones de agresión sexual, lo que tomó por sorpresa al equipo de transición de Trump. La declaración de su director de comunicaciones defendió a Hegseth, argumentando que las acusaciones no habían culminado en ningún cargo penal. Esta respuesta ha sido insuficiente para algunos críticos, que exigen mayor transparencia en la investigación.
El silencio de la supuesta víctima
La mujer que acusó a Hegseth de agresión sexual no ha hecho declaraciones públicas sobre el caso. Los medios que han intentado contactarla reportan su reticencia a hablar sin la asesoría de su abogado. La ausencia de declaraciones de la supuesta víctima complica la posibilidad de tener una imagen completa y equilibrada del evento, contribuyendo a la polarización del debate público.
La situación presenta una compleja interacción entre una acusación de agresión sexual, un pago para evitar una demanda, la falta de cargos penales, y el contexto político de una nominación a un puesto de alto nivel en el gobierno. El debate resultante destaca las dificultades de la sociedad para balancear el derecho a la presunción de inocencia con la importancia de abordar seriamente las acusaciones de agresión sexual, especialmente cuando involucran a figuras públicas con alto perfil.
La falta de transparencia en la investigación policial y la negativa de la supuesta víctima a hablar públicamente han agravado aún más la situación, dejando preguntas sin resolver y generando controversias en el plano político y público.