¿Cómo una visión femenina transformó las pampas argentinas e impulsó un modelo de negocio regenerativo? La historia de María Elena de Olazábal Estrada de Hirsch y Bellamar Estancias es un relato de pasión por la tierra, innovación constante y un compromiso inquebrantable con el triple impacto. Descubra cómo esta empresa familiar, con un rodeo de 45.000 cabezas de ganado en 90.000 hectáreas, está liderando el camino hacia una economía más sostenible y humana.
María Elena: Un Legado de Pasión por la Tierra
María Elena de Olazábal Estrada de Hirsch no fue solo una empresaria; fue una verdadera visionaria. Su profundo amor por la ganadería trascendía lo económico, convirtiéndose en una pasión que impulsó el crecimiento de Bellamar Estancias con un enfoque social y ambiental. Su visión, arraigada en el valor intrínseco de la tierra, la llevó a concebir un modelo de negocio que generara un impacto positivo en la sociedad.
Alfredo Eduardo Casaretto, gerente general de Bellamar Estancias SA, recuerda con admiración: “La señora Olazábal sentía un enamoramiento genuino por la ganadería argentina. Para ella, recorrer los campos y presenciar el crecimiento del rodeo era una satisfacción que superaba cualquier beneficio económico”. Esta conexión visceral con la tierra y el ganado fue la fuerza motriz que transformó a Bellamar Estancias en una de las empresas agropecuarias más destacadas del país.
De Comega SA a Bellamar Estancias: El Nacimiento de un Legado
En 1992, tras la división de los activos agropecuarios de Comega SA, nació Bellamar Estancias. La empresa heredó una tradición de excelencia y liderazgo, pero fue bajo la dirección de María Elena que realmente floreció. Hoy en día, Bellamar Estancias gestiona 90.000 hectáreas dedicadas tanto a la agricultura como a la ganadería, con un impresionante rodeo de 45.000 cabezas, incluyendo 24.000 vientres, consolidándose como un pilar en el sector.
Innovación: El Motor de Crecimiento Sostenible
Bellamar Estancias ha sabido adaptarse a un mundo en constante cambio, adoptando la innovación como un pilar estratégico. Más allá de la producción de carne para consumo y exportación, la empresa se ha especializado en la cría de reproductores bovinos de razas Angus, Brangus, Polled Hereford y Braford, contribuyendo al mejoramiento genético de los rodeos a nivel nacional.
Esta apuesta por la genética de vanguardia se ha visto recompensada con importantes reconocimientos en exposiciones nacionales, como la Exposición Nacional de Palermo. En 2023, Bellamar Estancias se alzó con el Gran Campeón Macho de Brangus tanto en la Exposición Nacional como en Palermo, un logro que refleja el compromiso de todo el equipo con la excelencia.
Tecnología al Servicio de la Sostenibilidad
La innovación en Bellamar Estancias trasciende la genética. La empresa ha implementado tecnologías de punta para optimizar la producción y minimizar su huella ambiental. Según Casaretto, realizan un “seguimiento de la evolución de nuestras pasturas mediante imágenes satelitales con NDVI [Índice de Vegetación], lo que nos permite evaluar su desarrollo de manera precisa”. Además, han incorporado el sistema RFI (Residual Feed Intake) para evaluar la eficiencia de conversión alimenticia, identificando a los animales que mejor transforman el alimento en carne y facilitando la selección de reproductores superiores.
Compromiso con el Triple Impacto: Más Allá de las Ganancias
En el siglo XXI, las empresas deben trascender la mera generación de beneficios económicos. La sociedad demanda un compromiso genuino con el triple impacto: económico, social y ambiental. Bellamar Estancias ha respondido a este desafío con responsabilidad y una visión de futuro clara.
La empresa se ha involucrado activamente en la medición de la huella de carbono junto a clientes y proveedores, buscando reducir su impacto ambiental y fomentar prácticas sostenibles a lo largo de toda la cadena de valor. Asimismo, Bellamar Estancias prioriza el bienestar de sus empleados y de las comunidades en las que opera, generando empleo y contribuyendo al desarrollo local.
“La esencia de Bellamar Estancias reside en ser una empresa familiar que ha superado el paso de las generaciones, conservando intacto su espíritu original”.
En estas palabras, Alfredo Eduardo Casaretto resume la filosofía de Bellamar Estancias, una empresa que ha sabido honrar el legado de María Elena de Olazábal Estrada de Hirsch, adaptándose a los retos del mercado sin renunciar a su esencia familiar y su compromiso con la excelencia.
Empresas B: Un Movimiento que Transforma la Economía
Bellamar Estancias no está sola en este camino. Cada vez más empresas adoptan un modelo de negocio con propósito, buscando generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. Estas Empresas B están redefiniendo el paradigma económico, demostrando que es posible crear valor económico al mismo tiempo que se contribuye al bienestar común.
Pedro Tarak, cofundador de Sistema B, la organización que impulsa este movimiento en América Latina, explica: “Ya no basta con acciones aisladas, ni con la lógica de la competencia destructiva; todos debemos ganar, porque somos interdependientes”. Para Tarak, las Empresas B “sientan las bases de una nueva competitividad”, operando bajo las reglas del mercado y, a la vez, creando soluciones para los problemas sociales.
En Argentina, el movimiento de Empresas B está creciendo exponencialmente. En la actualidad, existen 244 empresas certificadas que demuestran que es posible generar un impacto positivo en el país. Estas empresas están liderando la transición hacia una economía más justa, sostenible y humana.
- Visitar el sitio web de Bellamar Estancias
- Conocer más sobre el movimiento de Empresas B
- Reflexionar sobre cómo su propia empresa puede generar un impacto positivo
Un Futuro Sembrado con Propósito
La historia de María Elena de Olazábal Estrada de Hirsch y Bellamar Estancias nos invita a repensar el papel de las empresas en la sociedad. Nos muestra que es posible construir un legado duradero a través de la pasión, la innovación y el compromiso con el triple impacto, demostrando que el éxito económico puede y debe ir de la mano del bienestar social y la protección del medio ambiente.
En un mundo que enfrenta desafíos cada vez más apremiantes, las empresas con propósito son un faro de esperanza. Son ellas quienes nos demuestran que es posible construir un futuro más próspero, equitativo y sostenible para todos.