Carlo Acutis, un joven que falleció a los 15 años en 2006, se convertirá en el primer santo millennial de la Iglesia Católica. Su canonización, anunciada por el Papa Francisco para abril de 2025, es un evento significativo que trasciende lo religioso y destaca la influencia del joven en el mundo digital.
La historia de un ‘influencer’ de Dios
Nacido en Londres en 1991, Acutis creció en Italia, desarrollando una profunda fe católica desde temprana edad. Su pasión por la tecnología lo llevó a utilizar sus habilidades en computación para diseñar sitios web para su parroquia y escuela. Pero su proyecto más ambicioso fue una página web dedicada a documentar los milagros eucarísticos, un sitio que se lanzó poco antes de su muerte.
A pesar de disfrutar de aficiones comunes a jóvenes de su edad como videojuegos y animales, su devoción religiosa era evidente. A los 7 años, tras su primera comunión, declaró a su madre: ‘Estar unido a Jesús: ese es mi plan de vida’. Esta no fue una declaración vacía, ya que a partir de entonces asistía a misa diariamente, considerando la eucaristía como su ‘autopista al cielo’.
El testimonio de Acutis impactó a su entorno familiar y más allá. Su madre atribuye su regreso a la fe católica al ejemplo de su hijo, y se dice que también influyó en la conversión y bautismo de su niñera hindú.
Difusión de la fe y los milagros
Acutis creía que mostrar evidencia de los milagros eucarísticos podría convencer a más personas de la presencia de Jesús en cada misa. Con esta convicción, durante más de dos años preparó una exposición sobre estos milagros, la cual ha viajado a miles de parroquias por todo el mundo desde su estreno en 2005.
Además de la exposición, Acutis dedicó tiempo a su página web para documentar cada milagro eucarístico reportado. Esta página ha sido traducida a múltiples idiomas, extendiendo su impacto global. El Papa Francisco ha reconocido su habilidad para usar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir el Evangelio y comunicar valores.
El camino a la santidad: dos milagros
Acutis falleció en Monza, Italia, tras un diagnóstico de leucemia. Un año después de su muerte, su cuerpo fue trasladado a Asís, donde permanece en exhibición junto con otras reliquias. En 2020 fue beatificado, el primer paso hacia la canonización, luego de que se atribuyera a su intercesión la cura inexplicable de un niño brasileño con una enfermedad congénita pancreática.
El segundo milagro, clave para su canonización, se produjo en 2022. Se trata de la recuperación de Valeria Valverde, una joven universitaria costarricense, quien sufrió un grave traumatismo craneoencefálico tras un accidente en bicicleta. Según Vatican News, después de que su madre orase en la tumba de Acutis por su hija, Valeria experimentó una asombrosa mejoría, recuperando la respiración y la movilidad de forma inesperada y luego una completa recuperación.
El ‘patrono de la web’ y el Jubileo de los adolescentes
Muchos católicos ven en Acutis al ‘patrono de la web’, dada su dedicación a difundir su fe y ayudar a otros a través de internet. Su canonización, prevista para el 27 de abril de 2025, coincidirá con el Jubileo de los adolescentes, un evento religioso en Roma que se espera atraiga a un gran número de jóvenes católicos. Esta coincidencia destaca la relevancia de Acutis como un modelo inspirador para los jóvenes de su generación.
La canonización de Acutis no solo celebra su vida y su devoción, sino que también simboliza la adaptación de la Iglesia a las nuevas tecnologías y su capacidad para encontrar figuras relevantes en la era digital. Es una historia de fe y tecnología entrelazada, capaz de trascender fronteras geográficas y culturales.
Reflexiones sobre su canonización
La rápida beatificación y canonización de Carlo Acutis, apenas 14 años después de su muerte, es excepcional. Esto refleja la gran influencia que ha tenido su testimonio y su ejemplo para la Iglesia Católica, especialmente entre los jóvenes. La historia de Carlo Acutis nos recuerda que la fe puede expresarse de muchas maneras, y que incluso en la era digital, el mensaje religioso puede transmitirse con fuerza y autenticidad.
Su historia se convierte en un ejemplo a imitar para muchos jóvenes, una figura que supo combinar su fe con las tecnologías modernas, dejando una huella que trascenderá el tiempo. Acutis, el joven que convirtió su afición por las computadoras y la web en una herramienta para evangelizar, muestra un camino de integración entre la tecnología y la fe que seguirá inspirando a generaciones futuras.