El reciente recital de Paul McCartney en el estadio Mario Alberto Kempes de Córdoba no solo deleitó a miles de fanáticos, sino que también generó un impacto económico significativo para la provincia y el país. Un estudio del Bureau Córdoba reveló cifras sorprendentes que contradicen las críticas del presidente Javier Milei sobre los beneficios impositivos otorgados a los espectáculos masivos. Según el análisis, el evento movilizó alrededor de $13.800 millones, con una recaudación de $2.644 millones solo en concepto de entradas. Este caso se convierte en un ejemplo contundente de cómo la inversión en cultura y entretenimiento puede traducirse en importantes ingresos para el Estado.
Un efecto multiplicador que beneficia a todos
El estudio, liderado por el economista Gastón Utrera de la Universidad Siglo 21, demostró que el recital tuvo un efecto multiplicador de 2,2. Esto significa que por cada peso gastado en la entrada al concierto, se generaron $2,2 adicionales en la economía local. Hoteles, restaurantes, transporte y otros comercios se vieron beneficiados por la afluencia de turistas y fanáticos que asistieron al evento. Estos resultados desmienten la idea de que los espectáculos masivos solo benefician a los organizadores, mostrando que su impacto positivo se extiende a toda la comunidad.
La distribución de la recaudación impositiva también es un dato relevante. La Nación se quedó con $1.035,7 millones, mientras que la provincia de Córdoba recibió $379,3 millones. El resto se distribuyó entre otras provincias por coparticipación y la Municipalidad de Córdoba. Estos números demuestran que la inversión en eventos de gran escala genera una importante fuente de ingresos para las arcas públicas, recursos que pueden ser destinados a obras públicas, servicios y programas sociales.
Refutando las críticas de Milei con datos concretos
El presidente Milei ha sido crítico de los beneficios impositivos que se otorgan a los espectáculos, argumentando que representan un gasto innecesario para el Estado. Sin embargo, el estudio del Bureau Córdoba demuestra lo contrario. Los ingresos generados por el recital de Paul McCartney superan ampliamente cualquier tipo de exención impositiva otorgada. Además, se debe considerar el impacto a largo plazo en la economía local, que se ve impulsada por el turismo y el consumo generado por estos eventos.
El debate sobre el rol del Estado en el financiamiento de la cultura y el entretenimiento es complejo. Sin embargo, casos como el del recital de McCartney ofrecen evidencia empírica para una discusión más informada. Los números demuestran que la inversión en este tipo de eventos no solo enriquece la vida cultural de la comunidad, sino que también genera un retorno económico significativo para el Estado.
Es importante destacar que el estudio del Bureau Córdoba no se limita al recital de Paul McCartney. También analizó el impacto económico del X Congreso Internacional de Oncología del Interior y el partido Boca-Vélez, ambos realizados en la ciudad de Córdoba. Los resultados, aunque con magnitudes diferentes, confirman la importancia de los eventos masivos como motor de la economía local.
La importancia de una política cultural estratégica
El caso de Córdoba demuestra la necesidad de una política cultural estratégica que promueva la realización de espectáculos y eventos de gran escala. Los beneficios económicos, la generación de empleo y el impacto en el turismo son argumentos sólidos para justificar la inversión pública en este sector. Además, se debe considerar el valor intangible de la cultura y el entretenimiento para la calidad de vida de la población.
Es fundamental que el Estado, en todos sus niveles, comprenda el potencial de la industria del espectáculo como motor de desarrollo económico y social. La creación de un clúster que aglutine a organizadores de eventos, clubes deportivos y la industria del espectáculo, como el que se está desarrollando en Córdoba, es un paso en la dirección correcta. Este tipo de iniciativas permite generar sinergias, compartir experiencias y planificar estrategias conjuntas para maximizar el impacto de los eventos masivos.
Más allá de la discusión sobre los beneficios impositivos, el caso del recital de Paul McCartney en Córdoba nos invita a reflexionar sobre el valor de la cultura y el entretenimiento en nuestras sociedades. No se trata solo de números, sino también de la experiencia de miles de personas que disfrutaron de un espectáculo único, de la generación de empleos y del dinamismo que estos eventos aportan a las ciudades. En un contexto de crisis económica, la inversión en cultura puede ser vista como un gasto superfluo, pero los datos demuestran que, bien gestionada, puede ser una herramienta poderosa para el desarrollo y el crecimiento.