La capacidad de transmitir información sensorial siempre ha sido un desafío en el mundo digital. Si bien hemos logrado una buena transmisión de imágenes y sonidos, la experiencia sensorial completa siempre se ha quedado incompleta. Sin embargo, un reciente avance científico nos acerca a un futuro en el que la experiencia sensorial será mucho más rica, gracias al sentido del olfato.
Teletransportando olores: El avance de Osmo
La empresa de tecnología Osmo ha logrado un avance sin precedentes: la teletransportación de olores a través de internet. Utilizando una combinación de inteligencia artificial (IA) y un sistema de formación molecular, lograron digitalizar, transmitir y recrear un aroma de forma remota. Este avance, documentado en un video que puedes encontrar en su sitio web, supone una revolución en la manera en que experimentamos el mundo digital.
En sus pruebas de laboratorio, la startup seleccionó un olor sencillo como el coco para sus primeras pruebas de concepto. El proceso comenzó introduciendo el aroma en una máquina GCMS (cromatografía de gases-espectrometría de masas). Este aparato identificó los componentes moleculares del aroma y los envió a la nube donde fueron interpretados por un sistema de inteligencia artificial.
El ‘Mapa de Olores Principales’
El corazón del sistema de Osmo reside en el llamado ‘Mapa de Olores Principales’, una herramienta impulsada por IA capaz de predecir el olor de una combinación particular de moléculas. Este mapa actúa como una base de datos inmensa que permite descomponer olores en sus componentes moleculares y reconstruirlos posteriormente con exactitud.
Una vez decodificada la fórmula química del aroma, la información se envía a un robot que se encarga de mezclar diferentes aromas y recrear la esencia original. Este proceso es complejo, ya que la precisión es crucial, pues moléculas sutiles, apenas perceptibles para los sensores, tienen un impacto significativo en el olor general.
Desafíos y futuro de la teletransportación de olores
Osmo reconoce los desafíos presentes. Algunas moléculas son tan sutiles que son difíciles de detectar y reproducir, particularmente los azufres en frutas tropicales. Además, algunas moléculas involucradas en aromas cotidianos aún permanecen sin identificar. Esto lleva a la startup a seguir recopilando datos para entrenar sus algoritmos y aumentar la precisión de su tecnología.
A pesar de estos obstáculos, Osmo continúa mejorando sus procesos, realizando pruebas mensuales de teletransportación de aromas. Su meta es que próximamente el público pueda participar de estas pruebas, seleccionando una flor o una fruta para que sea analizada y su olor recreado en una sesión.
Códigos QR olfativos: El siguiente paso
La tecnología olfativa se extiende más allá de la teletransportación. En la actualidad, ya existen códigos QR capaces de liberar aromas específicos cuando se escanean, abriendo una nueva dimensión sensorial para las interacciones digitales. Estos dispositivos utilizan microcápsulas de olor que se activan con una señal digital, recreando el aroma con precisión. Esto crea posibilidades sin límites.
Las aplicaciones potenciales de esta innovación son vastas. Imaginen un futuro donde las marcas puedan ofrecer muestras de perfumes a través de códigos QR en revistas, o restaurantes presenten sus platos con aromas virtuales. El cine, la publicidad, el comercio electrónico, y la gastronomía podrán ser transformadas por esta capacidad de incorporar aromas a experiencias digitales
Desafíos para la tecnología olfativa
No obstante, la tecnología olfativa todavía enfrenta desafíos. El costo y la portabilidad de los dispositivos de emisión de aromas son importantes, al igual que la personalización que debe adaptarse a las diferentes sensibilidades olfativas individuales. Aún así, las perspectivas futuras son prometedoras, pues esta tecnología tiene el potencial de enriquecer exponencialmente las experiencias del usuario
Un nuevo mundo de experiencias sensoriales
El avance de la teletransportación de olores, sumado a la evolución de los códigos QR olfativos, abre las puertas a un mundo donde las experiencias sensoriales digitales serán mucho más ricas e inmersivas. Mientras la tecnología se refina y se abaratan los costos, es cuestión de tiempo que esta innovación transforme por completo nuestra interacción con la información y los productos.