En un contexto actual signado por la negación de injusticias, nuevas ideas intentan justificar la impunidad de crímenes terribles, como el abuso sexual infantil. En este artículo, daremos voz a las madres protectoras y a las sobrevivientes que, además de soportar el dolor inmenso de esta violencia, sufren una revictimización por parte del sistema judicial.
El Falso Síndrome de Alienación Parental (SAP): Un Mecanismo de Revictimización
El auge de los feminismos y la extensión de su lucha a la protección de las infancias ha generado una reacción contraria. Pedófilos, personas denunciadas por abuso, abogados, jueces, trabajadores sociales y psicólogos, entre otros, promueven el falso SAP, una teoría originada en Richard Gardner, un psicólogo estadounidense del siglo XX y confeso pedófilo.
Este concepto carece de sustento científico. Sin embargo, en el ámbito judicial sirve para invalidar las denuncias de abuso sexual infantil, alegando que las niñas y niños mienten por manipulación materna. Se ignora así a las víctimas, sus derechos y la gravedad de sus experiencias. Las revinculaciones con el abusador se convierten en el objetivo final de esta estrategia perversa, un objetivo que expone a los más vulnerables a más daño.
El Congreso Negacionista en la Facultad de Derecho
La organización de un congreso internacional en la Facultad de Derecho, impulsado por el ex juez Mauricio Mizrahi, es una muestra alarmante de esta problemática. Mizrahi, autor de un libro sobre el SAP, utiliza un lenguaje cargado de términos que carecen de rigor científico, como �hechizos� y �lavado de cerebro�, sin aportar datos ni estadísticas que sustenten sus afirmaciones.
Este evento no solo es negacionista de la pedofilia sino que además revictimiza a las niñas, niños, adolescentes y madres protectoras que han sufrido este tipo de violencia. Lo grave es que esta ideología se está instalando en la Facultad de Derecho, pervirtiendo los principios de justicia y la formación de profesionales en derecho.
Testimonios Desgarradores: La Voz de las Víctimas
Gilda Morales, madre protectora criminalizada por denunciar el abuso sexual de su hijo, Paula, una sobreviviente del abuso, y Karina Vergara, activista lesbofeminista y psicoterapeuta, comparten sus experiencias y denuncian el impacto devastador del SAP en la vida de las víctimas.
El Congreso que se organiza en la Facultad de Derecho… es un congreso internacional con 25 expositores, promovido por un ex juez de la Argentina de nombre Mauricio Mizrahi… este señor posee un lenguaje… que es un lenguaje mágico. Habla de hechizos, de falsas memorias, de colonización de la cabeza, de lavado de cerebro. Esas son las palabras que utiliza en su libro y en todas las charlas que da, con una enorme impunidad, con una carencia absoluta de rigor científico, ni hablemos de estadísticas.
Gilda Morales
En este contexto que estamos viviendo, donde todos los derechos están siendo avasallados… encuentro de mucha gravedad que la Facultad de Derecho organice un congreso sobre el falso síndrome de alienación parental, un mecanismo que establecieron los violadores, los pedófilos, para encubrir y justificar la violencia sexual que ejercen sobre las niñeces.
Paula, sobreviviente de violencia sexual
Hablar de síndrome de alienación parental es hablar de revictimización y del fracaso del sistema de la legalidad… cuando interrumpen el principio básico de creerle a las víctimas. Lo que hace esta idea es silenciar a las víctimas, proteger a los violentadores.
Karina Vergara, activista lesbofeminista y psicoterapeuta mexicana.
Los testimonios recogidos muestran cómo el SAP, lejos de ser una herramienta de protección, es una estrategia para encubrir y justificar la violencia sexual ejercida contra la infancia.
El Repudio y la Lucha Colectiva
Ante la gravedad de la situación, activistas de “Yo sí te creo”, sobrevivientes, madres protectoras, colectivos feministas y organizaciones de defensa de derechos se han unido para exigir que la Facultad de Derecho no realice este congreso que promueve el negacionismo de la pedofilia. La convocatoria a un pañuelazo y una radio abierta demuestra la fuerza de este colectivo que se resiste al silencio y a la impunidad.
La lucha contra la violencia sexual infantil es una lucha por la justicia, por la dignidad y por la protección de quienes han sufrido esta terrible experiencia. Reclamar por la suspensión del congreso no solo protege a las infancias sino que también defiende la integridad de la educación pública y la justicia misma.
Secuelas a Largo Plazo: El Impacto Inmediato y el Daño Prolongado
Karina Vergara señala las consecuencias devastadoras del SAP y de las acciones que perpetúan la revictimización. Menciona intentos de suicidio, automutilación, problemas de relación, desconfianza, conductas de riesgo, problemas académicos y trastornos de ansiedad, por nombrar algunos. Todo esto, solo por permitir la revinculación de un abusador con sus víctimas.
Estos hechos demuestran la importancia de creer en las víctimas, de protegerlas y de brindarles apoyo. El silencio cómplice ante la violencia solo multiplica el daño.
La Importancia de Creer y Proteger
La denuncia del congreso negacionista en la Facultad de Derecho es un llamado urgente para reflexionar sobre cómo el sistema judicial y los profesionales que participan en él pueden revictimizar a las víctimas. Las experiencias de Gilda, Paula y Karina exponen la falta de protección y la grave responsabilidad de quienes encubren la violencia.
Es necesario que la sociedad, las instituciones y los profesionales se comprometan a proteger a las infancias, a creer en sus relatos y a aplicar la justicia real. La impunidad solo exacerba el sufrimiento y facilita la perpetración de nuevas atrocidades. Para acabar con este flagelo, tenemos que estar todas y todos unidos. No más silencio, no más revictimización, no más impunidad.