La irrupción de la inteligencia artificial generativa está generando un debate intenso en la industria creativa, especialmente en el mundo del manga. Artistas, ilustradores e incluso actores de voz se muestran preocupados por el impacto de esta tecnología. Recientemente, una figura destacada ha expresado su alarma: Hirohiko Araki, el cerebro detrás de la icónica serie ‘JoJo’s Bizarre Adventure’.
Araki y el desafío de la imitación perfecta
En su nuevo libro, ‘Las nuevas técnicas de manga de Hirohiko Araki: Cómo crear villanos’, Araki relata un encuentro que lo dejó profundamente impactado. Se topó con una ilustración generada por IA que reproducía su estilo con una precisión asombrosa, tan fiel que inicialmente la confundió con una de sus propias obras.
El maestro del manga describe cómo la IA imitó incluso los detalles más sutiles de su trabajo, como la forma particular en que dibuja las pestañas de sus personajes. Esta precisión, que roza la perfección, es lo que más le preocupa. No se trata de una simple copia, sino de una réplica virtualmente indistinguible del original, lo que plantea serios interrogantes sobre la autenticidad del arte.
El temor a un futuro dominado por ‘estafadores’
Araki advierte sobre las implicaciones de esta tecnología en el futuro del manga. Señala que a medida que la IA siga avanzando, la dificultad para diferenciar entre una obra original y una falsificación generada por IA se volverá cada vez mayor. Esto, argumenta, podría llevar a un escenario preocupante donde la proliferación de obras falsas eclipsa la creación artística original.
En sus propias palabras, el riesgo es la creación de un ‘mundo dominado por timadores’. La posibilidad de que este tipo de falsificaciones se normalice en el mercado es lo que más le inquieta, pues supone una amenaza directa para los artistas y su trabajo. Este panorama sombrío implica no sólo la pérdida de ingresos para los creadores de manga sino también la trivialización y devaluación del propio arte.
La necesidad de una protección legal más robusta
Araki reconoce que, personalmente, cuenta con la protección de derechos de autor que brinda su editorial, Shueisha. Sin embargo, se muestra consciente de que muchos otros artistas de manga no tienen las mismas garantías. Muchos carecen de las mismas posibilidades, o del mismo conocimiento sobre la gestión de sus derechos de propiedad intelectual. Algunos son, tal vez, más permisivos en su control, o incluso víctimas de filtraciones.
La falta de protección adecuada, asegura Araki, es un factor crucial que intensifica el problema. Considera urgente fortalecer las leyes de copyright y los mecanismos de protección del trabajo artístico para prevenir el abuso de la IA generativa en la industria del manga. Considera una medida necesaria y responsable el implementar una legislación específica y rigurosa que pueda proteger la autoría del manga y otros artefactos visuales.
El manga ante el espejo de la IA: ¿Una nueva era o una crisis?
Las declaraciones de Araki son un llamado de atención a la industria del manga, y al mundo del arte en general. No se trata simplemente de una amenaza tecnológica, sino de una cuestión fundamental sobre la autenticidad, la autoría y el valor del arte en la era de la IA. Se trata de un cuestionamiento sobre el valor inherente del trabajo humano vs. un algoritmo.
La capacidad de la IA para replicar estilos artísticos con una precisión extraordinaria abre un nuevo capítulo en el debate sobre el impacto de la tecnología en el arte. El futuro del manga, como de otras industrias creativas, dependerá en gran medida de cómo se aborden estos desafíos, tanto a nivel tecnológico como legal, para proteger a los artistas y preservar la integridad de sus obras.
Más allá de la tecnología: un llamado a la responsabilidad
La preocupación de Araki trasciende la simple protección de los derechos de autor. Representa una reflexión más profunda sobre el rol del arte en nuestra sociedad y la responsabilidad que debemos asumir al integrar nuevas tecnologías. El debate sobre cómo usar la IA para generar obras de arte, vs. sólo copiar el trabajo de otros, deberá generarse y establecer los parámetros de su desarrollo.
El debate en torno a la IA y el arte no solo se centra en el ámbito legal, sino que plantea dilemas éticos y filosóficos sobre la creatividad humana, la originalidad y la naturaleza misma del arte. La discusión sobre cómo usar estas herramientas generativas deberá debatirse y desarrollarse, para buscar una solución que evite perjudicar a los artistas creativos, y generar un crecimiento sano en esta nueva era.