El escenario político argentino previo a las elecciones de 2025 se presenta altamente dinámico, con un eje central en la conformación de un espacio opositor que se ubique en el centro del espectro ideológico. Este espacio, aún en construcción, busca articular una alternativa tanto al kirchnerismo como al fenómeno de Javier Milei, una tarea compleja que requiere de una cuidadosa estrategia de alianzas y la capacidad de construir un discurso capaz de atraer a un electorado amplio y diverso.
El rol de Llaryora y Schiaretti: una mirada federal
El peronismo cordobés, liderado por el gobernador Martín Llaryora y el ex gobernador Juan Schiaretti, juega un rol crucial en este nuevo armado. Su estrategia se basa en una mirada federal, construyendo alianzas en diferentes provincias para evitar la debilidad inherente a una campaña nacional que diluye los recursos y la atención. La reciente reunión entre Llaryora y Juan Manuel Urtubey en Córdoba es un ejemplo de esta estrategia, marcando la voluntad de consolidar un frente amplio desde el interior del país hacia el conurbano bonaerense.
Para Llaryora y Schiaretti, las elecciones de 2025 son un punto intermedio en un plan más ambicioso que se extendería hasta las presidenciales de 2027. La meta es conformar una estructura política sólida a nivel provincial, lo que les permitiría obtener mayor fuerza política de cara a la siguiente elección nacional. Esta perspectiva de largo plazo es lo que les permite llevar a cabo una estrategia gradual, negociando alianzas y definiendo posiciones a paso firme sin la urgencia de las próximas elecciones nacionales.
Además, la estrategia se enfoca en evitar la confrontación directa con el gobierno nacional. Gobernadores como Pullaro (Santa Fe), Torres (Chubut) y Frigerio (Entre Ríos), mantienen relaciones cordiales con la Casa Rosada, y una disputa frontal en este momento podría ser contraproducente para la construcción de la propuesta de centro. Su objetivo es crear una alternativa sólida que no esté totalmente definida ni contra Milei ni contra el actual gobierno.
Urtubey y la búsqueda de un espacio moderado
Juan Manuel Urtubey, con su experiencia como gobernador de Salta, se posiciona como un actor clave en la articulación de este espacio de centro. Su participación en las reuniones con Llaryora indica su interés en formar parte de una alternativa moderada. Si bien su futuro político inmediato es incierto, la posibilidad de competir en las elecciones a senador por Salta en 2023 mantiene su presencia activa dentro de la política nacional, sin descuidar su ambición de contribuir a conformar una gran coalición de centro en el país.
Urtubey ha sido históricamente un interlocutor de dialogo, lo que ha demostrado una habilidad significativa en la construcción de consensos. Sus conversaciones con Llaryora, Schiaretti y otras figuras políticas reflejan una búsqueda de puntos de encuentro, clave para consolidar un espacio diverso y sólido que responda a las aspiraciones de una parte significativa de la población argentina. Urtubey es una pieza clave en la construcción de este armado que se perfila como una alternativa nacional, partiendo de las regiones para luego consolidar presencia en las áreas urbanas.
Larreta y la estrategia desde Buenos Aires: un desafío complejo
Horacio Rodríguez Larreta, a pesar de no participar en las imágenes más públicas, se perfila como una figura central de la estrategia opositora de centro. Su carta abierta criticando la violencia discursiva del presidente es un reflejo de su estrategia: buscar consolidarse como una alternativa moderada y diferenciada del oficialismo, pero sin descuidar la importancia de contrarrestar la propuesta de Milei.
El desafío para Larreta es enorme. Buenos Aires representa un territorio especialmente complejo para la consolidación de un espacio de centro. Sus encuentros con el intendente de Tigre, Julio Zamora, y las reuniones con otras figuras políticas locales, son un esfuerzo por establecer una presencia sólida en la provincia, un paso esencial en el proyecto de articular una alternativa nacional de centro. Su acercamiento con algunos intendentes del conurbano que mantienen distancia del kirchnerismo duro demuestra su interés en ampliar la base electoral con miras a una nueva coalición.
La provincia de Buenos Aires presenta un desafío particularmente relevante. Es crucial para cualquier espacio lograr una posición sólida, y la estrategia de Larreta para expandir su influencia política hasta la región del conurbano muestra que esta es una de sus principales metas. Sus contactos con algunos intendentes muestran una intensión de captar un electorado moderado que está alejado de la ideología kirchnerista.
Alianzas y desafíos: la construcción de un espacio plural
La construcción de este espacio de centro presenta numerosos desafíos. La diversidad de actores involucrados, con diferentes historias y trayectorias, requiere de un delicado equilibrio entre las distintas posturas ideológicas. La tensión entre una postura firmemente anti kirchnerista y la posibilidad de una convivencia política más pragmática es un tema que atraviesa todo el armado, con algunos lideres como Schiaretti y Randazzo que se inclinan por la primera, mientras que otros buscan evitar una confrontación extrema.
La estrategia de atraer a sectores menos progresistas del kirchnerismo, pero sin incorporar a sus líderes, es una línea que buscan varios referentes. La idea es absorber parte de su electorado que está buscando una alternativa diferente, apostando por un discurso que enfatiza la moderación, la gestión y la unidad nacional. Este es un desafío estratégico que implica comprender los matices del electorado y crear una propuesta que pueda resonar con distintas sensibilidades dentro del espacio político.
La comunicación y la negociación permanente entre los diferentes actores es fundamental. A pesar de la ausencia de una estructura formal consolidada, el diálogo constante demuestra la apuesta por un objetivo común: conformar un espacio opositor que se presente como una alternativa sólida a las fuerzas mayoritarias tanto del oficialismo como de la propuesta de Milei. El objetivo es conformar un frente que abarque el centro del electorado y lograr representación en todos los sectores del país.
Un camino incierto hacia 2025
El espacio político de centro en Argentina se encuentra en plena construcción, con un panorama complejo y lleno de desafíos. Las estrategias de Llaryora, Schiaretti, Urtubey y Larreta, así como sus posibles alianzas, serán clave para determinar el éxito de este proyecto. El camino hacia 2025 es incierto, pero la apuesta por una alternativa moderada y federal representa una variable importante en el escenario político argentino, con la necesidad de articular un frente con representación en distintos sectores sociales y regionales.
El éxito de este proyecto dependerá de la capacidad de los líderes políticos involucrados para construir un mensaje consistente, generar confianza y ofrecer un programa de gobierno convincente que aborde las principales preocupaciones de la sociedad argentina. La construcción de alianzas sólidas y la articulación de un discurso transversal serán cruciales para competir con los espacios mayoritarios y consolidar su posición como una alternativa de gobierno viable para el futuro.