¡La política argentina es un circo romano moderno, y Edgardo Kueider, el senador atrapado con los pantalones abajo (y la mochila llena de dólares), es el gladiador que acaba de ser devorado por los leones! ¿Pero quiénes son los leones en esta historia? ¿Milei, Macri o una jauría de conspiradores ocultos en las sombras? Prepárense, porque este escándalo es más turbio que el Riachuelo un día de lluvia.
De Peronista a Libertario (y de ahí a la cárcel Paraguaya)
Kueider, el senador que saltó del barco peronista al tren libertario con la agilidad de un trapecista político, ahora enfrenta la justicia paraguaya por intentar cruzar la frontera con 200 mil dólares sin declarar. ¡Un pequeño olvido, dirán algunos! Pero la pregunta del millón es: ¿de dónde salió esa montaña de billetes verdes? ¿Fue una coima por sus votos a favor de Milei? ¿O hay algo más siniestro detrás de todo esto?
Las teorías conspirativas vuelan como palomas en Plaza de Mayo. Algunos susurran que Macri, el titiritero en las sombras, orquestó la caída de Kueider como una venganza contra Milei, su antiguo discípulo convertido en rival. Otros señalan al expresidente paraguayo Horacio Cartes, el capo mafioso de la tabacalera, como el autor intelectual de la trampa. ¡Cartes y Macri, dos amigotes con más secretos que la SIDE!
Cristina, la reina del drama, entra en escena
Como era de esperar, Cristina Kirchner no perdió la oportunidad de meter la cuchara en este guiso político. Con su habitual estilo confrontativo, la vicepresidenta le respondió a Milei en Twitter: “Te gusta el durazno, pero no te bancás la pelusa”. ¡Un golpe bajo digno de una campeona del sarcasmo! Cristina sabe que este escándalo salpica a Milei, y no dudó en aprovecharlo para desestabilizar a su rival político.
“Te gusta el durazno, pero no te bancás la pelusa.”
Parrilli, el perro guardián de Cristina, también salió a ladrar contra Milei, acusándolo de comprar a Kueider con el dinero sucio de la corrupción. ¡Un clásico de la política argentina: acusar al otro de lo que uno mismo hace!
¿Espías, coimas o simplemente torpeza política?
En el mundo del espionaje, la caída de Kueider no fue una simple casualidad. “Lo estaban esperando”, dicen los expertos en conspiraciones. “En Paraguay, la DNIP no revisa a nadie. Kueider estaba marcado”. ¿Quién lo marcó? ¿Y por qué? Las preguntas sin respuesta alimentan el fuego de la especulación.
La versión oficial, que la plata era de la secretaria de Kueider para comprar electrodomésticos, es más inverosímil que un discurso de Milei sin insultos. ¡Por favor! ¿Quién lleva 200 mil dólares en efectivo para comprar una heladera? Ni el narcotraficante más amateur.
Mientras tanto, Kueider se declara “oficialista” ante las autoridades paraguayas, en un intento desesperado por salvar su pellejo. ¡Un oportunista que cambia de bando más rápido que de camisa!
El Verano Caliente que se avecina
Un veterano ex espía, con más arrugas que un billete de 100 pesos, me advirtió hace tiempo: “Vamos a tener un verano caliente… La guerra Macri-Milei no es gratuita”. Y vaya si tenía razón. El caso Kueider es solo la punta del iceberg de una batalla política que promete ser épica. ¡Prepárense para un festival de denuncias, traiciones y operaciones secretas dignas de una novela de John le Carré!
Este escándalo recién comienza, y las consecuencias políticas podrían ser devastadoras. ¿Se fracturará La Libertad Avanza? ¿Macri volverá a la arena política para vengarse de Milei? ¿Cristina aprovechará el caos para recuperar el poder? ¡Hagan sus apuestas, señoras y señores, porque el show está por comenzar!