Ariel “Guille” Cantero, líder de la banda narcocriminal Los Monos, cumple una larga condena en el penal de Marcos Paz. A sus numerosos años de prisión, se suman una serie de reclamos e intentos por manipular las reglas del sistema penitenciario, desde pedidos considerados absurdos hasta elaborados planes para seguir operando desde su celda.
Reclamos Absurdos: La Comodidad Detrás de las Rejas
Cantero ha presentado diversos habeas corpus con peticiones que van desde la temperatura de su celda hasta la talla de sus zapatillas. Según sus defensores, la falta de ropa adecuada, la temperatura inapropiada de la celda y calzado de un número incorrecto vulneran sus derechos básicos a la integridad y dignidad.
A esto se suma su queja por la educación virtual, argumentando que es deficiente e impide su reinserción social, una queja que se repite en otros casos y no es exclusiva de Cantero. También ha cuestionado el método de requisas, alegando que afectan su intimidad, y se ha quejado del límite de 31.000 pesos para gastos en la cantina de la prisión.
La falta de agua potable, según sus alegatos, también figura en su lista de agravios. Aunque el Servicio Penitenciario Federal (SPF) ha asegurado proveer cuatro litros de agua filtrada por día a cada interno, estos reclamos dan cuenta de una clara búsqueda de mejoras en su calidad de vida dentro del penal, más allá de lo justificable
Artificios para Seguir Operando: Triangulación y Tecnología
Más allá de las comodidades, Cantero ha demostrado una notable capacidad para manipular el sistema penitenciario y seguir dirigiendo operaciones delictivas desde prisión. Una de sus estrategias ha sido la triangulación de llamadas, utilizando a su hija (detenida recientemente por narcotráfico) para contactar a personas fuera del círculo permitido por el protocolo de internos de alto riesgo. Las llamadas interceptadas revelan cómo daba órdenes para actos delictivos, desde ajustar cuentas con enemigos hasta organizar nuevos negocios.
En otras ocasiones, ha intentado introducir dispositivos electrónicos en la prisión de maneras creativas y riesgosas. Se registraron conversaciones donde solicitaba la fabricación de elementos modificados para introducir un pequeño teléfono en objetos cotidianos, incluso, se llegó a analizar la posibilidad de esconder un dispositivo en una pava para calentar agua. Esto demuestra la capacidad de adaptación que posee para lograr su objetivo
La utilización de termos, pavas y ollas adulteradas, o el uso de “ranas” (mujeres que simulan estar embarazadas para sortear controles de rayos X), son otras prácticas detectadas por las autoridades. Estas acciones indican una sofisticada red de apoyo para ayudar a Cantero a mantener su control fuera de la prisión.
Declaración de Bisexualidad: Una Estrategia Inusual
Como un giro inesperado en su estrategia, Cantero se declaró bisexual con la finalidad de ampliar su lista de contactos autorizados para visitas íntimas, intentando que estas nuevas relaciones permitieran un aumento en las visitas. Sin embargo, las autoridades frustraron este plan.
Este hecho ilustra la determinación de Cantero en explotar las lagunas y regulaciones del sistema carcelario para mantener el control desde dentro de la prisión. El uso de subterfugios y artimañas expone su pericia para eludir las normas y las consecuencias negativas que implica este comportamiento.
Implicaciones y Conclusiones
Las acciones de “Guille” Cantero y su sobrino destacan la necesidad de mejorar los protocolos de seguridad en las prisiones federales. La capacidad de estos personajes de eludir las restricciones expuestas refleja un serio problema en el sistema. La decisión judicial de restringir sus comunicaciones es un paso importante, aunque solo una parte de la solución frente a un delincuente que está dispuesto a eludir las normas.
Estos casos ponen de manifiesto el desafío constante que implica el control de la actividad delictiva dentro de las cárceles, la necesidad de innovar y adaptarse constantemente por parte de las autoridades carcelarias. La falta de mecanismos preventivos y la complejidad en la regulación de la tecnología crean debilidades estructurales y agujeros para que se lleven a cabo actividades criminales dentro de las cárceles
Es fundamental implementar mecanismos que limiten el uso de la tecnología para cometer actos criminales dentro y fuera del penal, y medidas que prevengan la connivencia de empleados con las organizaciones criminales. La seguridad y el orden dentro de las cárceles, y por ende, la seguridad de la población, dependen del reforzamiento de protocolos y de la inversión en tecnología y personal capacitado.