En el corazón del Bronx, donde la vida pulsa con un ritmo frenético, existe un espacio donde las mujeres se encuentran para pelear, no contra otras, sino contra sus propios límites. No se trata de un club de lucha en el sentido tradicional; es un refugio de empoderamiento y sanación a través del ejercicio, una fortaleza donde se forja el bienestar físico y emocional. Hablamos del Female Fight Club, un proyecto que nació en medio de la pandemia y que hoy se ha convertido en un baluarte para la comunidad hispana.
El nacimiento de una luchadora: El testimonio de Bárbara
Bárbara González, una puertorriqueña llena de vitalidad, casi pierde la batalla contra una enfermedad cardiovascular. El diagnóstico fue una sentencia de muerte prematura, pero Bárbara, lejos de rendirse, decidió ponerse los guantes. En el Female Fight Club, encontró la fuerza y la inspiración para luchar por su vida, para obligar a su corazón a latir más fuerte con cada movimiento.
“El grupo de mujeres de este gimnasio me animó a que, aún con una operación complicada en puertas e incluso con un pesado monitor cardíaco que debía cargar todo el día, podía encontrar en el boxeo y en otras rutinas de ejercicio, una forma de luchar por mi salud. Y vaya si me ayudó. Yo soy un ejemplo de que una enfermedad se enfrenta desde varios puntos de vista. Y para mí, estas rutinas son una forma de sanarme física y emocionalmente”, comparte Bárbara con una emoción palpable.
Más que un gimnasio: Un centro integral de bienestar
El Female Fight Club es mucho más que un simple gimnasio. Es un lugar donde la disciplina física se funde con el empoderamiento femenino, creando un ambiente único y transformador. Bajo la dirección de Johanna Edmondson, instructora fitness profesional y fundadora del club, se combinan disciplinas como pilates, pesas y boxeo con actividades enfocadas en el empoderamiento de la mujer.
Johanna, una dominicana que ha forjado su espíritu emprendedor en las calles de Nueva York, explica: “Aquí se habla de rutinas de ejercicios, de nutrición, pero también de despistaje sobre cáncer de seno y violencia doméstica. Todo está integrado. Este club es un lugar para dar poder a la mujer. Aquí aprenden a luchar por una vida saludable física y mentalmente.”
Kickboxing: Autodefensa y fuerza interior
Una de las actividades estrella del club es el kickboxing, un deporte que se ha convertido en un símbolo de fortaleza y empoderamiento. La alta intensidad del kickboxing fortalece todo el cuerpo, mejorando la resistencia cardiovascular, la fuerza muscular y la coordinación. Pero va más allá del simple ejercicio físico, proporcionando habilidades de autodefensa y confianza para afrontar las situaciones de la vida.
Aprender las técnicas de golpes y movimientos de evasión no sólo prepara a las mujeres para situaciones de peligro, sino que también les inculca una actitud asertiva y segura. En este sentido, el kickboxing es un deporte que empodera física y mentalmente, transformando el miedo en fuerza.
De un parque a una comunidad: La evolución del Female Fight Club
La historia del Female Fight Club comenzó en medio de la pandemia, con un grupo pequeño de amigas entrenando en el parque Van Cortlandt para mantener su salud física y mental durante el confinamiento. La demanda fue creciendo, y lo que empezó como una iniciativa entre amigas, se transformó en un centro comunitario en Riverdale, que acoge a mujeres de todas las edades y procedencias.
El crecimiento del club no se detiene, con cada mujer que cruza la puerta se suma una nueva historia de superación y empoderamiento. El Female Fight Club es un proyecto vivo y en constante evolución, respondiendo a las necesidades de la comunidad y ofreciendo un espacio de crecimiento personal y bienestar integral.
Más allá del negocio: Una organización sin fines de lucro
El Female Fight Club no es solo un negocio, es una organización sin fines de lucro que busca empoderar a las mujeres a través de diferentes programas. Brindan clases de defensa personal, entrenamiento nutricional, actividades al aire libre, y también apoyo en áreas tan importantes como la educación financiera y la prevención de la violencia doméstica.
El club ofrece un espacio seguro y accesible para que las mujeres de bajos recursos puedan acceder a servicios de fitness y apoyo integral. El objetivo principal es crear una comunidad fuerte y empoderada. El club ayuda en muchos casos con becas para apoyar la asistencia de mujeres a las clases.
Dinorah: La eterna juventud del ejercicio
Dinorah Iriarte, una guatemalteca de 83 años, es un ejemplo de longevidad activa. Con una energía desbordante, Dinorah se mantiene en forma gracias al ejercicio diario, incorporando una amplia variedad de actividades a su rutina. Para ella, el ejercicio no solo es una fuente de salud física, sino también la clave para la eterna juventud.
“Vengo todos los días. Desde que estaba muchachita asisto a un gimnasio, de hecho, cuando existían antes los programas de televisión en donde te inspiraban a ejercitarte en casa, yo lo hacía”, afirma Dinorah, subrayando la importancia de mantener la actividad física como parte integral de su vida. Además de recomendar a otras mujeres hispana, el adoptar hábitos saludables.
Un futuro prometedor: El impacto del Female Fight Club
El Female Fight Club es mucho más que un espacio físico; es un movimiento comunitario que empodera, sana, y transforma vidas. El club continúa creciendo, expandiendo su alcance y abriendo las puertas a un futuro lleno de esperanza para las mujeres del Bronx y más allá. Su labor es un faro de luz, un testimonio de la fortaleza femenina y la fuerza sanadora del ejercicio.
Para aquellas mujeres que buscan un espacio para crecer física y emocionalmente, este club es una llamada a la acción. Para donar a la causa, visite: www.femalefightclubnyc.com