El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha registrado una notable desaceleración en sus compras de dólares durante la última semana. Si bien la entidad logró un saldo comprador, este fue de tan solo US$15 millones, el menor monto diario registrado desde el 18 de octubre pasado. A pesar de ello, las reservas brutas alcanzaron los US$30.845 millones, marcando el mayor volumen desde el 28 de junio de 2023. Esta aparente contradicción requiere un análisis profundo para entender las dinámicas cambiarias del país.
El impacto del blanqueo de capitales
Un factor clave detrás de la reciente tendencia del BCRA es el éxito del blanqueo de capitales implementado por el gobierno. Este programa, que permitió a los ciudadanos regularizar sus activos en el exterior, inyectó una significativa cantidad de dólares al sistema financiero. Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) señalan que estos dólares se están canalizando lentamente hacia préstamos en moneda dura, lo cual se traduce en una mayor oferta en el mercado oficial. Es decir, los dólares “blanqueados” están incrementando la liquidez en dólares en el mercado oficial.
Esta dinámica, señalan los analistas, no se limita al blanqueo. La brecha cambiaria en mínimos de cinco años, combinada con un spread positivo entre la tasa de interés en pesos y la devaluación programada (crawling peg), incentiva a los exportadores a adelantar sus liquidaciones, reflejado en un aumento de los préstamos en dólares, y a los importadores a postergar pagos. En otras palabras, existe una fuerte tendencia al carry trade, que genera una oferta privada de dólares en el mercado oficial mayor al que se demanda actualmente. Esto es aprovechado en gran medida por el BCRA, pero ya ha empezado a disminuir debido a la disminución del ritmo de las ganancias en el carry trade.
El rol de las políticas económicas y expectativas
La consultora EconViews destaca que la expectativa de la continuación del cepo cambiario y una menor devaluación en el futuro (se ha anunciado una reducción del ritmo devaluatorio del 2% al 1% mensual, condicionada a la bajada de la inflación), han modificado la dinámica del sector externo, creando incentivos para los exportadores a liquidar divisas en el corto plazo. Al mismo tiempo, la demanda es menor porque los importadores prefieren retrasar los pagos, anticipando una futura reducción del impuesto PAIS y una posible apreciación real del peso.
En resumen, la combinación de eventos como el blanqueo, las expectativas de estabilidad cambiaria, el carry trade, la postergación de pagos por parte de los importadores y la anticipación de la baja de impuestos crean un escenario complejo donde la oferta de dólares crece, pero no al ritmo que venía hace unas semanas. Las reservas se benefician, pero a un ritmo más moderado que en las semanas precedentes.
El análisis de las reservas: brutas vs. netas
Si bien las reservas brutas han alcanzado un máximo en 17 meses, es importante diferenciar entre las reservas brutas y las reservas netas. Mientras que las reservas brutas incluyen todos los activos en divisas del BCRA, las reservas netas se obtienen al restar las deudas del BCRA y las necesidades de cobertura de riesgo sistémico. Aunque los analistas de PPI registran una mejora de las reservas netas gracias a la racha compradora, estas todavía permanecen en territorio negativo.
Es crucial destacar que el incremento en las reservas brutas se debe no solo a las compras oficiales, sino también a otros factores como la revaluación del oro y el yuan, y el aumento de los encajes por divisas provenientes del blanqueo. Por lo tanto, si bien los datos son positivos, el análisis necesita ser nuancado. Una mirada solo a la cantidad de reservas en dólares del BCRA no refleja la complejidad de la situación económica.
Perspectivas y riesgos futuros
A corto plazo, el BCRA podría continuar con sus compras de dólares, aunque con un ritmo más moderado, especialmente antes del cierre de cada mes. El mantenimiento de la política cambiaria actual genera los incentivos para el Carry trade. La evolución de las reservas netas y brutas será un indicador crucial para evaluar la fortaleza de la política económica vigente.
Sin embargo, existen riesgos. Como señala Ámbito Financiero, el tipo de cambio real está apreciado en niveles muy altos, una situación que no se observa en más de dos décadas, a excepción de un breve período. La devaluación de monedas emergentes y la potencial caída del precio de los commodities podrían afectar el frente externo. Si la demanda externa aumenta, este panorama puede cambiar.
En conclusión, la reciente desaceleración en las compras de dólares por parte del BCRA debe interpretarse con cautela. El blanqueo de capitales ha jugado un rol positivo, mejorando la liquidez de dólares en el mercado oficial, pero otros factores como las expectativas del mercado y las políticas económicas tienen un impacto importante. La estrategia del carry trade ha perdido fuerza y es una pieza clave en la evaluación de los movimientos a futuro. Aunque las reservas brutas alcanzan un máximo en 17 meses, un panorama completo requiere del análisis de las reservas netas y de una perspectiva sobre las tendencias futuras en las exportaciones, importaciones, y el contexto internacional.