La historia de Siria en los últimos trece años ha sido una de conflicto incesante, marcada por la brutal guerra civil que ha devastado el país. En medio del caos y la destrucción, un personaje ha emergido de las sombras para liderar la revuelta contra el régimen de Bashar al Assad: Abu Mohammed al Jolani, el enigmático líder del grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Su ascenso al poder es una historia de transformación radical, de un yihadista vinculado a Al Qaeda a un líder rebelde que busca redefinir el futuro de Siria.
De las sombras a la luz pública
Durante años, Al Jolani operó en la clandestinidad, dirigiendo sus fuerzas desde la oscuridad. Sin embargo, con la caída de Alepo, la segunda ciudad más importante de Siria, en manos rebeldes, el líder del HTS decidió salir a la luz. Su aparición pública en Alepo, saludando a la multitud desde un vehículo blanco, sin su tradicional turbante yihadista y vestido con uniforme militar, marcó un cambio significativo en su estrategia. Ya no se escondía; se presentaba como el líder de una nueva Siria.
Este cambio de imagen no se limita a su apariencia. Al Jolani ha concedido entrevistas a medios internacionales, una táctica impensable en sus años como yihadista radical. Busca proyectar una imagen de moderación y pragmatismo, alejándose de su pasado extremista. Sus declaraciones, cuidadosamente elaboradas, buscan tranquilizar a la comunidad internacional y a los sirios, presentando al HTS como una fuerza de estabilidad y no como una amenaza terrorista.
Un pasado radical, un presente incierto
Nacido en Damasco en 1982, Al Jolani proviene de una familia acomodada. Su infancia y juventud contrastan con la imagen del yihadista radical que cultivó en sus primeros años de militancia. Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, se sintió atraído por el extremismo islámico, uniéndose a Al Qaeda en Irak tras la invasión estadounidense. Su experiencia en la guerra de Irak y su posterior detención por las fuerzas estadounidenses lo marcaron profundamente.
En 2011, con el estallido de la guerra civil siria, Al Jolani regresó a su país para fundar el Frente al-Nusra, la rama siria de Al Qaeda. En 2013, en un movimiento audaz, rompió con el Estado Islámico, negándose a jurar lealtad a su líder, Abu Bakr al-Baghdadi. Finalmente, en 2016, Al Jolani anunció la ruptura definitiva con Al Qaeda, un paso crucial en su transformación hacia un líder más pragmático.
La creación de Hayat Tahrir al-Sham (HTS) en 2017 marcó un nuevo capítulo en la trayectoria de Al Jolani. El HTS, una coalición de grupos rebeldes islamistas, se convirtió en la principal fuerza opositora al régimen de Assad en la provincia de Idlib. Bajo el liderazgo de Al Jolani, el HTS estableció un gobierno civil, proporcionando servicios básicos a la población e imponiendo la ley islámica, aunque de manera menos estricta que otros grupos yihadistas.
¿Un cambio real o una estrategia política?
La moderación de Al Jolani ha sido recibida con escepticismo por analistas y gobiernos occidentales, que aún lo consideran una amenaza terrorista. A pesar de sus esfuerzos por distanciarse de su pasado radical, el HTS sigue siendo considerado una organización terrorista por Estados Unidos y la ONU. Las acusaciones de abusos contra los derechos humanos en áreas controladas por el HTS también empañan su imagen.
Sin embargo, para muchos sirios, Al Jolani representa la única esperanza de un futuro sin Assad. Su liderazgo en la ofensiva que derrocó al régimen ha consolidado su posición como figura clave en el nuevo escenario político sirio. Su discurso pragmático, su promesa de un gobierno basado en instituciones y su llamado a la unidad nacional resuenan entre una población cansada de la guerra.
El futuro de Siria bajo el liderazgo de Al Jolani es incierto. La comunidad internacional se muestra cautelosa, mientras que los sirios se debaten entre la esperanza y el temor. ¿Será capaz Al Jolani de consolidar su poder y construir una Siria estable y próspera? ¿O su pasado radical volverá a perseguirlo, sumiendo al país en un nuevo ciclo de violencia? Solo el tiempo lo dirá.