La Fundación Carta Magna organizó el evento “Al César y a Dios”, un ciclo de encuentros que busca el diálogo entre fe, tecnología y ética. La primera conferencia, celebrada el 16 de noviembre en Roma, tuvo como tema central “La inteligencia de Dios, la inteligencia del hombre. Compatibilidad ideal y compatibilidad política en Europa”, explorando el reequilibrio del desarrollo tecnológico con visiones éticas en el contexto de la Inteligencia Artificial (IA).
Participantes y Moderador
La conferencia contó con la destacada participación del Padre Paolo Benanti, teólogo y presidente de la Comisión sobre IA de la Presidencia del Consejo de Ministros, y Pier Luigi Dal Pino, director regional senior de asuntos gubernamentales para Europa Occidental de Microsoft. La moderadora fue la periodista Barbara Carfagna.
El Desafío del Reequilibrio
El leitmotiv del encuentro fue el reequilibrio entre el desarrollo tecnológico y las consideraciones éticas. Se planteó la necesidad de un diálogo crítico que involucre la fe, la ciencia y la tecnología, considerando el poder computacional de la IA no como algo ajeno a su creador, sino como una herramienta moldeada por la humanidad.
Domar la IA: La Perspectiva del Padre Benanti
El Padre Benanti enfatizó la importancia de mantener al ser humano en el centro del desarrollo de la IA. Argumentó que el control de esta tecnología tendrá un profundo impacto en diversos procesos, desde los industriales hasta los democráticos. Por ello, planteó la necesidad de establecer “guardarraíles” para regular su desarrollo y evitar que la IA sustituya al ser humano o genere discriminación.
En palabras del Padre Benanti, la IA debe ser una herramienta al servicio del hombre y no un reemplazo. Su visión es vital para asegurar que la tecnología se utilice de forma responsable y en beneficio de la humanidad.
La Visión de Microsoft: Un Humanismo Digital
Pier Luigi Dal Pino, de Microsoft, coincidió en la importancia de mantener al ser humano en el centro del desarrollo de la IA. Destacó el proyecto del “gemelo digital de la basílica de San Pedro” como ejemplo del diálogo entre la fe, la ciencia y la tecnología. Este proyecto representa, para Microsoft, una prueba tangible de la sinergia posible entre estos tres ámbitos.
Dal Pino recalcó que la IA no debe sustituir al ser humano, ni crear discriminación o exclusión. La visión de Microsoft se alinea con la necesidad de un desarrollo ético y responsable de la inteligencia artificial.
Principios para un Uso Consciente de la IA
Gaetano Quagliariello, Presidente de la Fundación Magna Carta, identificó algunos principios esenciales para un uso consciente de la IA: dignidad e integridad humana, transparencia, privacidad, seguridad y responsabilidad. Estos valores deberían guiar el desarrollo y la implementación de sistemas de inteligencia artificial, garantizando el beneficio social sin menoscabo de los derechos humanos.
Quagliariello también destacó la investigación conjunta entre Magna Carta y Microsoft Italia que dio como resultado la propuesta de un “nuevo humanismo digital”. Un enfoque en el que la persona humana, manteniendo su esencia y valores, puede participar plenamente en el mundo de la transformación digital.
La Importancia del Diálogo
La conferencia “La inteligencia de Dios, la inteligencia del hombre” fue un espacio de reflexión crucial para abordar los retos éticos de la IA. Los participantes coincidieron en la necesidad de un diálogo constante entre la fe, la tecnología y la sociedad, que coloque al ser humano en el centro del progreso tecnológico, garantizando su dignidad y bienestar.
El llamado es a un desarrollo responsable de la IA, con un enfoque en la transparencia, la privacidad, la seguridad y la responsabilidad. Solo con estas consideraciones aseguraremos que la inteligencia artificial nos sirva para construir un futuro mejor.
Este evento deja claro que el futuro de la IA depende de un compromiso compartido, de un diálogo abierto y una visión ética. La tecnología sin humanidad es sólo tecnología; la tecnología con valores humanos puede ser una fuerza transformadora del mundo, para bien.