La reciente convergencia entre el dólar blue y el oficial, junto con la baja del riesgo país, ha generado un clima de optimismo cauteloso en Argentina. Sin embargo, expertos advierten sobre potenciales riesgos económicos que podrían acechar en 2025. Analizamos la situación actual, las proyecciones y los desafíos para las empresas argentinas.
Unificación cambiaria: ¿realidad o espejismo?
La brecha entre el dólar blue y el oficial se ha reducido drásticamente, llegando a ser prácticamente inexistente. A fines de 2023, el dólar blue cotizaba alrededor de $1050, mientras que el dólar oficial se ubicaba en $1046, con un dólar mayorista de $1015. Esta convergencia, impulsada por la estabilidad macroeconómica y la baja en la demanda de dólares, plantea interrogantes sobre su sostenibilidad en el mediano plazo.
Jorge Colina, economista de IDESA, sostiene que esta aparente calma se debe a la falta de demanda de dólares por las restricciones impuestas por el cepo cambiario. “El cepo es un obstáculo para comprar dólares”, afirma Colina. “La pregunta es, ¿sin cepo la gente va a aceptar un dólar de mil o va a preferir comprar dólares por las dudas?”
Esta incertidumbre sobre el futuro del cepo cambiario es compartida por otros analistas. Eugenio Mari, de la Fundación Libertad y Progreso, señala que si bien la convergencia cambiaria es positiva, “todavía existen vulnerabilidades propias de una economía que viene de una crisis muy importante”. Mari destaca la necesidad de reformas estructurales para consolidar la estabilidad y el crecimiento económico.
2025: ¿un año de riesgos económicos?
El año 2025 se presenta como un año bisagra para la economía argentina. La eliminación del impuesto PAIS, prevista para el 31 de diciembre de 2024, podría generar presiones sobre la balanza comercial y el tipo de cambio. Colina advierte que “el 2025 vamos a tener una economía con apreciación cambiaria y sin impuesto PAIS, por lo cual puede empezar a haber problemas en la balanza comercial”.
Orlando Ferreres, de OJF y Asociados, coincide en que la situación actual “pone en dificultades a la exportación” y que la devaluación del real brasileño representa un factor de riesgo adicional. Además, se suma la incertidumbre sobre la capacidad del Gobierno para afrontar los pagos de deuda en 2025.
Mari, por su parte, es más optimista. Si bien reconoce los riesgos, considera que “las reformas (fiscales, al Banco Central y desreguladoras) empiezan a dar credibilidad a que Argentina va a poder honrar sus compromisos de deuda”. El economista destaca que el Gobierno ya cuenta con los dólares necesarios para el pago de capital e intereses de la deuda que vence en enero de 2025 y que el superávit fiscal le dará aire para afrontar los vencimientos posteriores.
El impacto en las empresas
En este contexto de incertidumbre, las empresas argentinas enfrentan el desafío de mantener su competitividad. La apreciación del peso dificulta las exportaciones y las expone a la competencia de productos importados. Colina subraya la importancia de avanzar en las reformas estructurales para “bajar el costo argentino”.
Mari agrega que la situación actual “desnuda los verdaderos problemas de fondo que tiene la economía argentina”, obligando a las empresas a mejorar su competitividad en lugar de depender de una devaluación que licúe los salarios.
La sostenibilidad del cepo cambiario también genera dudas sobre el futuro de las empresas. Ferreres considera que el cepo “puede continuar durante buena parte de 2025”, lo que limitaría el acceso a divisas para la importación de insumos y el pago de deudas.
¿Qué esperar en 2025?
El año 2025 se presenta como un año crucial para la economía argentina. La incertidumbre sobre el futuro del cepo cambiario, la eliminación del impuesto PAIS y los vencimientos de deuda crean un escenario complejo. Las proyecciones de los analistas son divergentes, oscilando entre un optimismo cauteloso y la advertencia sobre potenciales riesgos.
La clave para sortear estos desafíos reside en la implementación de reformas estructurales que mejoren la competitividad de la economía argentina y generen confianza en los inversores. El debate sobre el rol del Estado en la economía, la apertura comercial y la sostenibilidad de la deuda pública seguirá siendo central en los próximos años.