El Banco Central de la República Argentina (BCRA) realizó este jueves una venta masiva de dólares en el mercado oficial de cambios, alcanzando los US$599 millones. Esta cifra representa la mayor intervención en cinco años y despierta preocupación sobre el estado de las reservas internacionales, que ahora se ubican en US$32.419 millones.
La demanda insaciable de dólares y la sombra del 2019
La venta de dólares de este jueves no solo es la más alta en cinco años, sino que también evoca fantasmas del pasado. El monto se acerca peligrosamente a los US$700 millones vendidos el 25 de octubre de 2019, justo antes del regreso de los controles cambiarios tras las elecciones primarias que dieron la victoria a Alberto Fernández. Aquel episodio marcó el inicio de una profunda crisis cambiaria, y la actual situación genera incertidumbre sobre si se avecina un escenario similar.
Según operadores del mercado, la voracidad importadora, especialmente del sector automotriz, impulsó la demanda de dólares. La finalización del impuesto PAIS el lunes pasado habría incentivado a las empresas a adelantar compras de insumos, aprovechando un tipo de cambio más favorable. Sin embargo, esta medida generó un efecto contrario al esperado, debilitando las reservas del BCRA.
Toyota: ¿El principio de una estampida?
En la city porteña, los rumores apuntan a Toyota como la principal responsable de la sangría de dólares. Se especula que la automotriz japonesa habría solicitado al BCRA la entrega de US$780 millones, abandonando el esquema de carry trade. Esta estrategia, que consiste en endeudarse en pesos a altas tasas de interés para luego comprar dólares, se volvió insostenible debido a la reciente suba del billete verde.
La decisión de Toyota podría desencadenar un efecto dominó. Si otras empresas siguen sus pasos, la demanda de dólares se intensificará aún más, presionando al BCRA a realizar nuevas ventas de reservas. Este escenario podría agravar la crisis cambiaria y generar un impacto negativo en la economía real.
¿Refugio en la Bolsa?
Mientras el mercado cambiario se tambalea, la Bolsa porteña ofrece un panorama más alentador. Tras el feriado de Navidad, el índice S&P Merval experimentó una suba del 1,8%, mientras que en su medición en dólares ganó un 0,5%. Las acciones de Telecom, Cresud y Loma Negra lideraron las alzas, mostrando un mayor apetito por activos locales.
En Wall Street, los ADRs de empresas argentinas también registraron ascensos generalizados, confirmando la tendencia positiva. El buen desempeño de los bonos en dólares, con el Global 2046 a la cabeza, contribuyó a una baja del riesgo país, que se ubicó en 631 puntos básicos, su nivel más bajo desde noviembre de 2018.
Un cierre de año con luces y sombras
A pesar del optimismo bursátil, el Gobierno cierra el año con señales de alarma en el frente financiero. La presión sobre el mercado cambiario y el debilitamiento de las reservas del Banco Central plantean serios desafíos para el equipo económico. La incertidumbre sobre el futuro del dólar y la capacidad del Gobierno para controlar la inflación dominan la escena.
¿Será 2024 un año de mayor estabilidad o la crisis cambiaria se profundizará? La respuesta dependerá de las medidas que adopte el Gobierno para restablecer la confianza en la economía y controlar la demanda de dólares. El futuro del peso argentino pende de un hilo.