El dólar blue continúa su escalada alcista, cerrando la jornada en $1.070, un nuevo récord que profundiza la brecha cambiaria y acelera la tendencia hacia el bimonetarismo en Argentina. Este incremento, el segundo consecutivo, genera preocupación en el mercado y plantea interrogantes sobre el futuro de la economía nacional.
Bimonetarismo: una realidad que se consolida
Ante la volatilidad del peso y la creciente demanda de dólares, la economía argentina se encamina hacia una bimonetarización de facto. Cada vez más transacciones, especialmente las de alto valor, se realizan en moneda extranjera, mientras que el peso se utiliza principalmente para las operaciones cotidianas. Esta situación, si bien no es nueva, se ha profundizado en los últimos meses, impulsada por la incertidumbre económica y la falta de confianza en el peso.
La Secretaría de Comercio trabaja en una nueva resolución que permitirá la exhibición de precios en pesos y dólares, una medida que busca transparentar el mercado y facilitar las transacciones en moneda extranjera. Esta iniciativa, que actualiza una normativa del 2002, se suma a la posibilidad, ya anunciada por el ministro de Economía, Luis Caputo, de realizar pagos con tarjeta de débito en dólares. El objetivo del Gobierno es que los dólares depositados en cuentas especiales, como las CERA, puedan ser utilizados para la compra de bienes y servicios.
Impacto en la economía real
El avance del bimonetarismo tiene un impacto significativo en la economía real. Por un lado, facilita el acceso a bienes importados y permite a quienes tienen ahorros en dólares proteger su capital. Por otro, genera distorsiones en los precios, dificulta el control de la inflación y profundiza la desigualdad, ya que no todos los argentinos tienen acceso a la moneda extranjera.
La disparada del dólar blue también impacta en la inflación, ya que muchos productos y servicios tienen componentes importados o se fijan en función del tipo de cambio paralelo. Este fenómeno erosiona el poder adquisitivo de los salarios y genera incertidumbre en las empresas, que deben ajustar sus precios constantemente para no perder rentabilidad.
Políticas gubernamentales y perspectivas a futuro
El Gobierno ha implementado diversas medidas para controlar el tipo de cambio y frenar la inflación, como la restricción a la compra de dólares, el aumento de las tasas de interés y la negociación de acuerdos de precios con empresas. Sin embargo, estas medidas no han logrado contener la escalada del dólar blue ni estabilizar la economía.
La incertidumbre política y la falta de un plan económico a largo plazo contribuyen a la desconfianza en el peso y alimentan la demanda de dólares. En este contexto, la dolarización de la economía se presenta como una posible salida, aunque genera controversia y debate entre economistas y políticos.
Algunos analistas consideran que la dolarización podría estabilizar la economía y controlar la inflación, mientras que otros advierten sobre la pérdida de soberanía monetaria y las dificultades para implementar un sistema de este tipo en un país con las características de Argentina. El debate sobre la dolarización, sin duda, continuará en los próximos meses.
La situación actual exige un análisis profundo y la implementación de políticas económicas que promuevan la confianza en el peso, fomenten la inversión productiva y generen empleo. Solo así se podrá revertir la tendencia hacia el bimonetarismo y construir una economía más estable y equitativa para todos los argentinos.