Un nuevo estudio publicado en la revista “The Cryosphere” revela una realidad alarmante: el deshielo de los glaciares está ocurriendo a un ritmo mucho más acelerado de lo que se había previsto. Las proyecciones, basadas en modelos climáticos avanzados, indican que entre el 25% y el 50% del volumen total de los glaciares podría desaparecer antes del final del siglo XXI. Esta cifra, sin embargo, no es estática y está intrínsecamente ligada a la capacidad de la humanidad para reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.
La investigación y sus métodos
La investigación, liderada por el glaciólogo Harry Zekollari del ETH Zúrich y la Vrije Universiteit Brussel, se diferencia de estudios anteriores al integrar datos satelitales de las últimas dos décadas y utilizar modelos que simulan la compleja interacción entre el calentamiento atmosférico, la velocidad del flujo glaciar y las tasas de deshielo. Este enfoque permite obtener proyecciones más precisas, tanto a nivel global como regional.
Los modelos utilizados en este estudio permitieron superar las limitaciones de los modelos previos que simplemente contabilizaban las pérdidas anuales de hielo. Al simular el comportamiento dinámico de los glaciares, se puede apreciar su respuesta no lineal al cambio climático. Como explica Rodrigo Aguayo, coautor del estudio, “estos modelos nos brindan un nivel de detalle sin precedentes, aumentando la confianza en los datos proporcionados a los responsables de políticas públicas”.
Regiones más afectadas y consecuencias a largo plazo
El estudio destaca que ciertas regiones son particularmente vulnerables. Canadá occidental, Asia del suroriental y Europa central se encuentran entre las áreas con mayor riesgo, pudiendo llegar a perder casi toda su masa glaciar, incluso bajo escenarios de calentamiento moderado. Esta pérdida no solo implica la reducción física de los glaciares, sino también la alteración de los servicios ecosistémicos que brindan, como la regulación climática y el suministro de agua.
Las consecuencias del deshielo glaciar se extienden más allá de las regiones donde se encuentran los glaciares. El derretimiento contribuye significativamente al aumento del nivel del mar. En las últimas dos décadas, el derretimiento de los glaciares ya ha provocado un aumento de 1,27 centímetros en el nivel del mar, y para el final del siglo XXI, esta cifra podría incrementarse hasta en 30 centímetros adicionales. Este aumento representa una seria amenaza para las zonas costeras, intensificando el riesgo de inundaciones y daños por tormentas.
Un futuro incierto, pero no inevitable
Aunque el estudio se centra en las proyecciones para 2100, los efectos del cambio climático en los glaciares podrían extenderse mucho más allá de esa fecha. Algunos glaciares seguirán derritiéndose durante siglos debido a las emisiones de gases de efecto invernadero ya acumuladas en la atmósfera. Este fenómeno ya es observable en lugares como los fiordos de Groenlandia, que muestran pérdidas de cientos de metros de hielo, dejando atrás paisajes devastados.
El mensaje de los científicos es claro: la pérdida de los glaciares no es inevitable. Si se toman medidas contundentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y se logra alcanzar la meta de cero emisiones netas a mediados de siglo, la pérdida de hielo podría limitarse al rango inferior de las predicciones. Sin embargo, si las emisiones continúan al ritmo actual o aumentan, el 50% del volumen glaciar mundial podría desaparecer. Esta situación, a su vez, podría disparar fenómenos climáticos más extremos e imprevisibles.
la urgencia de la acción climática
Este estudio subraya la urgencia de implementar políticas y medidas efectivas para mitigar el cambio climático. La pérdida de los glaciares no solo representa una amenaza para los ecosistemas y la biodiversidad, sino también para la seguridad hídrica de las comunidades que dependen de ellos. La acción climática inmediata y global no es solo una opción, sino una necesidad imperativa para preservar nuestro planeta y asegurar un futuro habitable para las generaciones venideras.
La información proporcionada en este artículo se basa en el estudio publicado en la revista “The Cryosphere”. Para un análisis más profundo, se recomienda consultar la publicación original y otros estudios relevantes sobre el deshielo glaciar y el cambio climático.