La tranquilidad de Mar del Plata, famosa por sus playas y el turismo, se vio sacudida por un escándalo que encendió las redes y desató una batalla campal entre la diputada nacional Myriam Bregman y el intendente Guillermo Montenegro. El epicentro: un video mostrando el desalojo de dos personas que dormían en la calle. Un video que, según la izquierda, expone la brutalidad policial; para Montenegro, demuestra la firmeza en la lucha contra la delincuencia. Las consecuencias: un intercambio de acusaciones tan virulento que deja al descubierto una profunda grieta en la sociedad.
El video que encendió la mecha
Las imágenes son elocuentes: dos personas durmiendo sobre un colchón en la calle, cubiertas parcialmente por otro trozo de lona. De repente, la intervención de la policía, que sin contemplaciones retira la protección y ordena el desalojo. “Se terminó”, tuiteó Montenegro, acompañado del clip. Para él, una señal contundente contra la ocupación de espacios públicos. Para muchos otros, la prueba irrefutable de la falta de sensibilidad social en la ciudad.
El video, sin embargo, no muestra la situación completa, alimentando las especulaciones. ¿Quiénes eran esas dos personas? ¿Habían recibido asistencia alguna previamente? ¿El desalojo se produjo de manera violenta? Preguntas que ambos bandos usan a su conveniencia para cargar la narrativa.
La guerra en redes sociales: Bregman vs Montenegro
El tuit de Montenegro generó la reacción explosiva de Myriam Bregman, quien no se midió en sus palabras: “Todo matones contra los más pobres. Qué basura tenés que ser para hacerlo y para festejarlo”, escribió la diputada. Una acusación sin eufemismos que generó una respuesta aún más incendiaria por parte del intendente.
Montenegro respondió con una catarata de insultos: “Llevatelos a tu casa, Bregman. Pensás que no nos cuenta lo que está haciendo tu amigo Juan Grabois y todas las orgas. Manga de mafias”, un ataque directo y visceral, salpicando a otras organizaciones sociales y tildándolas de “violentas” y “con la clara intención de generar conflictos para arruinar la temporada de verano”. Un tono subido de tono, claramente exacerbado, pero que refleja la intensidad de un debate sin cuartel.
La respuesta de Bregman, aunque contundente, no bajó el nivel: “¿Vamos a hablar de quiénes somos amigos? Mejor hablemos de lo que significa reivindicar esa acción violenta y defenderla con un estilo tan patoteril y falto de argumentos… Muy lamentable”, escribió, dejando claro que la polémica no estaba resuelta.
El debate político más allá del video
El cruce verbal entre Bregman y Montenegro, sin embargo, es más que una disputa personal. Es un reflejo de las profundas diferencias políticas sobre cómo abordar la problemática de la pobreza y la exclusión social. Para Bregman, el desalojo muestra la falta de políticas sociales y el ensañamiento con los más vulnerables. Para Montenegro, es una medida de seguridad y orden público, necesarias para proteger a la mayoría de los ciudadanos.
La gestión de la municipalidad en materia social ha sido duramente cuestionada. Mientras la izquierda denuncia la falta de políticas de inclusión, el oficialismo insiste en la ayuda existente y la culpabilización de terceros por la proliferación de situaciones de conflicto.
A la batalla se unieron otros actores políticos. Desde el propio espacio político de Montenegro, se justificaron las acciones y la postura del intendente, mientras la oposición no solo condena el desalojo sino que amplifica la crítica a la gestión en materia social. La pregunta queda flotando: ¿Cómo equilibrar la seguridad y el orden con la protección de los derechos de los más vulnerables?
El debate se extiende más allá del ámbito local. Políticos nacionales y periodistas de diferentes medios tomaron partido, profundizando la brecha y exponiendo la compleja discusión sobre los derechos humanos, la seguridad ciudadana y las políticas sociales. Una discusión que no tiene signos de disminuir, y que obligará a reconsiderar con urgencia las estrategias del Municipio.
la pelea continúa
El cruce entre Bregman y Montenegro no es un episodio aislado; es una confrontación que resume las profundas fracturas sociales y políticas existentes en Argentina. La discusión alrededor del video trasciende el ámbito local, convirtiéndose en una clara señal de los debates que dominarán la agenda en los próximos meses. ¿Quiénes son los responsables del aumento de la indigencia? ¿Es el desalojo la solución o un síntoma de una problemática mucho mayor que solo involucra a las personas en situación de calle? Las preguntas son muchas y las respuestas, al menos por ahora, parecen distantes.
Este incidente, sin dudas, dejó expuesta una problemática social, un conflicto político y una lucha discursiva que recién comienza.