A una semana del balotaje presidencial uruguayo, el debate entre los candidatos Álvaro Delgado (Partido Nacional, Coalición Republicana) y Yamandú Orsi (Frente Amplio) puso el foco en la economía, un tema crucial para los electores. Las diferencias en sus propuestas y visiones sobre el futuro económico del país resultaron claras, marcando un punto de inflexión en la campaña.
Orsi: Estabilidad y redistribución del ingreso
El candidato del Frente Amplio comenzó destacando el compromiso de su partido con la estabilidad económica, definida como un equilibrio macroeconómico que brinde certezas. Orsi se refirió al crecimiento sostenido durante los 15 años de gobierno del FA, resaltando la importancia de una distribución más justa del ingreso. Aseguró que no aumentará los impuestos y que su gobierno apoyará especialmente a las pequeñas y medianas empresas (PYMEs).
Sin embargo, las declaraciones de Orsi contrastan con las del economista Gabriel Oddone, su eventual ministro de Economía, quien días antes había advertido que prometer no subir impuestos es irresponsable si no se tiene el control total de la situación económica. Esta discrepancia generó un punto de debate inmediato y central.
Delgado: Orden económico y crecimiento sostenido
Por su parte, Álvaro Delgado, representante de la coalición de gobierno, contrapuso la gestión económica del gobierno actual con la del Frente Amplio. Delgado enfatizó la recuperación económica posterior a la pandemia y los efectos de la sequía del 2023, afirmando que se ha mantenido el crecimiento económico. Destacó datos positivos como la mejor calificación crediticia de la historia de Uruguay, la mitad de inflación que en 2019, el salario real más alto en 49 años, y un récord de personas trabajando.
Delgado atribuyó al gobierno actual el haber ordenado la economía a pesar de las diversas crisis. Señaló la intención del Frente Amplio de aumentar los impuestos según su programa, mientras que su meta es lograr “un Uruguay más barato para vivir y producir”.
Contrastes y respuestas
Orsi respondió a Delgado recordando el logro del grado inversor en 2013 durante el gobierno del Frente Amplio, y cuestionó la percepción de “bonanza económica” del actual gobierno. Señaló que hay más de 500.000 uruguayos que ganan menos de $25.000 y enfatizó el crecimiento del 140% en salarios y pasividades durante los gobiernos del FA. Planteó la devolución del 2% de recargo de IVA en compras con tarjeta como una medida concreta para aliviar la economía familiar.
Delgado, a su vez, acusó al Frente Amplio de plantear el aumento de impuestos al patrimonio, la renta y el capital, señalando que esto evidencia su intención de aumentar la carga tributaria. Además, Delgado comparó las políticas de precios de combustible, indicando un ahorro significativo en los últimos años, con la administración del anterior gobierno
Análisis de las propuestas
El debate expuso dos modelos económicos contrastantes. El Frente Amplio prioriza la estabilidad, la redistribución del ingreso y el apoyo a las PYMEs. La Coalición Republicana, por su parte, resalta el orden económico, la atracción de inversiones y el control de la inflación. Ambas propuestas enfrentan el reto de la realidad económica del país y las expectativas de la población.
Analizando las propuestas, es crucial considerar el contexto de la economía uruguaya actual, que está sujeta a una serie de factores tanto internos como externos que influencian las políticas gubernamentales y su posible impacto en la población.
El debate presidencial uruguayo sobre economía ofreció a los votantes una visión clara de las estrategias económicas que cada candidato propone. A una semana del balotaje, la decisión final dependerá de la evaluación que los electores realicen de estas propuestas en el contexto de sus necesidades y prioridades.