Carlos Testa, un ingeniero mecánico con más de tres décadas de experiencia en Volkswagen, donde llegó a dirigir la fábrica de cajas de cambio en Córdoba, decidió dar un giro radical a su vida. Junto a su esposa, Laura Borioli, exdirectora del British School, intercambiaron las líneas de producción por los viñedos, dejando atrás la rutina corporativa para embarcarse en una aventura en el mundo del vino.
De la línea de montaje a la viña: un cambio de vida impulsado por la pasión
La decisión no fue impulsiva. Carlos y Laura, lejos de imaginar un retiro tranquilo viendo series, soñaban con un proyecto conjunto, un desafío a largo plazo que combinara sus habilidades y su pasión compartida por el vino. Así nació Bodega Río del Medio, un proyecto familiar que involucra a sus hijos, Octavio e Felipe, y al enólogo Emiliano Guzmán.
La bodega, ubicada en 14 hectáreas en Los Reartes, Valle de Calamuchita, se rige por el concepto ‘estate bottled’, es decir, todo el proceso, desde el cultivo de la uva hasta el embotellado, se realiza en la misma propiedad. Este estricto control de calidad garantiza la trazabilidad del producto final y la expresión única del terroir.
Construyendo un imperio vitivinícola desde cero
Su aventura en el mundo del vino comenzó en 2011, con una modesta plantación de media hectárea de Malbec. Posteriormente, incorporaron Sauvignon Blanc, y en 2015, Cabernet Franc y Cabernet Sauvignon. A pesar de la falta de experiencia previa en la industria, Carlos demostró un don innato para el negocio, combinando su experiencia en la gestión de grandes proyectos con la pasión por este nuevo mundo.
Actualmente, la bodega produce unos 6000 litros anuales de vinos tintos, rosados y blancos, los cuales se comercializan directamente en restaurantes y vinotecas de Córdoba y el Valle de Calamuchita, con la ayuda de distribuidores. Su objetivo es ambicioso: alcanzar las 20.000 unidades anuales en 2028, un testimonio de su visión empresarial.
Más que un negocio, una filosofía de vida
La historia de Carlos y Laura trasciende la simple creación de una bodega rentable. Es una historia de perseverancia, de transformación y de la búsqueda de un equilibrio entre la vida profesional y personal. Para ellos, el trabajo es parte de una filosofía de vida, donde la pasión, la colaboración y el trabajo en equipo son elementos clave.
En este sentido, la incorporación de sus hijos al proyecto es una prueba fehaciente de su visión familiar. Octavio, como ingeniero, aporta sus conocimientos técnicos, mientras que Felipe, contador, se encarga de la gestión financiera. Este trabajo en equipo no solo fortalece la empresa, sino que también crea una cultura familiar unida por un objetivo común.
Un desafío: competir con los gigantes del vino argentino
Conscientes del desafío que implica competir con las regiones vitivinícolas más consolidadas de Argentina, como Mendoza, Carlos y Laura han optado por una estrategia de diferenciación basada en la calidad y la identidad. Sus vinos, lejos de imitar los estilos tradicionales, buscan destacarse por la expresión única del terroir de Los Reartes y la personalidad de cada variedad.
La decisión de priorizar la calidad sobre la cantidad es una muestra de su enfoque estratégico a largo plazo. La inversión en tecnología de punta, así como su trabajo en la búsqueda de la identidad única del terroir cordobés, marcan la ruta hacia la construcción de una marca de vinos con alta reputación en el mercado nacional e internacional.
El futuro de Bodega Río del Medio
Carlos mira hacia el futuro con optimismo, proyectando el crecimiento de la bodega a 50 años vista. Si bien no impone su visión a sus hijos, espera que ellos continúen con el legado familiar, un negocio que, para ellos, es sinónimo de pasión, trabajo duro y perseverancia.
La historia de Carlos y Laura es inspiradora, una prueba viviente de que la pasión combinada con una planificación estratégica y una gran dosis de trabajo, puede convertir un sueño en una realidad tangible. Un ejemplo de que el éxito se alcanza con una gran dosis de creatividad, esfuerzo y un enfoque innovador.
Un perfil industrial del vino Cordobés
La estrategia industrial de Bodega Río del Medio se enfoca en la alta calidad y el control de cada etapa de la producción, optando por diferenciarse de la estrategia de enoturismo que caracteriza a otras bodegas cordobesas. Carlos Testa apuesta a la producción de vinos de alta gama que puedan competir con vinos de otras regiones, no solo a nivel nacional sino también en el ámbito internacional.
Esta visión industrial permite la planificación de la producción y proyectar un crecimiento sostenido. Se invierte en tecnología y procesos para mejorar la calidad del vino y asegurar una producción eficiente que permita alcanzar un mayor volumen de ventas.
Un legado para las generaciones futuras
Para Carlos, la vitivinicultura es un negocio de generaciones. La dedicación y la perseverancia son claves para triunfar. El proyecto familiar se proyecta hacia un futuro donde sus hijos puedan continuar el legado, heredando no solo la bodega sino también los valores y el espíritu emprendedor de sus padres.
La bodega Río del Medio es un ejemplo claro de la pasión, el trabajo y el éxito que se puede conseguir si se elige un camino diferente al que previamente se conocía. Es un nuevo desafío, una nueva aventura que demuestra que nunca es tarde para cambiar de rumbo y alcanzar el éxito personal y profesional.