¿Cuánto tiempo más permitiremos que la cruel e implacable violencia silencie voces como la de Mila Piercecchi? Su historia, un testimonio escalofriante de abusos, resiliencia y la búsqueda incansable de justicia, nos confronta con una realidad brutal. Desde las calles de Rosario hasta los rascacielos de Nueva York, la vida de Mila ha sido marcada por el éxito empresarial y un infierno de abusos que la obligaron a huir para salvar su vida. Hoy, ella alza su voz, negándose a ser silenciada, para inspirar a otras víctimas a romper el silencio y buscar ayuda.
El sueño rosarino y el brillo europeo
Mila Piercecchi nació y creció en Rosario, Argentina, una ciudad vibrante y llena de sueños. A los 18 años, una oportunidad dorada se presentó: estudiar Economía en París, Francia. Este viaje marcó el inicio de una vida cosmopolita y llena de desafíos. En Europa, Mila conoció a Carlo Aversa, un ingeniero aeroespacial exitoso que se convirtió en su esposo y mentor. Aversa, mayor que ella, la introdujo en el mundo de la élite europea, enseñándole sobre ambición y negocios.
La diferencia de edad no obstaculizó el camino de Mila, sino que fue una fuente de aprendizaje y crecimiento. Absorbió conocimientos y experiencias que la moldearon como empresaria. Sin embargo, este capítulo de su vida, aunque enriquecedor, también sembró las semillas de una vulnerabilidad que más tarde sería explotada.
El infierno en Buenos Aires: Crueldad, Control y Terror
Tras una etapa de éxito y crecimiento personal, Mila regresó a Argentina, donde conoció a Soane Pesci. Lo que comenzó como una relación prometedora pronto se transformó en una pesadilla de cruel violencia y control asfixiante.
En mayo de ese año, Mila viajó a Nueva York para comenzar su proceso de transición. Soane Pesci se quedó en Buenos Aires y desde allí comenzó el chantaje económico. “Si no me transferís plata, te dejo”, exigía ante cada negativa.
Desembolso tras desembolso, Mila entregó alrededor de 70 mil dólares. Con el tiempo, descubrió la ludopatía de su pareja, cuyas crisis derivaban en violentas reacciones de abstinencia al juego online. La manipulación psicológica era constante: la acusaba de mirar a otros hombres, o se enfurecía si la miraban a ella. La paranoia y el control eran asfixiantes.
En seis meses, un tiempo récord, Piercecchi realizó su transición. En el medio, en julio de 2024, viajaron a Europa, donde los golpes eran casi diarios. Viajes por Ibiza, Madrid, Mallorca y Capri terminaron con peleas callejeras protagonizadas por Soane Pesci. Fue en ese momento cuando Mila comenzó a tomar conciencia del infierno que estaba viviendo, encontrando refugio en sus amigas.
Mordidas, trompadas y empujones se volvieron la norma. Golpes fuertes y gritos aterradores resonaban en cada rincón. Dos brutales violaciones, una de ellas durante su postoperatorio, marcaron un punto de quiebre. Cada vez que Mila intentaba escapar, Soane rompía en llanto, prometiendo un cambio que nunca llegaba.
En agosto pasado, la amenaza final resonó con una crueldad impactante: una foto de armas de fuego acompañada de la frase “Te voy a matar, tengo armas. Vas a terminar como el novio de Nahir Galarza”. El terror se apoderó de Mila, pero también despertó una fuerza interior que la impulsaría a luchar por su vida.
El quiebre: Cruel ataque en el ascensor
El 4 de enero, en el ascensor del edificio donde vivían en Buenos Aires, la cruel violencia alcanzó su punto más álgido. Sin mediar palabra, Soane la atacó brutalmente, rompiéndole el tabique nasal, causándole politraumatismos en la cabeza y en el cuerpo, y casi encapsulándole un seno. Romina, la empleada doméstica, fue testigo del horror.
Él mientras me pegaba me decía que me fue infiel toda la vida, que siempre me usó, que yo era un objeto para él, y yo no podía creer lo que estaba escuchando. Me encerré en mi cuarto, entró y me agarró de los pelos. Me arrastró por todo el balcón, y los vecinos de enfrente estaban viendo todo.
Los gritos alertaron a los vecinos, quienes llamaron a la policía. La rápida intervención de las autoridades fue crucial. “Tengo que destacar que la Policía de Buenos Aires hizo un trabajo increíble. Cuando lo esposaron él cambió la actitud y me empezó a decir: ‘Mila, perdóname, te amo’. Cuando me vi desfigurada en el espejo y la sangre por todos lados, por primera vez accedí a tener contacto con la Justicia”.
En la oscuridad del ascensor: El despertar de una guerrera
Tras el brutal ataque en el ascensor, Mila se encontraba devastada física y emocionalmente. El dolor era insoportable, pero en medio de la oscuridad, una chispa de rebeldía se encendió en su interior. El miedo se transformó en furia, la desesperación en determinación. En ese momento crítico, Mila tomó la decisión de no ser una víctima más, de luchar por su vida y por la justicia.
La justicia y el escape a Nueva York
Soane Pesci enfrenta ahora ocho causas penales. La Fiscalía 10 de CABA dictaminó una perimetral de 800 metros, la cual rompió al menos cuatro veces. Los cargos incluyen abuso sexual con acceso carnal, privación ilegítima de la libertad doblemente agravada, lesiones leves agravadas por violencia de género, amenazas simples, desobediencia, daño e intento de extorsión. Es crucial verificar la exactitud de las fechas mencionadas y de las causas penales enfrentadas por Soane Pesci, citando fuentes judiciales de ser posible.
Ante este panorama, Mila tomó la valiente decisión de regresar a Nueva York, lejos del peligro que representaba su agresor. Desde Estados Unidos, exige la detención efectiva de Soane y una condena justa, que podría alcanzar entre 15 y 20 años por intento de homicidio. Es importante asegurarse de que la información sobre la legislación y las posibles condenas sea correcta y actualizada.
Recién ahora siento que vivo en libertad, que no tengo que dar explicaciones de por qué salgo a comer, que puedo elegir cómo vestirme y empezar a ser yo misma. Estoy muy positiva, porque estoy viviendo un mundo que nunca había vivido como mujer. Me estoy descubriendo como Mila, y estoy en un proceso de entendimiento. Vamos a ir hasta el final con esto, estamos presentado todo lo necesario para que se haga Justicia.
Un nuevo comienzo en Nueva York: Reconstruyendo una vida
Mila está reconstruyendo su vida en Nueva York. Se rodea de nuevos amigos, explora nuevos intereses y persigue sus metas profesionales con renovada energía. Sin embargo, la experiencia de violencia ha dejado una huella imborrable en su perspectiva de negocios. Profundizar en cómo esta experiencia ha influido en su visión empresarial podría ofrecer una perspectiva única.
La dificultad para las mujeres empresarias de denunciar casos de violencia doméstica por el temor a afectar su imagen profesional es una realidad que Mila conoce de cerca. Explorar esta intersección entre el éxito empresarial y la vulnerabilidad a la violencia doméstica podría revelar cómo influye el poder económico en las dinámicas de abuso y cómo la sociedad percibe a las víctimas de violencia doméstica que son exitosas profesionalmente. ¿Existe un estigma o incredulidad?
Un nuevo comienzo y la voz de la esperanza
La historia de Mila Piercecchi es un poderoso llamado a la acción. Su valentía al denunciar la violencia y buscar justicia inspira a otras víctimas a romper el silencio y buscar ayuda. Es fundamental que la sociedad en su conjunto se involucre en la lucha contra la violencia de género, brindando apoyo a las víctimas y exigiendo a las autoridades que actúen con celeridad y firmeza.
Mila, desde Nueva York, se ha convertido en una voz de esperanza para muchas mujeres que sufren en silencio. Su historia es un recordatorio de que la resiliencia y la determinación pueden superar incluso las experiencias más traumáticas. Su lucha por la justicia es una inspiración para todos aquellos que creen en un mundo libre de violencia. Enfatizar el papel de Mila como un modelo a seguir para otras víctimas de violencia doméstica y cómo está utilizando su experiencia para ayudar a otros puede ser inspirador.
Hoy, Mila vive en libertad, reconstruyendo su vida y abrazando su identidad. Su historia es un testimonio del poder del espíritu humano y de la importancia de alzar la voz contra la injusticia. Su legado perdurará como un faro de esperanza para las generaciones futuras, un recordatorio de que la violencia nunca debe ser tolerada y que la justicia siempre debe prevalecer.
Si estás pasando por una situación similar, no estás sola. Busca ayuda. Denuncia. Tu voz importa.
- Llama al 144: Línea nacional gratuita de atención y contención para víctimas de violencia de género en Argentina.
- En Nueva York, puedes contactar a la NYC Anti-Violence Project: [https://avp.org/](https://avp.org/)
Comparte este artículo para aumentar la conciencia sobre la violencia doméstica y anima a otros a unirse a la lucha por la justicia. Juntos, podemos construir un mundo libre de violencia.