Florencia Schenone, una pianista y productora musical con un sueño en la industria discográfica, se vio obligada a reinventarse cuando Internet transformó radicalmente el modelo de negocio musical. Este cambio forzó una adaptación que la llevaría a un éxito inesperado en el mundo de la tecnología y los emprendimientos.
De las teclas del piano al mundo digital: un cambio necesario
Su formación musical en la Escuela de Música de Buenos Aires (EMBA) y sus estudios incompletos de Administración de Empresas en la UCA, combinados con su habilidad para tocar guitarra, bajo y piano, fueron una base sólida, pero no la preparación suficiente para el cambio que se avecinaba. El consejo de su padre, “Te vas a morir de hambre, más vale que te dediques a otra cosa”, resonaba con más fuerza cada día, particularmente al observar el poco futuro que la industria musical le ofrecía.
La llegada del internet y el auge de las plataformas digitales alteró la industria musical, cambiando el modelo basado en la venta de discos por uno centrado en las descargas y el streaming. Florencia comprendió que, para ella, la parte más atractiva de la industria musical no era la grabación en sí, sino la creación del producto: una pieza musical con valor, que fuese pegadiza y vendible. Esa visión la llevó a interesarse por el impacto de la tecnología en la industria.
El camino al emprendimiento: aprendizaje y capital inicial
Su primer empleo fue como asistente del CEO de una empresa de publicidad digital. Ahí comenzó a explorar este nuevo mundo. Fue un paso decisivo que le enseñó sobre community management, estrategias de pauta digital en Google y Facebook, y marketing digital. Este conocimiento fue clave para su futuro como emprendedora.
El capital inicial provino de su familia: un préstamo de 100.000 dólares. Sin fondos de inversión ni contactos influyentes, Florencia se lanzó al mercado junto a su esposo en 2010, creando una empresa de tecnología publicitaria innovadora y económica para smartphones.
El éxito y la adversidad: un golpe de realidad
Su primer emprendimiento tuvo un éxito notable. Facturando hasta dos millones de dólares anuales, su método de cobro por acciones específicas de los usuarios (descargas de aplicaciones, llenado de formularios) resultó atractivo para las grandes empresas que buscaban resultados concretos. Sin embargo, esta historia de éxito se vio empañada por un evento imprevisto: una demanda por fraude.
Uno de sus proveedores había manipulado los datos de descargas, generando registros falsos. Aunque Florencia y su socio no fueron responsables directos, sufrieron las consecuencias. La denuncia afectó su reputación, debilitando la confianza de sus clientes y causando un gran daño a la empresa. Esto marcó un punto de inflexión, y la empresa terminó cerrando.
El renacimiento de Manno: superando los obstáculos
Después de este duro golpe, y ya divorciada de su esposo, Florencia y él decidieron emprender nuevamente. Esta vez con una nueva visión y proyecto: Manno, una app que conecta a los usuarios con profesionales que brindan servicios de mantenimiento para el hogar.
Manno no fue un proyecto fácil. Los primeros años fueron de pérdidas y sacrificios. Florencia y su socio invertían todos sus ingresos en promociones para atraer usuarios y trabajadores. Durante tres años y medio, Florencia no recibió ningún sueldo y dependía de sus ahorros. Ser madre y emprendedora al mismo tiempo, sin horarios, supuso una prueba dura de resistencia física y emocional. Pero, la perseverancia de Florencia se hizo notar.
El triunfo: alianzas estratégicas y crecimiento exponencial
La clave para su éxito fue la alianza con empresas comercializadoras de electrodomésticos y equipos electrónicos. Manno les ofrecía un servicio de instalación de sus productos. Esto marcó un punto de inflexión, generando ingresos regulares y un crecimiento exponencial. Manno creció hasta lograr un promedio de calificaciones de 4.8 sobre 5, lo que reflejó la gran satisfacción de los usuarios.
En 2023, Florencia participó en el Women in Entrepreneurship de Endeavor. Este programa le brindó capacitación en finanzas, temas legales y desarrollo de negocios. Además, le permitió conectar con importantes referentes de la industria tecnológica, como Marcos Galperín de Mercado Libre y ejecutivos de Globant. Esto contribuyó a afinar su visión empresarial y su capacidad para proyectar Manno.
El presente y el futuro de Manno: expansión y crecimiento
En la actualidad, Manno cuenta con más de 30.000 usuarios, 3.000 trabajadores activos y más de 14.000 tareas publicadas en la plataforma, que van desde albañilería y plomería hasta instalación de aires acondicionados y reparación de computadoras. Las ganancias mensuales de la empresa pasaron de 400.000 pesos a 30 millones de pesos.
Los planes futuros de Florencia incluyen la expansión de Manno a nuevas ciudades en Argentina y la búsqueda de inversión para entrar en los mercados de Chile o México. La historia de Florencia Schenone es un ejemplo inspirador para todos aquellos que buscan perseguir sus sueños en el mundo de los emprendimientos, recalcando la importancia de la adaptación, la perseverancia y la resiliencia frente a las adversidades.