En un discurso punzante y directo, el diputado nacional Rodrigo de Loredo ha acusado al gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, de una profunda hipocresía política y de una alarmante ineficiencia económica. De Loredo, en un evento realizado en Vicuña Mackenna, reunió a productores, legisladores e intendentes para debatir los problemas de la región, y aprovechó la oportunidad para lanzar fuertes críticas contra la gestión de Llaryora.
La supuesta doble cara de Llaryora
El núcleo de la crítica de De Loredo se centra en la supuesta contradicción entre el discurso público de Llaryora, quien se presenta como un férreo opositor al kirchnerismo, y sus acciones en el ámbito nacional. De Loredo asegura que, mientras Llaryora adopta una postura anti-K en Córdoba, a nivel nacional sus diputados votan en línea con el kirchnerismo, participando en acciones consideradas por De Loredo como intentos de desestabilización del gobierno de Javier Milei. “Llaryora dijo que Cristina atrasa, pero el martes mandó a sus diputados a votar con los K para intentar desestabilizar al gobierno de Milei”, afirmó De Loredo.
Esta acusación de doble moral se fundamenta, según De Loredo, en la reciente votación en el Congreso sobre la modificación de la ley que regula los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU). La postura de los diputados de Llaryora en este debate fue interpretada por De Loredo como un claro alineamiento con el kirchnerismo, creando una incongruencia flagrante con la imagen que Llaryora proyecta en Córdoba.
Ineficiencia económica y consecuencias para la población
De Loredo extendió sus críticas al ámbito económico, denunciando la ineficiencia de la gestión de Llaryora y sus graves consecuencias para la vida cotidiana de los cordobeses. El diputado se refirió a la inflación provincial, que según sus declaraciones supera ampliamente los índices nacionales. Mientras que la inflación nacional muestra una tendencia a la baja, en Córdoba el impacto ha sido devastador, con ejemplos concretos de incrementos del 400% en los peajes y del 416% en el transporte interurbano, comparados con una inflación nacional del 106%.
Este aumento exponencial en los costos, según De Loredo, es evidencia de lo que él denomina “Inflación Llaryora”, un modelo económico ineficaz y agotado que, en lugar de resolver problemas, empeora la calidad de vida de los habitantes de la provincia. La situación económica, enfatizó De Loredo, no es casualidad, sino una consecuencia directa de las políticas implementadas por el gobierno de Llaryora.
Cuestionamientos a la gestión en temas sensibles
Las críticas de De Loredo también apuntan a la gestión de temas sensibles como la protección de la infancia, utilizando el caso de Aralí, la niña asesinada en Brinkmann, como ejemplo contundente de la ineficiencia del organismo encargado de su protección: la Senaf (Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia). De Loredo se muestra alarmado por la decadencia de la Senaf, enfatizando su falta de transparencia y la nula respuesta de la ministra Liliana Montero, quién en la oposición era mucho más comunicativa según el diputado. “La decadencia de la Senaf es alarmante. A pesar de las reiteradas denuncias, el organismo parece operar con la misma falta de transparencia y eficiencia que ha caracterizado su actuación en los últimos años”, sentenció.
Además, De Loredo cuestionó las tarifas eléctricas en Córdoba, destacando que los usuarios de cooperativas pagan un 50% más que los clientes de EPEC, y criticó la intención de sumar FADEA, una empresa estatal que cerró 2023 con un déficit de 16 millones de dólares, en lugar de buscar soluciones eficaces a los problemas existentes. “En cada paso por localidades del interior vemos que quienes reciben la luz a través de cooperativas pagan en promedio un 50% más que los usuarios de EPEC, que ya de por sí es cara”, recalcó De Loredo, destacando la falta de acción en este frente por parte del gobierno de Llaryora.
Un llamado a la acción y la necesidad de un cambio
La intención de De Loredo al realizar estas acusaciones es evidente: persuadir a la población cordobesa de que la gestión de Llaryora es ineficaz y carece de transparencia. Sus críticas buscan generar un impacto en la opinión pública, motivando a la ciudadanía a exigir un cambio de rumbo y a cuestionar las acciones y decisiones de la gestión actual. Las acusaciones de De Loredo se presentan como un llamado a la acción, una advertencia ante las supuestas contradicciones y errores en el gobierno de Llaryora.
El discurso, cargado de ejemplos concretos y datos cuantificables como los porcentajes de inflación en distintos servicios, busca demostrar la gravedad de la situación y enfatizar la necesidad de un cambio. El uso de apelaciones emocionales como la referencia a la trágica muerte de Aralí refuerzan la imagen del gobierno de Llaryora como indolente y poco eficiente. En resumen, el evento en Vicuña Mackenna se transforma en una tribuna desde donde De Loredo lanza un duro ataque a la gestión de Llaryora, usando una retórica persuasiva para mover a la opinión pública.