La incertidumbre se cierne sobre el futuro de Mastellone Hermanos, la empresa propietaria de la icónica marca de lácteos La Serenissima. Tras un año de resultados positivos, impulsados por la eliminación de los controles de precios, la empresa se encuentra en medio de una compleja negociación que podría culminar con su absorción por el gigante francés Danone.
Un año de recuperación y una posible fusión
Luego de años de dificultades, Mastellone Hermanos ha logrado la rentabilidad este año, según declaraciones de la propia empresa. La eliminación de los controles de precios bajo el nuevo gobierno, liderado por Javier Milei, ha sido un factor crucial para este cambio. Sin embargo, este respiro económico no ha disipado la incertidumbre sobre el control accionario de la empresa.
En juego está el futuro de La Serenissima, una marca que ostenta un lugar prominente en el mercado argentino de lácteos. Su historia de casi 100 años, y su arraigo en la cultura argentina, se enfrentan a un posible cambio radical.
El acuerdo clave y el interés de Danone
En el 2015, se firmó un acuerdo entre los socios de Mastellone Hermanos, incluyendo a Arcor y Danone, que contempla opciones cruzadas para la compra del control mayoritario de la empresa. Dicho acuerdo está programado para expirar en 2026. Arcor y Danone poseen actualmente un 49% de la compañía, con una opción de compra del 51% restante, opción que vence a fines del año próximo. La familia Mastellone y el fondo de inversión Dallpoint Investments también poseen la opción de vender su participación a Arcor y Danone.
Según declaraciones del presidente de Mastellone Hermanos, Carlos Agote, en una entrevista con La Nación, existe una alta probabilidad de que Danone adquiera el control mayoritario de La Serenissima en el corto plazo (un año como máximo). La fusión, según Agote, forma parte de una estrategia para consolidar la empresa y mejorar su competitividad en el mercado.
La lucha por la competitividad en un mercado desafiante
El mercado de lácteos en Argentina es cada vez más complejo. Desde 2022, la empresa Saputo, con sus marcas La Paulina, Molfino y Ricrem, superó a Mastellone Hermanos en la producción nacional, relegándola al segundo lugar. Esta situación impulsa a la compañía a buscar estrategias para recuperar terreno y aumentar su participación de mercado.
Agote recalca la importancia de la “unificación” con Danone para alcanzar este objetivo. Según sus declaraciones, esta unión permitiría alinear criterios y estrategias de producción, así como mejorar la relación con los productores locales. El plan denominado “La Serenissima Unida” busca integrar a todos los eslabones de la cadena productiva para lograr mayor eficiencia y competitividad.
Modernización de la producción y expansión internacional
Para enfrentar los retos actuales, Mastellone Hermanos trabaja en la modernización de sus procesos de producción. La producción promedio de leche en Argentina es actualmente de 22 litros por vaca al día, pero las empresas más eficientes llegan a producir hasta 42 litros. La compañía busca integrar tecnología de punta en sus procesos, optimizando la eficiencia y garantizando el bienestar animal.
También se plantea una importante apuesta por la expansión internacional, especialmente hacia Brasil y otros países del Mercosur, como Uruguay, Paraguay y Chile. La meta es aprovechar la experiencia y las redes de distribución de Danone en mercados internacionales más allá del Mercosur, para exportar productos de mayor valor agregado. Su subsidiaria en Brasil, Leitesol, genera 150 millones de dólares anuales, y se prevé que en un plazo de 5 años la mitad de la producción de la compañía se destine a la exportación.
El futuro incierto de una marca emblemática
La posible adquisición de La Serenissima por Danone deja un interrogante en el aire: ¿Qué futuro espera a una marca con tanta historia y arraigo en el mercado argentino? Si bien la unión con un gigante internacional podría traer beneficios en términos de competitividad e innovación, también existe la preocupación por la posible pérdida de identidad y de la relación con los productores locales. La negociación aún está en curso, y solo el tiempo dirá si esta operación se materializará y cuáles serán sus consecuencias a largo plazo para el sector lácteo en Argentina.
Para obtener mayor información, se recomienda consultar la entrevista realizada por La Nación.