La reciente serie de Prime Video, “Cromañón”, basada en la trágica pérdida de vidas en el incendio del boliche en 2004, ha generado una intensa controversia. Si bien la producción busca generar conciencia sobre este evento, su estreno ha reavivado el dolor de sobrevivientes y familiares de las víctimas, quienes la critican por considerar que banaliza el sufrimiento.
El comunicado de No Nos Cuenten Cromañón
La organización No Nos Cuenten Cromañón, conformada por sobrevivientes y familiares, publicó un fuerte comunicado en Instagram expresando su rechazo a la serie. Reconocieron la importancia de mantener viva la memoria de Cromañón, pero criticaron la forma en que se aborda el tema, argumentando que se banaliza una tragedia que aún causa dolor profundo.
En el comunicado, la organización advierte sobre el impacto emocional en quienes vivieron la tragedia, ofreciendo su programa de asistencia en salud mental para apoyarlos. Concluyen con un contundente mensaje: “Nuestra vida no es una película. Es la vida real. Estamos acá para decir una vez más: No nos cuenten Cromañón.”
Diversas Perspectivas: entre el respeto y la memoria
La serie, compuesta por ocho capítulos, pretende explorar la tragedia desde distintos puntos de vista. Sin embargo, su recepción ha desatado un debate sobre los límites de la representación artística de eventos trágicos recientes, y el respeto debido a quienes aún sufren sus consecuencias. Algunas voces la ven como un aporte valioso para la memoria colectiva, mientras otras la consideran un intento comercial insensible.
Para Nilda Gómez, madre de una víctima, la serie no refleja la complejidad de Cromañón ni el dolor de quienes perdieron a sus seres queridos. Critica la focalización en la historia de una sola sobreviviente, sugiriendo un cambio de título más preciso que refleje este enfoque. Para ella, ‘Nuestros hijos no son una ficción. Los mataron de verdad…’.
Por otro lado, sobrevivientes como Luciano Frangi, de la Coordinadora Cromañón, destacan que la serie, aun con sus imperfecciones, logró instalar nuevamente el tema en la agenda pública. Resalta el esfuerzo de la producción por incluir sus vivencias en el proceso creativo. Nicolás Papolla, de la agrupación “El Camino es Cultural”, comparte una visión similar, considerando la serie como un puente para abordar las contradicciones y asuntos pendientes alrededor de la tragedia y para generar conciencia en nuevas generaciones.
El debate sobre la exactitud histórica y las licencias artísticas
Otro punto de controversia es la fidelidad histórica de la serie. Diego Cocuzza, de “No Nos Cuenten Cromañón”, menciona varios errores narrativos que, en su opinión, minimizan la gravedad de los hechos. Señala detalles como la presencia de linternas dentro del boliche, la imagen de jóvenes con bengalas, o la estigmatización de las víctimas, temas que considera inexactos y que generan molestia e incomodidad en muchos sobrevivientes y familiares.
Cocuzza también menciona la ausencia en la serie de Rafael Levy, el dueño del inmueble que permitió que se cerrara la puerta de emergencia, aspecto relevante en la tragedia. Aunque reconoce que es una ficción y no un documental, recalca que estos errores diluyen la seriedad de los hechos y causan más daño emocional.
El impacto psicológico y la salud mental
La serie ha tenido un impacto emocional significativo en muchos sobrevivientes, quienes han expresado un aumento en los pedidos de ayuda psicológica desde su estreno. Las organizaciones que representan a sobrevivientes y familiares insisten en la importancia del apoyo a la salud mental para procesar este trauma, y remarcan que la serie, por sí sola, no ofrece una perspectiva completa del evento, que conlleva dolor y heridas que aún perduran.
La controversia alrededor de “Cromañón” destaca el delicado equilibrio entre la representación artística y el respeto por la memoria de las víctimas. Es fundamental mantener un debate abierto y sensible que contemple las diferentes perspectivas para encontrar un espacio que honre a los fallecidos y proporcione el apoyo adecuado a quienes aún enfrentan las secuelas de la tragedia.
Un debate necesario para honrar la memoria.
La serie “Cromañón” ha logrado reabrir heridas y, a la vez, poner sobre la mesa un debate crucial. Si bien la intención de generar conciencia es válida, es indispensable equilibrar la necesidad de contar la historia con el respeto y el cuidado que las víctimas y sus familias merecen. La reflexión debe enfocarse en qué tan lejos puede llegar la representación artística antes de traspasar el límite del respeto y la dignidad. Se necesita un diálogo abierto que permita elaborar un camino para procesar el dolor y garantizar la atención necesaria para la salud mental de las personas directamente afectadas.